Mazatlan, Sin.- Una enfermedad que no distingue sexo, edad, ni condición socioeconómica, llegó un día a la familia de Jade Sánchez; el cáncer había invadido el cuerpo de familiares, seres queridos y amigos cercanos. Fue esa triste situación la que la llevó a formar “Artesanas trabajando con el corazón”, una actividad humanitaria que se convirtió en la fortuna de otras.
Hace un año comenzó el sueño de elaborar pelucas oncológicas para niñas y mujeres con cáncer, jamás imaginó que en tan poco tiempo crecería tanto y que ayudaría a la cantidad de personas que hasta el día de hoy ha beneficiado. La experiencia de más de tres décadas como profesional en la asesoría de la imagen a través de su estética, le ayudaron para emprender su aventura.
El cáncer llegó a la familia, toqué puertas a fundaciones en las que yo apoyaba desde hace siete u ocho años atrás, yo juntaba cabello y se los llevaba, les rogamos como quien dice, duramos como tres meses rogándoles y pues dije: yo sé hacer pelucas artísticas
Jade Sánchez
Decepcionada de la ayuda que durante muchos años ofreció a fundaciones brindándoles materia prima para la fabricación de pelucas, fue determinante para animarse a realizar tan noble labor, por la cual no cobra ni un sólo peso.
Inclusive íbamos a tirar la toalla en febrero, cuando falleció la primer paciente, nos dolió, pedimos peluca para ella y ayudamos mucho a esa fundación, yo entregué cabello, muchísimo, y ella no se quería morir pelona
Jade Sánchez
Junto a su pareja, Pablo Lira, inició a trabajar en dicho taller, que posteriormente se convertiría en una asociación civil. El pasado 28 de enero cumplieron un año como asociación y han logrado entregar más de 50 pelucas de cabello natural.
El cabello y material para su fabricación lo obtiene mediante la donación de sus clientas y el público en general, que conoce el trabajo que en su taller se realiza, así mismo, son las mismas pacientes las que llevan su propio cabello y elaboran su pelucas que son 100% personalizadas.
A diferencia de otros lugares, donde piden cierta extensión del cabello trenzado, Jade recibe mechones desde 15 centímetros, sin importar las condiciones del cabello o si éste ha sufrido ya un proceso de decoloración.
Comenta que a su taller llegan mujeres de todas las edades, pero que la mayoría son jóvenes y niñas, algunas se cortan el cabello ahí mismo, otras ya van rapadas, pero aclara que el servicio es exclusivo para personas con cáncer, pues dice que a su puerta han llegado también personas que no tienen, más que la vanidad, la necesidad de una peluca, por lo que se ha visto en la penosa situación de negar el trabajo.
En su taller trabajan mujeres voluntarias, la mayoría de ellas víctimas del cáncer, tristemente, expresa que cuando han obtenido su peluca dejan de asistir al taller para seguir colaborando.
Voluntarias son varias, pero fijas, al cien, nada más tres, cuando tenemos más es cuando viene familia de la paciente, pero nada más obtienen la peluca y ya no vienen, obtienen lo que quieren y ya no regresan
Jade Sánchez
Elaborar una peluca parece simple, pero en realidad es un trabajo que requiere de dedicación y práctica. Asistiendo al taller diariamente, mínimamente dos horas, y trabajando con constancia se puede terminar una peluca, de principio a fin, en una semana.
Tiene mucho proceso, hay que pegar el cabello en la hoja, se pasa por la máquina, luego se aplica pegamento para sellar, ya seco se retirara el papel y la cinta, así es como se obtiene una cortina, después se pega en el gorrito, al final solo hay que lavarla, probársela a la paciente y moldearla
Jade Sánchez
De siete a ocho metros de cortina de cabello se necesitan para fabricar una sola peluca. Con el paso del tiempo, fueron perfeccionando la técnica para pegar y cocer el cabello, los resultados obtenidos no le piden nada a las pelucas de fábrica.
En un principio distribuían solamente pelucas en el puerto, pero la voz se fue corriendo y ahora envían a otros municipios, entre ellos Tijuana, Guasave, los Mochis, Mocorito, Culiacán; otros estados de la república como Baja California norte y Guadalajara, además de Los Ángeles, California.
Se han contactado al taller personas que asistían a otras fundaciones donde no obtuvieron pronta respuesta para adquirir una postiza. Donar cabello y elaborar pelucas ha pasado de ser un acto de caridad a una oportunidad de lucrar a costa de la necesidad de los demás, pues los costos de éstas pueden alcanzan los miles de pesos.
Para ser beneficiada con una peluca no se necesita más que ir a solicitarla al taller, y si se tiene la posibilidad y manera, apoyar con material: maniquí, gorrito, maya, elástico, hilo, aguja, cinta y cabello, entre otros.
Jade comenta que hay gran cantidad de cabello y donadores de éste insumo, pero lo que falta es la donación de mano de obra, voluntarias y voluntarios, con las ganas de aprender y ayudar obsequiando cuando mínimo dos horas de su tiempo al día, para sacar adelante el trabajo.
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Taller
El taller de Artesanas trabajando con el corazón AC, se ubica en la calle Guillermo Nelson número 1908, entre Genaro Estrada y Melchor Ocampo, colonia Centro. Para pedir información como voluntaria o beneficiada solamente hay que marcar al número 6691487094, a través de la página de facebook: Artesanas Trabajando con el Corazón o acudir a Estética “Jade”, en la dirección arriba mencionada.
Datos
30 años de experiencia como estilista tiene Jade.
50 pelucas de cabello natural entregadas.
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