/ sábado 28 de diciembre de 2019

Juguetes mexicanos: Tradición en el olvido en Mazatlán

En el puerto existen tres establecimientos de artesanías, que dejaron de adquirir productos de madera por el poco interés que tiene la gente

Mazatlán Sin.- Entre la década de los 80’s y 90’s del siglo pasado, los juguetes de madera y aluminio eran muy demandados, principalmente para las celebraciones del Día del Niño, Navidad y Día de Reyes.




Fotos: José Luis Rodríguez | El Sol de Mazatlán

El comerciante, Alejandro Bernal Reyes, recuerda que ese tipo de objetos, considerados como de recreación, formaban parte de la diversión de los más pequeños de la casa.

Los juguetes de antaño, precisa, eran fabricados de madera y aluminio, por lo que sus costos no eran tan elevados como los de plástico, que aún permanecen en el mercado.

Los precios, comenta, eran variados, pues se podían adquirir muñequitos de un mínimo de 50 centavos hasta 10 pesos, que eran los que tenían más detalles en su elaboración.

La diversión de niñas y niños casi 50 años atrás era otra, y más si se conjugaba con los juegos que había en ambas épocas, que difícilmente algunos de ellos son practicados por la niñez de hoy en día.

Encantados, el avioncito y las escondidas, señala, son algunas de las actividades en las que mayormente participaban los pequeños, ya sea en la escuela o en la calle cercana a la casa.

Había otros juegos, como el “changalai”, en el que la niñez pasaba horas sin que se aburriera, sin que los papás tuvieran que desembolsar sus billeteras para tenerlos entretenidos.

Bernal Reyes reconoció que sólo bastaba tener un par de pedazos de palo de escoba y un “pocito” en el suelo, para aventar uno de los maderos al aire y así ganar el que lograra atraparlos con mayor frecuencia.

SENCILLEZ

Sin mayor uso más que el de las manos, los juguetes de antaño eran y son los objetos con los que los niños logranaprender a desenvolverse física y mentalmente.

El maniobrar un balero, un yoyo o un trompo, asegura, hace que los niños tengan confianza en sí mismos y que a su vez hará que puedan cumplir con el fin que tiene cada uno de esos juguetes.

Inclusive, el poder meter una canica a un agujero en el piso, hace que los pequeños tengan paciencia con ellos mismos, además de que adiestran su habilidad motora.

Todos estos juguetes son fundamentales en la infancia de una persona, principalmente la de los varones, quienes lo ven como parte de su formación motriz.

Además de la agilización de movimientos, asegura, hay juguetes de antaño que resultan ser didácticos, los cuales tienen que ver con la mente a través del armado de piezas, que resultan entretenidos.

La formación de cubos, siempre de madera, ya sea por colores o números, precisa, son piezas que hoy en día casi ya no se ven en las jugueterías de la región.

Entre todos esos juguetes, que tienen el fin de la enseñanza, aseveró, se encuentran los rompecabezas de mapas, que no tienen nada que ver con los tradicionales que están conformados por cientos de piezas.

Con dicho objeto, reconoce, las niñas o niños aprenden a identificar el país donde viven, así como los estados que lo conforman y la ubicación de cada uno de ellos.

DE MÉXICO PARA EL MUNDO

La mayoría de los juguetes de madera, que no sólo llegan al puerto, sino a cada uno de los rincones del país, son fabricados por manos artesanales del Estado de México.

Entre los juguetes típicos de la República Mexicana se encuentran los baleros, los trompos y los yoyos, todos elaborados con madera barnizada con colores llamativos.

Otros objetos que también forman parte de la juguetería mexicana son los tambores, las guitarras, los carritos y los tradicionales títeres, además de las muñecas de trapo.

De acuerdo a la tienda Mercado de Artesanías, un trompo puede ser comprado a 25 pesos la pieza, mientras que un yoyo se puede adquirir a 30 pesos, al igual que un tambor.

DESAPARECEN DEL MERCADO

Desde hace 5 años, tres de los establecimientos comerciales más grandes de artesanías que hay en Mazatlán, dejaron de adquirir para su venta los juguetes de madera.

La comerciante Ana Padrón, encargada de una de las tiendas que se encuentra en el primer cuadro de la ciudad, menciona que se han dejado de vender porque la gente ya no los procura.

En los últimos dos años, comentó, fueron escasas las personas que buscaban dichos artículos, porque previamente se los habían encargado a sus hijos en la escuela.

