/ sábado 24 de agosto de 2019

Habitantes de Jacarandas pierden todo a causa de las lluvias

Con impotencia en la mirada, Miriam recuerda cómo ‘Ivo’ entró a su hogar y se llevó todo lo que vio a su paso; lo único que agradece a Dios es no haber perdido a algún miembro de su familia

Mazatlán, sin. - No se necesita entrar a la casa de Miriam Rodríguez para darse cuenta que la tormenta tropical ‘Ivo’ le provocó grandes pérdidas a ella y su familia. En la entrada de su hogar todavía se encuentra la ropa y edredones húmedos, e incluso algunos muebles que el agua arrastró.

Al entrar, se puede percibir la devastación, el olor a humedad es penetrante y no importa cuántos litros de cloro utilice Miriam en su afán por borrar la pesadilla que vivió, el aroma es penetrante en las paredes y el ambiente, como un recuerdo de la madrugada del jueves, donde el agua los despertó a ellos y a todos los vecinos de la colonia Jacarandas, apurados, urgidos por buscar zonas altas para no morir ahogados.

La última vez que se nos metió así fue hace como 10 años. Cuando llueve, sí se llega meter un poco, pero en esta ocasión se nos inundó hasta un metro adentro de las casas. Tenía años que no veía tanta agua, no sabía de dónde salía. Estábamos dormidos y se fue la luz, nos levantamos por el calor y fue cuando vimos que el agua corría, pero en segundos, ya el agua estaba adentro de la casa.

Miriam


Por fortuna, relata Miriam, ningún miembro de su familia, la cual está conformada por siete personas, murió durante la inundación, pero, en definitiva, el fruto del esfuerzo y trabajo de todos desapareció en cuestión de minutos; la sala, colchones, un televisor, el refrigerador, la ropa y hasta los zapatos se pudrieron. Ella desconoce cuánto tiempo le tomará reponerse.

Se fue todo, perdimos todo. Mi comedor, todo, jamás nos esperamos esto y es que no fue tanta la lluvia, creemos que abrieron las presas y estas provocaron esto. Jamás habíamos visto tanta agua, por la calle, era ridículo, flotaban los muebles de algunos vecinos, ropa, los carros fueron pérdida total. Cuando logramos subir al techo, gritamos para alertar a los demás. El agua los agarró dormidos.

Rodríguez



Con tristeza, recordó que durante la tormenta escucharon los gritos de una mujer, se trataba de la encargada de cuidar la Escuela Primaria ‘Profesor Jaime Osuna Moreno’, la cual se encuentra a unos cuantos metros de su vivienda; su esposo y dos familiares más se aventuraron a tratar de auxiliarla, llegaron nadando hasta la escuela.

Escuchábamos los gritos, la señora que tiene dos niños chiquitos, ya había sacado a sus hijos por atrás, pero ella no podía salir, el agua le llegó al cuello. Ellos nadaron, mi esposo y otros dos, la sacaron. Pobrecitos, perdió toda la escuela. Hasta hace poco el gobernador les donó un aula de cómputo y todo se perdió, así van a regresar los niños a clases, sin nada.

Miriam


Aseguró que su mayor urgencia es tener productos de limpieza; no soporta el olor, quiere desinfectar todo, pues teme que algunos de sus hijos adquieran alguna infección, por haber estado tanto tiempo expuesto a las aguas llenas de lodo.

“Estoy cansada de limpiar, ni ganas me dan viendo vacía mi casa. Pero tengo que seguirle, tengo que quitar el olor a humedad. Con lo que nos puedan ayudar, colchonetas, kits de limpieza, principalmente cloro, para desinfectar. La casa huele muchísimo a humedad, es insoportable”.

Por otro lado, reconoce la bondad de algunos vecinos, ya que, ante la contingencia, aquellos que no fueron tan afectados, apoyaron a los demás con cobijas y almohadas, ella y su familia recibió un colchón usado y algunas sabanas y almohadas para no tener que dormir en el suelo.

EL RECLAMO

Recordó que la tarde de ese mismo jueves, una vez que el nivel del agua había bajado, algunos elementos de Protección Civil pasaron por la zona, haciendo un levantamiento de las afectaciones; ya se iban y a su casa no llegaba el censo, por lo que los buscó para que vieran su hogar.



Según las autoridades nos dijeron que aquí no era zona de riesgo, como no va ser zona riesgo, tenemos vídeos, fotos de cómo se inundó. Pasaron haciendo encuestas y según dijeron que aquí no era zona de riesgo. Toda la ayuda se concentró en la 20 de noviembre, aquí también se inundó, aquí falta ayuda. Hasta que las traje a que vieran, vieron la raya en el muro y el montón de muebles tirados, el lodo, todo.

