/ miércoles 22 de enero de 2020

La Feria del Libro-Brigada para Leer en Libertad AC

Quienes conocemos y sabemos lo que Paco Ignacio Taibo 11 hace, lo aprovechó El Químico para su protagonismo de ReyMemo en la cultura y en el arte carnavalescos-marismeños-mazatlecos, seguido el alcalde por su recua de colaboradores, principalmente, por José Ángel Tostado Quevedo, a quien se le ha denunciado por Marsol Quiñónez y Oscar Blancarte en manejos administrativos intransparentes en relación a “Ballet Clásico AC”, y de quien el ReyMemo dice que es “un funcionario excelente, trabajador, leal, respetuoso y que lo sorprende con cosas preciosas.”

Estando así las cosas preciosas con los amores, los celos, los odios y los disfiguros carnavalescos que el ReyMemo ha generado en sus dominios municipales, deshonestos y protagónicos, la dispensa cultural de la Brigada para Leer en Libertad con la Feria del Libro fue una instalación en la plazuela Machado, a la que el ReyMemo asistió para acompañar a Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, presentando el libro de AMLO: “Hacia una economía moral”.

El trabajo de Paco Ignacio Taibo 11 puede ser criticable, pero no cuestionable como escritor y promotor desde siempre, ahora y para la posteridad con la inolvidable frase: “Se la metimos doblada”.

Del ReyMemo se dice todo por todos que autoaspira(cionalmente) a ser candidato a la gubernatura sinaloense, mientras viaja a donde no conoce ni lo conocen y porque le gana las ganas de hacerlo llevando y trayendo viajes de maletas con calzones floreados, nuevos, remarcables y con el sello y la gracia del erario público municipal.

Lo de la cultura y el arte que es un asunto público siempre se ha administrado como privado: un paramunicipal con cuentas alegres por la vendimia carnavalesca, sin tomar en cuenta las recomendaciones operativas y administrativas de la Secretaría de Cultura y menos el Derecho a la Cultura, haciéndolo a modo personal y con el distingo de la élite y lo popular para satisfacer al sucedáneo y depredador turismo cultural.

Así, cualquiera hace más negocio con la cultura y el arte, no habiendo respeto por el trabajo en la cultura y la creación del arte con los promotores y los artistas socioculturales, haciéndose lo que se hace es por el mandato de El Químico con el Ángel de sus preciosidades con el Ballet Clásico AC, donde Zoila (la que lavo, seco y plancho) Fernández reparte lo que le toca en mayor parte y así le siguen con el negocio de la cultura y el arte carnavalescos.

En cuanto a la Feria del Libro es la promotora sociocultural Brigada para Leer en Libertad AC que Paco Ignacio Taibo 11, esposa e hija han venido haciendo con propuestas a los municipios en la RepMex, lo cual deben atender a las necesidades de espacio y tiempo para la instalación, la promoción y la venta económica de libros, no siendo un trabajo político de Morena, y sí un trabajo político sociocultural de PIT-11 como también ser el director del Fondo de Cultura Económica con una política pública sociocultural para la lectura, tanto de élite como popularmente.

Lo de El Químico Benítez como El ReyMemo en la cultura y en el arte carnavalescos es un asunto público que ha sido tratado a manera de asunto sucedáneo que el alcalde propone y dispone a modo de su singular persona más como personaje de lo que en la sociedad marismeña-mazatleca se estila con más sorna, sarna y sordina: por más mazatleco cosmopolita que quiera ser es un marismeño provinciano con huaraches de patasalada, calzonudo y poco menos un bueno pa’nada de vividor como Higuera, Jorge Abel, Felton y Pucheta, gracias a “la vocación crítica” que tanto le relame el Dr. Santamaría Gómez a los patasaladas, pasando de las reinas carnavaleras a la gastronomía marismeña-mazatleca, de turistólogo a cheftólogo.

