/ sábado 6 de julio de 2019

Recolección de la basura: ‘alguien tiene que hacerlo’

Isaac Corona Aguilar, es uno de los 200 trabajadores de Servicios Públicos Municipales, que en tres turnos limpian la ciudad de todo tipo de desechos

Mazatlán,Sin.- Desde hace 10 años, todos los días recorre las calles de Mazatlán para recoger lo que en los hogares ya no quieren y que resulta todo un problema de contaminación, en caso de que se acumule.

A paso lento, en ocasiones rápido y muchas veces colgado de un camión recolector de basura, Isaac Corona Aguilar pierde la cuenta de los tramos que transita, que pueden ser entre 10 y hasta 15 kilómetros diariamente.

Su cargo es “peón”, un puesto que se ha ganado por el tiempo de laborar en la dirección de Servicios Públicos Municipales, donde tiene la encomienda de retirar los desechos de una de las zonas más pobladas de Mazatlán, en la que se hallan por lo menos 10 asentamientos del norte de la ciudad.

Precisamente, es la ruta del fraccionamiento Prados del Sol donde empieza su ardua labor, siempre acompañado de un “chalan” recolector de basura y un chofer que conduce uno de los 46 camiones, con los que cuenta la actual administración municipal.

El calor que se deja sentir en el puerto lo orilla a hidratarse de manera constante.

El trabajo

A las 6:00 de la mañana, Isaac inicia sus labores, que durante el día se extienden por 8 horas, periodo que corresponde a uno de los 3 turnos de la recolección de basura que hay en Mazatlán.

El crecimiento que ha tenido el puerto en los últimos 10 años repercute en el parque vehicular de camiones de basura, que no se dan abasto por el número de asentamientos, que corresponde a alrededor de 460, entre colonias, fraccionamientos y rancherías.

“Obviamente las periferias tienen un mayor crecimiento y no es suficiente que un sólo vehículo pueda alcanzar a llegar a todos esos lugares, por el mismo crecimiento que presentan”.

Hacienda del Seminario, Santa Fe, Pradera Dorada, precisó, son algunos de los puntos con mayor demanda de recolección, ya que constantemente están en construcción de nuevos hogares.


Desde temprana hora, Corona Aguilar llega a los domicilios por la basura.

Basura por todos lados

En bolsas, costales y hasta en cajas, Isaac recoge la basura que se halla acumulada en las banquetas, que se encuentran justamente afuera de cada domicilio que visita.

Los desechos recolectados son identificados como “domésticos”, pues son los que normalmente se genera en una casa, que cada dos días, desecha entre 2 y 4 bolsas.

Entre los envoltorios de plástico, dice, puede encontrarse todo tipo de basura, que va desde el papel, seguido de recipientes como botellas y toda clase de desperdicios orgánicos.

Él y sus compañeros se dan a la tarea de separar algunos de los desechos, principalmente aquellos que se puedan reciclar y que puedan generar una ganancia.


Diariamente, el joven recolector retira alrededor de 10 toneladas de basura.

Basura útil

Además del reciclado, menciona, hay otros objetos que encuentran entre los desechos, que para algunos pudiera ser simplemente basura, mientras que para él y sus compañeros resultan ser un “tesoro”.

Es su familia la que hace uso de todos esos objetos que aun son útiles, al encontrarse en un estado óptimo en su funcionamiento.

“Celulares, tablets, es lo que nos hemos encontrado entre los desechos, los cuales al llegar a la casa los encendemos y nos damos cuenta que sirven, que aún funcionan”.

Inclusive, comenta, ha encontrado hasta piezas de oro o plata, que resultan un ingreso extra para ese día, que normalmente no se tiene y se aprovecha para llevar a la familia a comer.


Alguien tiene que hacerlo

En el recorrido no pueden faltar los olores fétidos que despiden los desperdicios recolectados, así como el sudor que en esta época del año origina el transitar bajo los rayos del sol.

El joven recolector de basura detiene el paso para dar un sorbo a un galón de agua de jamaica, y así poder continuar con la rutina de una labor que alguien tiene que hacer.

