Ganaderos de la zona serrana de Mazatlán empiezan a resentir la sequía

El presidente de la Asociación Ganadera Local, busca reactivar la planta para la fabricación de pastura a bajo costo

Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán

  · domingo 27 de febrero de 2022

Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Está por concluir febrero y algunas comunidades de la zona serrana del municipio de Mazatlán, ya empiezan a resentir la sequía, reveló José Antonio Lizárraga.

El presidente de la Asociación Ganadera Local, adelantó que se prevé una difícil temporada, pues productores de zona del Quelite y San Marcos que presentan algunos problemas y todavía falta algunos meses para los meses considerados como más críticos.

"Las zonas altas ya se está sintiendo, he platicado con ganaderos de la zona de El Quelite, San Marcos en esta última que donde está cerca la presa Picachos hay partes hay partes donde ya les empieza hacer falta el agua", dijo.

Advirtió que se espera para mayo y junio que son los meses más críticos por lo que confía que las lluvias sean tempraneras para Sinaloa y principalmente para el sur donde agricultores y ganaderos se depende al 100 de ellas.

El dirigente de los Ganaderos señaló que se trabaja para reactivar la planta para la fabricación de pastura y apoyar la economía del sector que viene arrastrando una situación muy crítica.

"Vamos entrar en reactivar la planta que está en la Asociación la tenemos que reactivar al 100% porque tenemos que fabricar pastura para el ganadero lo más barato que se pueda y para evitar los gastos innecesarios", expresó.

Indico que, para este año, los pronósticos climáticos indican que en los siguientes meses podrían presentarse condiciones del fenómeno “La Niña”, que ocasionarían sequías como las registradas en el país a principios de 2021.

De acuerdo con información de la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, este año en coordinación con la Defensa Nacional este año volverán a hacer la "estimulación de lluvias” en Baja California, Sonora, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Sinaloa, con el fin de mitigar los efectos de sequía en zonas áridas y semiáridas.

Con este mecanismo se prevé impactar en al menos 8.5 millones de hectáreas. Este procedimiento consiste en una tecnología que libera moléculas de yoduro de plata en el trayecto de las nubes para precipitar la lluvia en los polígonos que interesa impactar, lo que genera humedad y escurrimientos hacia praderas y presas.




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