Parece que nadie ni alguien quieren hacer nada en relación al asunto público de la cultura y el arte en Mazatlán, dejando pasar y hacer a modo de gente como El ReyMemo, el Ángel y la Zoila en un ménage à trois artístico sociocultural animado por las preciosidades que se prodigan con los dineros del erario público municipal, del cual y cualquier auditoria sería ofender hasta el pueblo mismo de la cuarta transformación, cuando primero los pobres de los marismeños-mazatlecos sino se inundan de agua se inundan de basura y se quedan a oscuras por tantas luminarias fundidas, a reserva de que a los marismeños-mazatlecos nos gusta el olor a mierda con las aguas negras desde el centro a Rafael Buena del aeropuerto y la avenida.

La dirección, la coordinación y la ejecución (de y en) el instituto de cultura, turismo y arte ha sido y es de acuerdo a los intereses políticos y carnavalescos con el despliegue espectacular y preciosista de artificios y artificialidades comerciales y rentables, estéticamente sucedáneos y decorativos, oropelescamente falsos como la falsa alegría del consumismo al vacío, y para esto nomás el ReyMemo de la cultura y el arte carnavalescos.

Lo acrítico de lo crítico con El Químico es lo que es: un apropiacionista de lo que se le permite hacer no con primero los pobres, sino, primero quiero serme y hacerme rico, a como dé lugar con el respeto a los marismeños-mazatlecos con esa vocación crítica de aceptarme como soy: un patasalada calzonudo, con la camiseta al hombro y huaraches horcapollos, de origen mediaclase, laboratorioso, y en dos años más, de media clase a clase alta con un chingo de preciosidades más materiales que culturales y artísticas.

El Químico Benítez como Alcalde viaja como invitado de sí mismo para la Feria Internacional de Turismo, donde Sinaloa presenta un espectáculo musical-gastronómico con el Quirino, el Barros y el Fierro haciéndole al Cuarteto de Tacuichamona Ranch and Folk and Friends and Company, que si a Quirino le va bien lo es y lo será para sus hoteles, y haber-a ver cómo le va al resto en la desleal competencia hotelera sinaloense.

A El Químico Benítez, ni quién le quite lo comido, lo tomado y lo bailado cuando regrese como el ReyMemo listo para el Carnaval 2020, para seguir comiendo, tomando y bailando en lo que el Ángel y la Zoila lo sigan acompañando en su ménage à trois artístico-sociocultural carnavalesco.


Quienes conocemos y sabemos lo que Paco Ignacio Taibo 11 hace, lo aprovechó El Químico para su protagonismo de ReyMemo en la cultura y en el arte carnavalescos-marismeños-mazatlecos, seguido el alcalde por su recua de colaboradores, principalmente, por José Ángel Tostado Quevedo, a quien se le ha denunciado por Marsol Quiñónez y Oscar Blancarte en manejos administrativos intransparentes en relación a “Ballet Clásico AC”, y de quien el ReyMemo dice que es “un funcionario excelente, trabajador, leal, respetuoso y que lo sorprende con cosas preciosas.”

Estando así las cosas preciosas con los amores, los celos, los odios y los disfiguros carnavalescos que el ReyMemo ha generado en sus dominios municipales, deshonestos y protagónicos, la dispensa cultural de la Brigada para Leer en Libertad con la Feria del Libro fue una instalación en la plazuela Machado, a la que el ReyMemo asistió para acompañar a Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, presentando el libro de AMLO: “Hacia una economía moral”.

El trabajo de Paco Ignacio Taibo 11 puede ser criticable, pero no cuestionable como escritor y promotor desde siempre, ahora y para la posteridad con la inolvidable frase: “Se la metimos doblada”.

Del ReyMemo se dice todo por todos que autoaspira(cionalmente) a ser candidato a la gubernatura sinaloense, mientras viaja a donde no conoce ni lo conocen y porque le gana las ganas de hacerlo llevando y trayendo viajes de maletas con calzones floreados, nuevos, remarcables y con el sello y la gracia del erario público municipal.

Lo de la cultura y el arte que es un asunto público siempre se ha administrado como privado: un paramunicipal con cuentas alegres por la vendimia carnavalesca, sin tomar en cuenta las recomendaciones operativas y administrativas de la Secretaría de Cultura y menos el Derecho a la Cultura, haciéndolo a modo personal y con el distingo de la élite y lo popular para satisfacer al sucedáneo y depredador turismo cultural.