“Es un trabajo noble, alguien tiene que hacerlo, regularmente mucha gente no se atreve a juntar su propia basura, que nosotros hacemos a veces sí molestos, porque el calor es muy fuerte en estos días”.

Su trabajo, la mayoría de las veces no es tomado en cuenta, y más si se trata de recoger envoltorios en los que se hallan desechos como vidrios u otro tipo de materiales que pueden lesionarlos.


Gente agradecida

Para Isaac no todas las personas son iguales, pues una mínima parte son agradecidas por llevarse la basura que han acumulado durante dos días en sus viviendas.

En el recorrido de al menos cuatro cuadras, dos personas, un hombre y una mujer, se acercaron para demostrar su agradecimiento, que se vio reflejado con el obsequio de algunas monedas.

Una botellita con agua fue otro de los “regalos” que le dio otra mujer, mientras retiraba alrededor de 5 bolsas que se hallaban por la avenida principal del fraccionamiento.

El dinero acumulado, así como el obtenido por el reciclado de los desechos recabados, es repartido en tres partes iguales una vez concluida la jornada de trabajo.


Un día más

El reloj marca las 2:00 de la tarde, han pasado 8 horas, y para ese entonces Isaac junto con sus compañeros de trabajo ya se encuentra en el depósito de desechos, ubicado en la salida sur del municipio.

La jornada laboral fue cansada como todos los días, pero satisfactoria al descargar las casi 10 toneladas de basura que se generan durante dos días de toda una semana.

Esa cantidad de desechos corresponde a una mínima parte de las 600 toneladas, que diariamente recolecta todo el personal de Servicios Públicos Municipales durante los tres turnos de trabajo.

Tras cumplir con su horario, Isaac regresa a su camión, que será entregado al personal del siguiente turno, para dar continuidad a la recolección de basura en Mazatlán.


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DATOS

1,200 pesos a la semana gana un trabajador de aseo urbano.

200 trabajadores tiene Servicios Públicos Municipales en 3 turnos.

600 toneladas de basura se recolectan diariamente en Mazatlán.



Mazatlán,Sin.- Desde hace 10 años, todos los días recorre las calles de Mazatlán para recoger lo que en los hogares ya no quieren y que resulta todo un problema de contaminación, en caso de que se acumule.

A paso lento, en ocasiones rápido y muchas veces colgado de un camión recolector de basura, Isaac Corona Aguilar pierde la cuenta de los tramos que transita, que pueden ser entre 10 y hasta 15 kilómetros diariamente.

Su cargo es “peón”, un puesto que se ha ganado por el tiempo de laborar en la dirección de Servicios Públicos Municipales, donde tiene la encomienda de retirar los desechos de una de las zonas más pobladas de Mazatlán, en la que se hallan por lo menos 10 asentamientos del norte de la ciudad.

Precisamente, es la ruta del fraccionamiento Prados del Sol donde empieza su ardua labor, siempre acompañado de un “chalan” recolector de basura y un chofer que conduce uno de los 46 camiones, con los que cuenta la actual administración municipal.

El calor que se deja sentir en el puerto lo orilla a hidratarse de manera constante.

El trabajo

A las 6:00 de la mañana, Isaac inicia sus labores, que durante el día se extienden por 8 horas, periodo que corresponde a uno de los 3 turnos de la recolección de basura que hay en Mazatlán.

El crecimiento que ha tenido el puerto en los últimos 10 años repercute en el parque vehicular de camiones de basura, que no se dan abasto por el número de asentamientos, que corresponde a alrededor de 460, entre colonias, fraccionamientos y rancherías.

“Obviamente las periferias tienen un mayor crecimiento y no es suficiente que un sólo vehículo pueda alcanzar a llegar a todos esos lugares, por el mismo crecimiento que presentan”.

Hacienda del Seminario, Santa Fe, Pradera Dorada, precisó, son algunos de los puntos con mayor demanda de recolección, ya que constantemente están en construcción de nuevos hogares.


