Mazatlán, Sinaloa.- La mala temporada de pesca ha generado que las congeladoras de Mazatlán estén recortando personal en plena zafra.
Para Lourdes, quien tiene 51 años procesando camarón, ha sido una de las temporadas más difíciles de la historia de Mazatlán, ya que la mayoría de la flota camaronera termina las capturas hasta marzo, y ahora el 70% lo hizo en diciembre.
Con una gran pasión por su trabajo, recordó que a los ocho años de edad, empezó a trabajar en una congeladora y a los 59 sigue en la misma actividad, y asegura, que continuará mientras Dios se lo permita.
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En todos estos años ha visto pasar muchas temporadas, pero ninguna como la actual, hace algunos años procesaban 17 toneladas al día, y ahora, apenas sí han alcanzado en los mejores días 12 toneladas, y en los días malos de los 600 kilos a una tonelada.
El trabajo en la congeladora es tiempo completo, ahorita no hay, pero cuando había mucho camarón, salíamos hasta las tres de la mañana, sin importar la Navidad y Año Nuevo.
Debido a su gran experiencia, Lourdes, que tiene el puesto de mayordoma y 15 años de trabajar en la Pesquería 15 de Septiembre, reconoció que hay muchas plantas paradas y algunas están dando valor agregado, actividad que hacen durante la veda.
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El patrón nos está metiendo este camarón para darle un valor agregado, que es pelado y desvenado y también es producto de exportación.
Lourdes.
Lourdes destacó, que la planta es una de las pocas que tienen todas las prestaciones de Ley, como Seguro Social, Infonavit, utilidades y aguinaldo.
Lourdes dijo, que con su trabajo ha podido salir adelante, tiene casa y ha podido dar a sus hijos lo necesario para vivir, ya que tienen el sueldo mínimo más el destajo.
“Tenemos un salario mínimo y la charola nos la pagan a cuatro pesos, hay unas que llegan a hacer hasta las 500, 400 300, 200 charolas al día”, expresó.
Indicó, que en este trabajo se requiere mucha habilidad con las manos, rapidez y cuidado, ya que el producto se manda a Estados Unidos y de todo se lleva un registro.
Siendo una niña se enseñó a empacar, descabezar y pelar el camarón y la misma abundancia que existía invitaba a trabajar en las congeladoras, ahora no cualquiera lo hace, incluso a las mujeres jóvenes no les llama la atención, “aquí la tenemos, una señora de 71 años, muy activa, y la más joven tiene 30 años”, agregó.
“A la juventud no le gusta, la gente grande que está ya se está yendo y va quedando poca gente, nosotros en esta planta estamos enseñando a la gente, pero casi no vienen jóvenes”, finalizó.