/ martes 26 de mayo de 2020

Van mazatlecos del miedo, a una nueva realidad incierta

Ante el desempleo, la carencia y el duelo, la sociedad ocupará de toda su capacidad para enfrentar la adversidad; asegura especialista

Mazatlán, Sin.- La resiliencia entendida como la capacidad para enfrentar la adversidad de manera individual o en comunidad, será la clave para sobrevivir en la nueva realidad que deja a su paso la pandemia del coronavirus Covid-19, tras el shock, el miedo, la angustia e incertidumbre del confinamiento; asegura la sicóloga Bertha Hernández Lizárraga, especialista en salud laboral y emocional.

Si lo pusiéramos en un orden natural, podríamos decir que el principal miedo es el miedo al contacto, a enfermarme, a perder la vida o que las personas que yo amo se contagien y se enfermen, ese es un miedo que está latente, pero un miedo que es real es el de la condición económica, laboral, y el hecho de que como trabajador, emprendedor o empresario, las condiciones económicas están cambiando, no solamente aquí, sino en el mundo.

Hernández Lizárraga

La también expresidenta del Colegio de Sicólogos de Mazatlán, señala que lo primero es tomar en cuenta que la pandemia del coronavirus es una condición global, que está afectando a todo el mundo, así como local, familiar o individual, y que la incertidumbre que viene es cómo se va a sobrevivir y sostener en la nueva realidad, después de la cuarentena.

Y este contexto, agregó, no sólo dependerá de las acciones de un individuo, sino de las decisiones de quienes gobiernan, de las acciones que emprendan para reactivar la economía, y en qué condiciones la gente se va a tener que adaptar a esa nueva normalidad.

Sobre todo en el sector turístico, qué medidas se van a tomar para que los turistas, comensales, puedan acudir con otras condiciones de cuidado y de protección, de tomar las medidas preventivas adecuadas, las que indiquen el sector Salud y las áreas de sanidad.

Hernández Lizárraga

En este caso, indicó, se va a tener que trabajar mucho en la cuestión de pensar en los talentos y capacidades de cada persona, diversificar lo que saben hacer y lo que pueden aprender.

En el peor de los contextos, refiere, se prevé que al duelo y a la pérdida de la salud y los decesos de seres queridos, se sume el desempleo, lo cual generará un problema sicosocial que puede llevar a que los robos se disparen, y que se presenten saqueos a comercios.

No es de extrañar que también se puedan presentar acciones de saqueos, por ejemplo a comercios, porque podemos pasar de la sensación de indefensión, porque estamos en un estado de indefensión, del siento que no voy a poder defenderme, a reaccionar para sobrevivir, aunque cuando no haya hecho algo ilícito, la desesperación puede llevar a algunas personas, movidas por el pánico, ya no por el miedo, sino por el pánico.

Hernández Lizárraga

Por otra parte, comentó que ante el desempleo mucha gente tendrá que recurrir al autoempleo o quienes eran comerciantes formales, podrían incursionar en la informalidad.

Desafortunadamente creo que ese va a ser uno de los saldos más terribles de este virus, después de las pérdidas humanas y de la pérdida de la salud, porque la condición socioeconómica no solamente es el hecho de que ‘no tengo trabajo’, este es un problema sicosocial, porque va encadenando una cosa tras otra, al no haber empleo es muy posible que se disparen los robos, asaltos, que haya personas que presas de la desesperación nunca habían delinquido, pero ahora puedan sentirse tentados a hacerlo.

Hernández Lizárraga


De ahí que, Hernández Lizárraga considera que las acciones y decisiones del gobierno y el sector empresarial para reactivar la economía, determinarán el contexto que se vivirá en los próximos meses.

MIEDO, ANGUSTIA Y CONFUSIÓN

Betty Hernández dijo que la situación de confinamiento trajo consigo consecuencias emocionales para cada persona, sobre todo porque es un evento inédito en la historia personal, como comunidad y país, porque aunque el mundo ha padecido muchas pandemias, en lo local nunca se había tenido tan cerca.

La referencia más cercana es la influenza del 2009, pero que no tuvo tantas secuelas como el coronavirus, que ha colocado a Sinaloa como una de las entidades más golpeadas en contagios, enfermedad y decesos en México.

De acuerdo a las atenciones y acompañamiento que realizan los sicólogos en esta cuarentena, las reacciones van desde el shock hasta el miedo y la angustia, al grado que muchos pacientes que no tienen el virus y que se hicieron la prueba, presentan todos los síntomas como resultado del miedo a la enfermedad.

Foto: Jesús Guzmán │ El Sol de Mazatlán

El miedo lo podemos usar de manera funcional o disfuncional, si lo usamos de manera funcional nos ayuda a aceptar las medidas de prevención o autocuidado, de verlo de una manera distinta: ‘no estoy encerrado en mi casa, estoy a salvo’; pero cuando el miedo nos paraliza, convertimos en síntomas físicos y enfermedades las emociones, y entonces el miedo se puede alojar en mi pecho y yo sentir que no puedo respirar, en mi estómago, pienso que si tengo diarrea también forma parte del virus, básicamente se aloja en el pecho, en la garganta, y en la sensación de que me falta el aire, que no puedo respirar.