En la actualidad, menciona, es poca la juguetería de madera o lámina que tienen en existencia, la cual difícilmente sale del aparador por el poco interés que le tiene la gente.

Los tiempos cambian

La comerciante, reconoce, los avances tecnológicos han sido factor para que hoy en día la niñez deje de interesarse por ese tipo de juguete, al preferir otras opciones que le resultan más llamativas.

Las navidades de hace 10 años, recuerda, eran otras, pues los papás gastaban su aguinaldo en lo que en ese entonces estaba de moda, y ahora el desembolse es mayor con los regalos que ahora piden las niñas y niños.


Las muñecas y los carritos quedaron a un lado, ahora los chiquitines se aferran a que les tengas que comprar lo que ellos quieren, y la mayoría de lo que piden tiene que ver con la tecnología

Bernal Reyes


De un carrito de madera, que tiene un precio de 50 pesos, señala, los pequeños optan porque sus papás gasten mínimo 800 pesos en una tableta electrónica, o hasta 2 mil 500 en un teléfono celular que contiene diversas aplicaciones.

PIEZAS DE MUSEO

Ana Padrón no descarta que en un futuro no muy lejano, la juguetería mexicana sea sólo un recuerdo de las personas que en su infancia la utilizaron para divertirse.

En la tienda que dirige, reconoce, son los extranjeros los que le dan un valor a ese tipo de artículos, que adquieren como una pieza que será para adornar sus hogares.


Te puede interesar: Ejército de Salvación de Mazatlán inicia colecta navideña



Raramente, asegura, hay personas de la localidad que logran llevarse algún yoyo o trompo, para explicar a sus hijos que ese era el juguete que utilizaban en su niñez.

A unos días que concluya el año, señala, sólo una persona se ha acercado a la tienda para preguntar por un carrito de madera, que asegura adquirirá como regalo para el día de Reyes Magos.

DATOS

50 pesos es el precio de un carrito de madera.

2,500 pesos cuesta un celular, de los más baratos.

1,500 pesos cuesta una tablet

PRECIOS BAJOS

Los juguetes de antaño eran fabricados de madera y aluminio, por lo que sus costos no eran tan elevados como los de plástico, que aún permanecen en el mercado.



Lee más aquí de El Sol de Mazatlán


Mazatlán Sin.- Entre la década de los 80’s y 90’s del siglo pasado, los juguetes de madera y aluminio eran muy demandados, principalmente para las celebraciones del Día del Niño, Navidad y Día de Reyes.




Fotos: José Luis Rodríguez | El Sol de Mazatlán

El comerciante, Alejandro Bernal Reyes, recuerda que ese tipo de objetos, considerados como de recreación, formaban parte de la diversión de los más pequeños de la casa.

Los juguetes de antaño, precisa, eran fabricados de madera y aluminio, por lo que sus costos no eran tan elevados como los de plástico, que aún permanecen en el mercado.

Los precios, comenta, eran variados, pues se podían adquirir muñequitos de un mínimo de 50 centavos hasta 10 pesos, que eran los que tenían más detalles en su elaboración.

La diversión de niñas y niños casi 50 años atrás era otra, y más si se conjugaba con los juegos que había en ambas épocas, que difícilmente algunos de ellos son practicados por la niñez de hoy en día.

Encantados, el avioncito y las escondidas, señala, son algunas de las actividades en las que mayormente participaban los pequeños, ya sea en la escuela o en la calle cercana a la casa.

Había otros juegos, como el “changalai”, en el que la niñez pasaba horas sin que se aburriera, sin que los papás tuvieran que desembolsar sus billeteras para tenerlos entretenidos.

Bernal Reyes reconoció que sólo bastaba tener un par de pedazos de palo de escoba y un “pocito” en el suelo, para aventar uno de los maderos al aire y así ganar el que lograra atraparlos con mayor frecuencia.

SENCILLEZ

Sin mayor uso más que el de las manos, los juguetes de antaño eran y son los objetos con los que los niños logranaprender a desenvolverse física y mentalmente.

El maniobrar un balero, un yoyo o un trompo, asegura, hace que los niños tengan confianza en sí mismos y que a su vez hará que puedan cumplir con el fin que tiene cada uno de esos juguetes.