Así, cualquiera hace más negocio con la cultura y el arte, no habiendo respeto por el trabajo en la cultura y la creación del arte con los promotores y los artistas socioculturales, haciéndose lo que se hace es por el mandato de El Químico con el Ángel de sus preciosidades con el Ballet Clásico AC, donde Zoila (la que lavo, seco y plancho) Fernández reparte lo que le toca en mayor parte y así le siguen con el negocio de la cultura y el arte carnavalescos.

En cuanto a la Feria del Libro es la promotora sociocultural Brigada para Leer en Libertad AC que Paco Ignacio Taibo 11, esposa e hija han venido haciendo con propuestas a los municipios en la RepMex, lo cual deben atender a las necesidades de espacio y tiempo para la instalación, la promoción y la venta económica de libros, no siendo un trabajo político de Morena, y sí un trabajo político sociocultural de PIT-11 como también ser el director del Fondo de Cultura Económica con una política pública sociocultural para la lectura, tanto de élite como popularmente.

Lo de El Químico Benítez como El ReyMemo en la cultura y en el arte carnavalescos es un asunto público que ha sido tratado a manera de asunto sucedáneo que el alcalde propone y dispone a modo de su singular persona más como personaje de lo que en la sociedad marismeña-mazatleca se estila con más sorna, sarna y sordina: por más mazatleco cosmopolita que quiera ser es un marismeño provinciano con huaraches de patasalada, calzonudo y poco menos un bueno pa’nada de vividor como Higuera, Jorge Abel, Felton y Pucheta, gracias a “la vocación crítica” que tanto le relame el Dr. Santamaría Gómez a los patasaladas, pasando de las reinas carnavaleras a la gastronomía marismeña-mazatleca, de turistólogo a cheftólogo.

Parece que nadie ni alguien quieren hacer nada en relación al asunto público de la cultura y el arte en Mazatlán, dejando pasar y hacer a modo de gente como El ReyMemo, el Ángel y la Zoila en un ménage à trois artístico sociocultural animado por las preciosidades que se prodigan con los dineros del erario público municipal, del cual y cualquier auditoria sería ofender hasta el pueblo mismo de la cuarta transformación, cuando primero los pobres de los marismeños-mazatlecos sino se inundan de agua se inundan de basura y se quedan a oscuras por tantas luminarias fundidas, a reserva de que a los marismeños-mazatlecos nos gusta el olor a mierda con las aguas negras desde el centro a Rafael Buena del aeropuerto y la avenida.

La dirección, la coordinación y la ejecución (de y en) el instituto de cultura, turismo y arte ha sido y es de acuerdo a los intereses políticos y carnavalescos con el despliegue espectacular y preciosista de artificios y artificialidades comerciales y rentables, estéticamente sucedáneos y decorativos, oropelescamente falsos como la falsa alegría del consumismo al vacío, y para esto nomás el ReyMemo de la cultura y el arte carnavalescos.

Lo acrítico de lo crítico con El Químico es lo que es: un apropiacionista de lo que se le permite hacer no con primero los pobres, sino, primero quiero serme y hacerme rico, a como dé lugar con el respeto a los marismeños-mazatlecos con esa vocación crítica de aceptarme como soy: un patasalada calzonudo, con la camiseta al hombro y huaraches horcapollos, de origen mediaclase, laboratorioso, y en dos años más, de media clase a clase alta con un chingo de preciosidades más materiales que culturales y artísticas.

El Químico Benítez como Alcalde viaja como invitado de sí mismo para la Feria Internacional de Turismo, donde Sinaloa presenta un espectáculo musical-gastronómico con el Quirino, el Barros y el Fierro haciéndole al Cuarteto de Tacuichamona Ranch and Folk and Friends and Company, que si a Quirino le va bien lo es y lo será para sus hoteles, y haber-a ver cómo le va al resto en la desleal competencia hotelera sinaloense.

A El Químico Benítez, ni quién le quite lo comido, lo tomado y lo bailado cuando regrese como el ReyMemo listo para el Carnaval 2020, para seguir comiendo, tomando y bailando en lo que el Ángel y la Zoila lo sigan acompañando en su ménage à trois artístico-sociocultural carnavalesco.


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