Desde temprana hora, Corona Aguilar llega a los domicilios por la basura.

Basura por todos lados

En bolsas, costales y hasta en cajas, Isaac recoge la basura que se halla acumulada en las banquetas, que se encuentran justamente afuera de cada domicilio que visita.

Los desechos recolectados son identificados como “domésticos”, pues son los que normalmente se genera en una casa, que cada dos días, desecha entre 2 y 4 bolsas.

Entre los envoltorios de plástico, dice, puede encontrarse todo tipo de basura, que va desde el papel, seguido de recipientes como botellas y toda clase de desperdicios orgánicos.

Él y sus compañeros se dan a la tarea de separar algunos de los desechos, principalmente aquellos que se puedan reciclar y que puedan generar una ganancia.


Diariamente, el joven recolector retira alrededor de 10 toneladas de basura.

Basura útil

Además del reciclado, menciona, hay otros objetos que encuentran entre los desechos, que para algunos pudiera ser simplemente basura, mientras que para él y sus compañeros resultan ser un “tesoro”.

Es su familia la que hace uso de todos esos objetos que aun son útiles, al encontrarse en un estado óptimo en su funcionamiento.

“Celulares, tablets, es lo que nos hemos encontrado entre los desechos, los cuales al llegar a la casa los encendemos y nos damos cuenta que sirven, que aún funcionan”.

Inclusive, comenta, ha encontrado hasta piezas de oro o plata, que resultan un ingreso extra para ese día, que normalmente no se tiene y se aprovecha para llevar a la familia a comer.


Alguien tiene que hacerlo

En el recorrido no pueden faltar los olores fétidos que despiden los desperdicios recolectados, así como el sudor que en esta época del año origina el transitar bajo los rayos del sol.

El joven recolector de basura detiene el paso para dar un sorbo a un galón de agua de jamaica, y así poder continuar con la rutina de una labor que alguien tiene que hacer.

“Es un trabajo noble, alguien tiene que hacerlo, regularmente mucha gente no se atreve a juntar su propia basura, que nosotros hacemos a veces sí molestos, porque el calor es muy fuerte en estos días”.

Su trabajo, la mayoría de las veces no es tomado en cuenta, y más si se trata de recoger envoltorios en los que se hallan desechos como vidrios u otro tipo de materiales que pueden lesionarlos.


Gente agradecida

Para Isaac no todas las personas son iguales, pues una mínima parte son agradecidas por llevarse la basura que han acumulado durante dos días en sus viviendas.

En el recorrido de al menos cuatro cuadras, dos personas, un hombre y una mujer, se acercaron para demostrar su agradecimiento, que se vio reflejado con el obsequio de algunas monedas.

Una botellita con agua fue otro de los “regalos” que le dio otra mujer, mientras retiraba alrededor de 5 bolsas que se hallaban por la avenida principal del fraccionamiento.

El dinero acumulado, así como el obtenido por el reciclado de los desechos recabados, es repartido en tres partes iguales una vez concluida la jornada de trabajo.


Un día más

El reloj marca las 2:00 de la tarde, han pasado 8 horas, y para ese entonces Isaac junto con sus compañeros de trabajo ya se encuentra en el depósito de desechos, ubicado en la salida sur del municipio.

La jornada laboral fue cansada como todos los días, pero satisfactoria al descargar las casi 10 toneladas de basura que se generan durante dos días de toda una semana.

Esa cantidad de desechos corresponde a una mínima parte de las 600 toneladas, que diariamente recolecta todo el personal de Servicios Públicos Municipales durante los tres turnos de trabajo.

Tras cumplir con su horario, Isaac regresa a su camión, que será entregado al personal del siguiente turno, para dar continuidad a la recolección de basura en Mazatlán.


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DATOS

1,200 pesos a la semana gana un trabajador de aseo urbano.

200 trabajadores tiene Servicios Públicos Municipales en 3 turnos.

600 toneladas de basura se recolectan diariamente en Mazatlán.



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