Hernández Lizárraga

A eso se suma que la gente se entera que cada vez más personas conocidas, cercanas o familiares, se están contagiando, se enferman o fallecen, lo cual incrementa el miedo.

Por otro lado, la gente no está bien informada y tiene la sensación o creencia de pensar si es real o no las cifras de casos que se manejan.

Es tanta la desinformación y confusión, que hay personas que inclusive no creen que exista el virus; me ha tocado pacientes que me dicen, me siento mal, pero el doctor me dijo que el virus no existe y que te pone tal o cual medicina y con eso me voy a sentir mejor, lo interpretan como si fuera una gripa.

Hernández Lizárraga


Foto: Jesús Guzmán │ El Sol de Mazatlán

UNA NUEVA REALIDAD

Más que una “nueva normalidad”, Hernández Lizárraga prefiere usar el término “nueva realidad”, para describir el contexto después de la cuarentena, y que implica carencia económica, desempleo e inseguridad, lo cual se prevé afectará toda la estructura emocional del individuo.

Se trata de una multipérdida que acentuará la “pandemia emocional”, ya que no sólo se pierde la vida cotidiana, de ir a trabajar o ir a la escuela, las vacaciones o los planes de una graduación, sino que también se está perdiendo los contactos sociales, ya no se ve al amigo, a los compañeros y a los familiares.

Son pérdidas emocionales para cada quien, pero la peor de las pérdidas, estoy perdiendo a personas que amo y a la vez están perdiendo la vida; todos esos duelos acumulados van a requerir no acompañamiento, sino intervención sicológica y en crisis.

Hernández Lizárraga

Actualmente, el sicólogo acompaña a la persona para que disminuya sus estados emocionales de ansiedad y de crisis emocional, así como estados de violencia intrafamiliar en los hogares, pero una vez que se levante la cuarentena, la suma de estos duelos afectará no nada más a nivel individual o familiar, sino también como comunidad, por lo que el problema se tendrá que abordar de manera sicosocial, concluyó.

CIFRA

Sicólogos atienden hasta 10 personas al día con problemas de ansiedad y crisis emocional, por el confinamiento en sus hogares.

POBLACIÓN LABORAL

Mientras que en Europa, la mayoría de los fallecimientos por coronavirus Covid-19 son adultos de más de 70 años de edad, en México es a partir de los 40, que son personas económicamente activas y productivas.


Lee más aquí

Mazatlán, Sin.- La resiliencia entendida como la capacidad para enfrentar la adversidad de manera individual o en comunidad, será la clave para sobrevivir en la nueva realidad que deja a su paso la pandemia del coronavirus Covid-19, tras el shock, el miedo, la angustia e incertidumbre del confinamiento; asegura la sicóloga Bertha Hernández Lizárraga, especialista en salud laboral y emocional.

Si lo pusiéramos en un orden natural, podríamos decir que el principal miedo es el miedo al contacto, a enfermarme, a perder la vida o que las personas que yo amo se contagien y se enfermen, ese es un miedo que está latente, pero un miedo que es real es el de la condición económica, laboral, y el hecho de que como trabajador, emprendedor o empresario, las condiciones económicas están cambiando, no solamente aquí, sino en el mundo.

Hernández Lizárraga

La también expresidenta del Colegio de Sicólogos de Mazatlán, señala que lo primero es tomar en cuenta que la pandemia del coronavirus es una condición global, que está afectando a todo el mundo, así como local, familiar o individual, y que la incertidumbre que viene es cómo se va a sobrevivir y sostener en la nueva realidad, después de la cuarentena.

Y este contexto, agregó, no sólo dependerá de las acciones de un individuo, sino de las decisiones de quienes gobiernan, de las acciones que emprendan para reactivar la economía, y en qué condiciones la gente se va a tener que adaptar a esa nueva normalidad.

Sobre todo en el sector turístico, qué medidas se van a tomar para que los turistas, comensales, puedan acudir con otras condiciones de cuidado y de protección, de tomar las medidas preventivas adecuadas, las que indiquen el sector Salud y las áreas de sanidad.

Hernández Lizárraga

En este caso, indicó, se va a tener que trabajar mucho en la cuestión de pensar en los talentos y capacidades de cada persona, diversificar lo que saben hacer y lo que pueden aprender.

En el peor de los contextos, refiere, se prevé que al duelo y a la pérdida de la salud y los decesos de seres queridos, se sume el desempleo, lo cual generará un problema sicosocial que puede llevar a que los robos se disparen, y que se presenten saqueos a comercios.

No es de extrañar que también se puedan presentar acciones de saqueos, por ejemplo a comercios, porque podemos pasar de la sensación de indefensión, porque estamos en un estado de indefensión, del siento que no voy a poder defenderme, a reaccionar para sobrevivir, aunque cuando no haya hecho algo ilícito, la desesperación puede llevar a algunas personas, movidas por el pánico, ya no por el miedo, sino por el pánico.

