/ viernes 19 de abril de 2024

Trópicos Subterráneos | El periodismo en la campaña política, funeral y electoral

El Dr. Arturo Santamaría Gómez, no periodista y sí analista político, exUASeño y contra PASuaseño, en “El debate y la personalidad de Claudia”, crítica el periodismo crítico adverso a Claudia Sheinbaum, porque no es lo mismo a López Obrador cuando ella es y será diferente al Estado-Obrador, lo que en los obradoristas-claudistas y morenistas, se nota en el No Somos Iguales, en lo que -la coyuntura y la juntura- vendrán por añadidura con la investidura presidencial sexenal-transexenal, simple y complejamente, porque ella es mujer ante el hombre que la acompaña en la campaña como esposo y posible Primer Damo-marismeño-mazatleco, no como el ReyMemo y el Edgar-Augusto 11, la Estrella Primera y el Romero-Motelero Primero y serle fiel al íntimo y hacerle leal al público Estado-Obrador, porque lo del bastón de mando no es ni será suficiente alto para darle continuidad en el segundo piso a la 4T, siempre y cuando, no se le caiga en el país de las sombras espectrales con los vivos y los sobrevivientes, los muertos y los feminicidios, los desconocidos con los desaparecidos.

El Dr. Santamaría, escribe: “Cada quien ve con el lente y los intereses que quiere, incluso a costa de la más mínima objetividad, como lo hacen numerosos observadores de la política mexicana, al grado de que se han alejado de los principios filosóficos del periodismo moderno que han imperado por lo menos desde principios del Siglo 20”, como sí él no lo hiciera como un claudista-aplaudista tan objetivo en sus intereses personales para su capital curricular más económico que académico, porque lo que hay es una prensa-vendida que se vende y se compra y se lee y se escucha a favor y/o contra del Estado-Obrador, desde los medios a las redes sociales, pues, lo acepte o no, el Dr. Santamaría, el único principio sociológico y económico, informacional y comunicacional, y no filosófico, es el mercantil con la marca comercial o infomercial del periodismo Hecho en México, porque eso del periodismo crítico de la izquierda es como el periodismo crítico de la derecha: liberales, autoritarios y conservadores, clasistas y racistas e hijos de La Chingada.

Eso del “periodismo veraz, equilibrado y plural”, nomás lo practica Santamaría como lo hace La Jornada-inclinada o culiempinada al Estado-Obrador, hasta por compadrazgo publipropagandístico-político, y como Santamaría no menciona a la revista Proceso, quizás sí o tal vez no, porque hace periodismo de investigación y no se ha portado bien con el Estado-Obrador, lo del hijo de Julio Scherer(+), El Junior, no interviene en el criterio periodístico de investigación en la revista, pues la relación de Scherer junior con López Obrador es la misma y la diferente con el Zaldívar, Julio Berdegué (el vivo) con la Sheinbaum: la inclusión y la corrupción para la continuación de la 4T.

A Santamaría se le da lo de anal-lista político, en la medida más de la conveniencia política que de una convicción periodística, simplejamente, porque no es periodista de investigación, practicante -free lance- del periodismo turístico, y para esto una muestra de su perla-perlada con la sudada y sobada joya de la Corona-Pacífico:

“Ignoro si la Secretaría de Turismo de Sinaloa se preparó para aprovechar la visita de miles de turistas de todo México y de decenas de países de por lo menos cuatro continentes, a propósito del Eclipse, para recabar sus opiniones de Mazatlán y otros lugares del estado, para, con base en ellas, lanzar una poderosa campaña publicitaria para seguir atrayendo un turismo muy educado y de buenos ingresos a Sinaloa, que nunca había llegado tan masivamente a Sinaloa. Ellos, en lugar de montarse en ruidosos transportes y hacer desfiguros, caminaban por miles admirando el malecón, las playas, los atardeceres y el ambiente del Centro Histórico de Mazatlán. Un par de suecos y un inglés le dijeron a un cercano amigo mío que jamás habían oído hablar antes de Mazatlán, pero que al conocerlo se van fascinados por su gente, ambiente festivo y los atractivos culturales de la ciudad. Es decir, es posible atraer un turismo de mayor educación y de más allá de nuestro continente, aun sin la belleza indescriptible de un eclipse”.

Lean, entrelíneas, lo clasista que se manifiesta al recomendar “lanzar una poderosa campaña publicitaria para seguir atrayendo un turismo muy educado y de buenos ingresos a Sinaloa”, para que de una vez se entere el mundo que Mazatlán existe en el noroeste Pacífico con sus luminarias eclipsadas, sus basuras amontonadas y sus aguas negras y callejeras desembocando entre Olas Altas y la Avenida del Mar con El Muchacho Alegre y Los Monos Bichis en el país de las sombras espectrales, recetándole al Dr. Santamaría que lea “El mal gobernado desarrollo de Mazatlán”, de Omar Garfias, en el semanario Ríodoce, para que vea de qué está hecho el análisis político del Dr. Santamaría ante el periodismo de investigación de Garfias.

Misiva Mínima/Sem Data:

Si el Dr. Santamaría no quiere serse y hacerse el salpicado por las tormentas de mierda, de lodo y de sangre en el país de las sombras espectrales, hay que serle y hacerle al Zaldívar con el paraguas de Claudia y el impermeable de Morena: así, ni pa’dónde serse y hacerse con la 4T del Estado-Obrador, me lo comentó un amigo cercano mío.