Miriam Rodríguez

Espera que las autoridades no los olviden y consideren que no son unas cuantas familias afectadas, pues son cientos las que temen la llegada de la lluvia; el sueño no ha sido el mismo, el cansancio se sigue acumulando y mientras no salga el sol no podrán secar lo poco que les quedó.




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Mazatlán, sin. - No se necesita entrar a la casa de Miriam Rodríguez para darse cuenta que la tormenta tropical ‘Ivo’ le provocó grandes pérdidas a ella y su familia. En la entrada de su hogar todavía se encuentra la ropa y edredones húmedos, e incluso algunos muebles que el agua arrastró.

Al entrar, se puede percibir la devastación, el olor a humedad es penetrante y no importa cuántos litros de cloro utilice Miriam en su afán por borrar la pesadilla que vivió, el aroma es penetrante en las paredes y el ambiente, como un recuerdo de la madrugada del jueves, donde el agua los despertó a ellos y a todos los vecinos de la colonia Jacarandas, apurados, urgidos por buscar zonas altas para no morir ahogados.

La última vez que se nos metió así fue hace como 10 años. Cuando llueve, sí se llega meter un poco, pero en esta ocasión se nos inundó hasta un metro adentro de las casas. Tenía años que no veía tanta agua, no sabía de dónde salía. Estábamos dormidos y se fue la luz, nos levantamos por el calor y fue cuando vimos que el agua corría, pero en segundos, ya el agua estaba adentro de la casa.

Miriam


Por fortuna, relata Miriam, ningún miembro de su familia, la cual está conformada por siete personas, murió durante la inundación, pero, en definitiva, el fruto del esfuerzo y trabajo de todos desapareció en cuestión de minutos; la sala, colchones, un televisor, el refrigerador, la ropa y hasta los zapatos se pudrieron. Ella desconoce cuánto tiempo le tomará reponerse.

Se fue todo, perdimos todo. Mi comedor, todo, jamás nos esperamos esto y es que no fue tanta la lluvia, creemos que abrieron las presas y estas provocaron esto. Jamás habíamos visto tanta agua, por la calle, era ridículo, flotaban los muebles de algunos vecinos, ropa, los carros fueron pérdida total. Cuando logramos subir al techo, gritamos para alertar a los demás. El agua los agarró dormidos.

Rodríguez



Con tristeza, recordó que durante la tormenta escucharon los gritos de una mujer, se trataba de la encargada de cuidar la Escuela Primaria ‘Profesor Jaime Osuna Moreno’, la cual se encuentra a unos cuantos metros de su vivienda; su esposo y dos familiares más se aventuraron a tratar de auxiliarla, llegaron nadando hasta la escuela.

Escuchábamos los gritos, la señora que tiene dos niños chiquitos, ya había sacado a sus hijos por atrás, pero ella no podía salir, el agua le llegó al cuello. Ellos nadaron, mi esposo y otros dos, la sacaron. Pobrecitos, perdió toda la escuela. Hasta hace poco el gobernador les donó un aula de cómputo y todo se perdió, así van a regresar los niños a clases, sin nada.

Miriam


Aseguró que su mayor urgencia es tener productos de limpieza; no soporta el olor, quiere desinfectar todo, pues teme que algunos de sus hijos adquieran alguna infección, por haber estado tanto tiempo expuesto a las aguas llenas de lodo.

“Estoy cansada de limpiar, ni ganas me dan viendo vacía mi casa. Pero tengo que seguirle, tengo que quitar el olor a humedad. Con lo que nos puedan ayudar, colchonetas, kits de limpieza, principalmente cloro, para desinfectar. La casa huele muchísimo a humedad, es insoportable”.

Por otro lado, reconoce la bondad de algunos vecinos, ya que, ante la contingencia, aquellos que no fueron tan afectados, apoyaron a los demás con cobijas y almohadas, ella y su familia recibió un colchón usado y algunas sabanas y almohadas para no tener que dormir en el suelo.

EL RECLAMO

Recordó que la tarde de ese mismo jueves, una vez que el nivel del agua había bajado, algunos elementos de Protección Civil pasaron por la zona, haciendo un levantamiento de las afectaciones; ya se iban y a su casa no llegaba el censo, por lo que los buscó para que vieran su hogar.



Según las autoridades nos dijeron que aquí no era zona de riesgo, como no va ser zona riesgo, tenemos vídeos, fotos de cómo se inundó. Pasaron haciendo encuestas y según dijeron que aquí no era zona de riesgo. Toda la ayuda se concentró en la 20 de noviembre, aquí también se inundó, aquí falta ayuda. Hasta que las traje a que vieran, vieron la raya en el muro y el montón de muebles tirados, el lodo, todo.

Miriam Rodríguez

Espera que las autoridades no los olviden y consideren que no son unas cuantas familias afectadas, pues son cientos las que temen la llegada de la lluvia; el sueño no ha sido el mismo, el cansancio se sigue acumulando y mientras no salga el sol no podrán secar lo poco que les quedó.




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