Hernández Lizárraga

Por otra parte, comentó que ante el desempleo mucha gente tendrá que recurrir al autoempleo o quienes eran comerciantes formales, podrían incursionar en la informalidad.

Desafortunadamente creo que ese va a ser uno de los saldos más terribles de este virus, después de las pérdidas humanas y de la pérdida de la salud, porque la condición socioeconómica no solamente es el hecho de que ‘no tengo trabajo’, este es un problema sicosocial, porque va encadenando una cosa tras otra, al no haber empleo es muy posible que se disparen los robos, asaltos, que haya personas que presas de la desesperación nunca habían delinquido, pero ahora puedan sentirse tentados a hacerlo.

Hernández Lizárraga


De ahí que, Hernández Lizárraga considera que las acciones y decisiones del gobierno y el sector empresarial para reactivar la economía, determinarán el contexto que se vivirá en los próximos meses.

MIEDO, ANGUSTIA Y CONFUSIÓN

Betty Hernández dijo que la situación de confinamiento trajo consigo consecuencias emocionales para cada persona, sobre todo porque es un evento inédito en la historia personal, como comunidad y país, porque aunque el mundo ha padecido muchas pandemias, en lo local nunca se había tenido tan cerca.

La referencia más cercana es la influenza del 2009, pero que no tuvo tantas secuelas como el coronavirus, que ha colocado a Sinaloa como una de las entidades más golpeadas en contagios, enfermedad y decesos en México.

De acuerdo a las atenciones y acompañamiento que realizan los sicólogos en esta cuarentena, las reacciones van desde el shock hasta el miedo y la angustia, al grado que muchos pacientes que no tienen el virus y que se hicieron la prueba, presentan todos los síntomas como resultado del miedo a la enfermedad.

Foto: Jesús Guzmán │ El Sol de Mazatlán

El miedo lo podemos usar de manera funcional o disfuncional, si lo usamos de manera funcional nos ayuda a aceptar las medidas de prevención o autocuidado, de verlo de una manera distinta: ‘no estoy encerrado en mi casa, estoy a salvo’; pero cuando el miedo nos paraliza, convertimos en síntomas físicos y enfermedades las emociones, y entonces el miedo se puede alojar en mi pecho y yo sentir que no puedo respirar, en mi estómago, pienso que si tengo diarrea también forma parte del virus, básicamente se aloja en el pecho, en la garganta, y en la sensación de que me falta el aire, que no puedo respirar.

Hernández Lizárraga

A eso se suma que la gente se entera que cada vez más personas conocidas, cercanas o familiares, se están contagiando, se enferman o fallecen, lo cual incrementa el miedo.

Por otro lado, la gente no está bien informada y tiene la sensación o creencia de pensar si es real o no las cifras de casos que se manejan.

Es tanta la desinformación y confusión, que hay personas que inclusive no creen que exista el virus; me ha tocado pacientes que me dicen, me siento mal, pero el doctor me dijo que el virus no existe y que te pone tal o cual medicina y con eso me voy a sentir mejor, lo interpretan como si fuera una gripa.

Hernández Lizárraga


Foto: Jesús Guzmán │ El Sol de Mazatlán

UNA NUEVA REALIDAD

Más que una “nueva normalidad”, Hernández Lizárraga prefiere usar el término “nueva realidad”, para describir el contexto después de la cuarentena, y que implica carencia económica, desempleo e inseguridad, lo cual se prevé afectará toda la estructura emocional del individuo.

Se trata de una multipérdida que acentuará la “pandemia emocional”, ya que no sólo se pierde la vida cotidiana, de ir a trabajar o ir a la escuela, las vacaciones o los planes de una graduación, sino que también se está perdiendo los contactos sociales, ya no se ve al amigo, a los compañeros y a los familiares.

Son pérdidas emocionales para cada quien, pero la peor de las pérdidas, estoy perdiendo a personas que amo y a la vez están perdiendo la vida; todos esos duelos acumulados van a requerir no acompañamiento, sino intervención sicológica y en crisis.

Hernández Lizárraga

Actualmente, el sicólogo acompaña a la persona para que disminuya sus estados emocionales de ansiedad y de crisis emocional, así como estados de violencia intrafamiliar en los hogares, pero una vez que se levante la cuarentena, la suma de estos duelos afectará no nada más a nivel individual o familiar, sino también como comunidad, por lo que el problema se tendrá que abordar de manera sicosocial, concluyó.

CIFRA

Sicólogos atienden hasta 10 personas al día con problemas de ansiedad y crisis emocional, por el confinamiento en sus hogares.

POBLACIÓN LABORAL

Mientras que en Europa, la mayoría de los fallecimientos por coronavirus Covid-19 son adultos de más de 70 años de edad, en México es a partir de los 40, que son personas económicamente activas y productivas.


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