Inclusive, el poder meter una canica a un agujero en el piso, hace que los pequeños tengan paciencia con ellos mismos, además de que adiestran su habilidad motora.

Todos estos juguetes son fundamentales en la infancia de una persona, principalmente la de los varones, quienes lo ven como parte de su formación motriz.

Además de la agilización de movimientos, asegura, hay juguetes de antaño que resultan ser didácticos, los cuales tienen que ver con la mente a través del armado de piezas, que resultan entretenidos.

La formación de cubos, siempre de madera, ya sea por colores o números, precisa, son piezas que hoy en día casi ya no se ven en las jugueterías de la región.

Entre todos esos juguetes, que tienen el fin de la enseñanza, aseveró, se encuentran los rompecabezas de mapas, que no tienen nada que ver con los tradicionales que están conformados por cientos de piezas.

Con dicho objeto, reconoce, las niñas o niños aprenden a identificar el país donde viven, así como los estados que lo conforman y la ubicación de cada uno de ellos.

DE MÉXICO PARA EL MUNDO

La mayoría de los juguetes de madera, que no sólo llegan al puerto, sino a cada uno de los rincones del país, son fabricados por manos artesanales del Estado de México.

Entre los juguetes típicos de la República Mexicana se encuentran los baleros, los trompos y los yoyos, todos elaborados con madera barnizada con colores llamativos.

Otros objetos que también forman parte de la juguetería mexicana son los tambores, las guitarras, los carritos y los tradicionales títeres, además de las muñecas de trapo.

De acuerdo a la tienda Mercado de Artesanías, un trompo puede ser comprado a 25 pesos la pieza, mientras que un yoyo se puede adquirir a 30 pesos, al igual que un tambor.

DESAPARECEN DEL MERCADO

Desde hace 5 años, tres de los establecimientos comerciales más grandes de artesanías que hay en Mazatlán, dejaron de adquirir para su venta los juguetes de madera.

La comerciante Ana Padrón, encargada de una de las tiendas que se encuentra en el primer cuadro de la ciudad, menciona que se han dejado de vender porque la gente ya no los procura.

En los últimos dos años, comentó, fueron escasas las personas que buscaban dichos artículos, porque previamente se los habían encargado a sus hijos en la escuela.

En la actualidad, menciona, es poca la juguetería de madera o lámina que tienen en existencia, la cual difícilmente sale del aparador por el poco interés que le tiene la gente.

Los tiempos cambian

La comerciante, reconoce, los avances tecnológicos han sido factor para que hoy en día la niñez deje de interesarse por ese tipo de juguete, al preferir otras opciones que le resultan más llamativas.

Las navidades de hace 10 años, recuerda, eran otras, pues los papás gastaban su aguinaldo en lo que en ese entonces estaba de moda, y ahora el desembolse es mayor con los regalos que ahora piden las niñas y niños.


Las muñecas y los carritos quedaron a un lado, ahora los chiquitines se aferran a que les tengas que comprar lo que ellos quieren, y la mayoría de lo que piden tiene que ver con la tecnología

Bernal Reyes


De un carrito de madera, que tiene un precio de 50 pesos, señala, los pequeños optan porque sus papás gasten mínimo 800 pesos en una tableta electrónica, o hasta 2 mil 500 en un teléfono celular que contiene diversas aplicaciones.

PIEZAS DE MUSEO

Ana Padrón no descarta que en un futuro no muy lejano, la juguetería mexicana sea sólo un recuerdo de las personas que en su infancia la utilizaron para divertirse.

En la tienda que dirige, reconoce, son los extranjeros los que le dan un valor a ese tipo de artículos, que adquieren como una pieza que será para adornar sus hogares.


Te puede interesar: Ejército de Salvación de Mazatlán inicia colecta navideña



Raramente, asegura, hay personas de la localidad que logran llevarse algún yoyo o trompo, para explicar a sus hijos que ese era el juguete que utilizaban en su niñez.

A unos días que concluya el año, señala, sólo una persona se ha acercado a la tienda para preguntar por un carrito de madera, que asegura adquirirá como regalo para el día de Reyes Magos.

DATOS

50 pesos es el precio de un carrito de madera.

2,500 pesos cuesta un celular, de los más baratos.

1,500 pesos cuesta una tablet

PRECIOS BAJOS

Los juguetes de antaño eran fabricados de madera y aluminio, por lo que sus costos no eran tan elevados como los de plástico, que aún permanecen en el mercado.



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