/ sábado 25 de mayo de 2019

Huaraches, oficio y sustento de más de 40 años

El trabajo lo aprendió de sus dos hermanos mayores, con quienes desde niño inició a trabajar

Escuinapa.- La fabricación de huaraches, un oficio tradicional en el municipio de Escuinapa, ha sido el sustento de Guadalupe Rojas Salas, quien durante más de 40 años se ha dedicado a esta labor, que también se considera como un arte en la cultura escuinapense.

Don “Lupe”, como se le conoce, comentó que este oficio lo inició por enseñanza de sus dos hermanos mayores, Aurelio y Florentino, con quienes desde corta edad inició como ayudante en sus talleres.

Mis hermanos fueron huaracheros, fui ayudante de ellos, somos una familia de huaracheros prácticamente; desde los 12 o 13 años inicié a trabajar con ellos, ya de ahí desde los 20 años inicié a trabajar yo solo, trabajaba con distintos patrones y ya hace aproximadamente 10 años inicié con mi negocio propio; ya tengo como unos 45 años dedicándome de lleno a fabricar huaraches.


Externó que del oficio de la huarachería ha salido el recurso económico para mantener a su familia, que está integrada por su esposa y cuatro hijos; estos últimos ya han aprendido del oficio, pero no se dedican a ello.

Todos mis hijos siempre me han ayudado, cada uno ha buscado otros espacios para laborar, dos están en Mexicali, uno trabaja aquí en la Coca Cola (empresa refresquera) y el último está aún estudiando, no se dedican a hacer huaraches, pero ellos si saben hacerlos.

En cuanto a la venta de este producto, Guadalupe señaló que sus huaraches han traspasado fronteras, ya que hay personas que acuden a adquirirlos para llevarlos a otros lugares del Estado y el extranjero.

Viene mucha gente de Guadalajara, de Tijuana, personas que son de aquí pero viven fuera, pues se llevan los huaraches como un recuerdo, de los Estados Unidos en las vacaciones también viene gente y hace sus pedidos para llevárselos, la mayoría piden que se les grabe en la piel el nombre de Escuinapa o Sinaloa.

Para finalizar, dijo que a pesar de que cada vez se tiene mayor número de marcas y fábricas reconocidas de huaraches, la venta de sus huaraches no se ha visto mermada hasta la fecha.

Cabe mencionar que el costo de estos huaraches es variable, de acuerdo al modelo o el estilo que el cliente guste, y pueden tener un costo desde los 70 hasta los 200 pesos.

Escuinapa.- La fabricación de huaraches, un oficio tradicional en el municipio de Escuinapa, ha sido el sustento de Guadalupe Rojas Salas, quien durante más de 40 años se ha dedicado a esta labor, que también se considera como un arte en la cultura escuinapense.

Don “Lupe”, como se le conoce, comentó que este oficio lo inició por enseñanza de sus dos hermanos mayores, Aurelio y Florentino, con quienes desde corta edad inició como ayudante en sus talleres.

Mis hermanos fueron huaracheros, fui ayudante de ellos, somos una familia de huaracheros prácticamente; desde los 12 o 13 años inicié a trabajar con ellos, ya de ahí desde los 20 años inicié a trabajar yo solo, trabajaba con distintos patrones y ya hace aproximadamente 10 años inicié con mi negocio propio; ya tengo como unos 45 años dedicándome de lleno a fabricar huaraches.


Externó que del oficio de la huarachería ha salido el recurso económico para mantener a su familia, que está integrada por su esposa y cuatro hijos; estos últimos ya han aprendido del oficio, pero no se dedican a ello.

Todos mis hijos siempre me han ayudado, cada uno ha buscado otros espacios para laborar, dos están en Mexicali, uno trabaja aquí en la Coca Cola (empresa refresquera) y el último está aún estudiando, no se dedican a hacer huaraches, pero ellos si saben hacerlos.

En cuanto a la venta de este producto, Guadalupe señaló que sus huaraches han traspasado fronteras, ya que hay personas que acuden a adquirirlos para llevarlos a otros lugares del Estado y el extranjero.

Viene mucha gente de Guadalajara, de Tijuana, personas que son de aquí pero viven fuera, pues se llevan los huaraches como un recuerdo, de los Estados Unidos en las vacaciones también viene gente y hace sus pedidos para llevárselos, la mayoría piden que se les grabe en la piel el nombre de Escuinapa o Sinaloa.

Para finalizar, dijo que a pesar de que cada vez se tiene mayor número de marcas y fábricas reconocidas de huaraches, la venta de sus huaraches no se ha visto mermada hasta la fecha.

Cabe mencionar que el costo de estos huaraches es variable, de acuerdo al modelo o el estilo que el cliente guste, y pueden tener un costo desde los 70 hasta los 200 pesos.

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