El Dr. Arturo Santamaría Gómez, no periodista y sí analista político, exUASeño y contra PASuaseño, en “El debate y la personalidad de Claudia”, crítica el periodismo crítico adverso a Claudia Sheinbaum, porque no es lo mismo a López Obrador cuando ella es y será diferente al Estado-Obrador, lo que en los obradoristas-claudistas y morenistas, se nota en el No Somos Iguales, en lo que -la coyuntura y la juntura- vendrán por añadidura con la investidura presidencial sexenal-transexenal, simple y complejamente, porque ella es mujer ante el hombre que la acompaña en la campaña como esposo y posible Primer Damo-marismeño-mazatleco, no como el ReyMemo y el Edgar-Augusto 11, la Estrella Primera y el Romero-Motelero Primero y serle fiel al íntimo y hacerle leal al público Estado-Obrador, porque lo del bastón de mando no es ni será suficiente alto para darle continuidad en el segundo piso a la 4T, siempre y cuando, no se le caiga en el país de las sombras espectrales con los vivos y los sobrevivientes, los muertos y los feminicidios, los desconocidos con los desaparecidos.

El Dr. Santamaría, escribe: “Cada quien ve con el lente y los intereses que quiere, incluso a costa de la más mínima objetividad, como lo hacen numerosos observadores de la política mexicana, al grado de que se han alejado de los principios filosóficos del periodismo moderno que han imperado por lo menos desde principios del Siglo 20”, como sí él no lo hiciera como un claudista-aplaudista tan objetivo en sus intereses personales para su capital curricular más económico que académico, porque lo que hay es una prensa-vendida que se vende y se compra y se lee y se escucha a favor y/o contra del Estado-Obrador, desde los medios a las redes sociales, pues, lo acepte o no, el Dr. Santamaría, el único principio sociológico y económico, informacional y comunicacional, y no filosófico, es el mercantil con la marca comercial o infomercial del periodismo Hecho en México, porque eso del periodismo crítico de la izquierda es como el periodismo crítico de la derecha: liberales, autoritarios y conservadores, clasistas y racistas e hijos de La Chingada.

Eso del “periodismo veraz, equilibrado y plural”, nomás lo practica Santamaría como lo hace La Jornada-inclinada o culiempinada al Estado-Obrador, hasta por compadrazgo publipropagandístico-político, y como Santamaría no menciona a la revista Proceso, quizás sí o tal vez no, porque hace periodismo de investigación y no se ha portado bien con el Estado-Obrador, lo del hijo de Julio Scherer(+), El Junior, no interviene en el criterio periodístico de investigación en la revista, pues la relación de Scherer junior con López Obrador es la misma y la diferente con el Zaldívar, Julio Berdegué (el vivo) con la Sheinbaum: la inclusión y la corrupción para la continuación de la 4T.

A Santamaría se le da lo de anal-lista político, en la medida más de la conveniencia política que de una convicción periodística, simplejamente, porque no es periodista de investigación, practicante -free lance- del periodismo turístico, y para esto una muestra de su perla-perlada con la sudada y sobada joya de la Corona-Pacífico:

“Ignoro si la Secretaría de Turismo de Sinaloa se preparó para aprovechar la visita de miles de turistas de todo México y de decenas de países de por lo menos cuatro continentes, a propósito del Eclipse, para recabar sus opiniones de Mazatlán y otros lugares del estado, para, con base en ellas, lanzar una poderosa campaña publicitaria para seguir atrayendo un turismo muy educado y de buenos ingresos a Sinaloa, que nunca había llegado tan masivamente a Sinaloa. Ellos, en lugar de montarse en ruidosos transportes y hacer desfiguros, caminaban por miles admirando el malecón, las playas, los atardeceres y el ambiente del Centro Histórico de Mazatlán. Un par de suecos y un inglés le dijeron a un cercano amigo mío que jamás habían oído hablar antes de Mazatlán, pero que al conocerlo se van fascinados por su gente, ambiente festivo y los atractivos culturales de la ciudad. Es decir, es posible atraer un turismo de mayor educación y de más allá de nuestro continente, aun sin la belleza indescriptible de un eclipse”.

Lean, entrelíneas, lo clasista que se manifiesta al recomendar “lanzar una poderosa campaña publicitaria para seguir atrayendo un turismo muy educado y de buenos ingresos a Sinaloa”, para que de una vez se entere el mundo que Mazatlán existe en el noroeste Pacífico con sus luminarias eclipsadas, sus basuras amontonadas y sus aguas negras y callejeras desembocando entre Olas Altas y la Avenida del Mar con El Muchacho Alegre y Los Monos Bichis en el país de las sombras espectrales, recetándole al Dr. Santamaría que lea “El mal gobernado desarrollo de Mazatlán”, de Omar Garfias, en el semanario Ríodoce, para que vea de qué está hecho el análisis político del Dr. Santamaría ante el periodismo de investigación de Garfias.

Misiva Mínima/Sem Data:

Si el Dr. Santamaría no quiere serse y hacerse el salpicado por las tormentas de mierda, de lodo y de sangre en el país de las sombras espectrales, hay que serle y hacerle al Zaldívar con el paraguas de Claudia y el impermeable de Morena: así, ni pa’dónde serse y hacerse con la 4T del Estado-Obrador, me lo comentó un amigo cercano mío.

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