Mazatlán, Sin.- La falta de conocimiento y de campañas de concientización dirigidas a la población, está generando la tala indiscriminada de árboles, el relleno hormiga de esteros, la invasión de zonas de riesgo de inundación y el revestimiento de arroyos, entre ellos el Jabalines y el de Urías, señaló Fernando Manjarrez Peña, fundador de Interacción Luciérnaga y Seres Cósmicos.
Indicó que en el caso del Jabalines no solo se busca defender el Ficus que data desde hace 50 años, sino todo el manglar que queda desde la avenida Guillermo Haro Barraza hasta Insurgentes, que representa un tramo de mil metros.
Refirió que jóvenes que integran estos grupos en pro del medio ambiente, seguirán insistiendo en la importancia de informar a la población sobre la reforestación, el cuidado de la flora y fauna de la región y de los recursos con los que cuenta Mazatlán, como son esteros y manglares.
“Vamos más allá que defender el Gran Árbol, es todo el manglar, estamos a la defensa ante todo el ecocidio, de que ya no ocurra, a las ganas de educar a las personas para que conozcan el tema, se sensibilicen y protejan la flora y fauna de la región”, expresó.
Comentó que contrario a lo que se cree, destruir el mangle en los arroyos no acabará con las inundaciones de las colonias contiguas al arroyo Jabalines, sino por el contrario estas podrían presentarse con más fuerza, ya que el retiro de este tipo de plantas elimina el filtro natural del suelo, aumentando el flujo de agua que corre por su cauce.
Insistió en que hay evidencias científicas que respaldan los múltiples beneficios de los manglares en la protección de la ciudadanía frente a catástrofes ambientales como son los huracanes o inundaciones.
Los mangles fungen como una barrera natural contra el agua, además de regular el exceso absorbiéndola e infiltrando un buen porcentaje al suelo.
Indicó que se tiene conocimiento de que el proyecto de revestimiento del arroyo Jabalines se planea ejecutar hasta la avenida Insurgentes, lo cual afectaría todo el manglar que queda en esa zona, pero que a falta de presupuesto, la obra se mantiene suspendida.
Señaló que mucha de la gente que está a favor de la obra, podría cambiar de opinión si se le concientiza sobre la importancia del mangle y del ecosistema que está en riesgo.
Manjarrez Peña sostiene que si en Mazatlán surge una sociedad sostenible que cuida y protege el medio ambiente, la ciudad podría tener un giro como un lugar ecoturista y eso le daría un valor agregado como destino turístico.
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“El primer paso de este proceso es manifestarnos, realizar eventos culturales, eventos informativos, seguramente con el paso del tiempo esto va agarrar fuerza y va a surgir una sociedad sostenible en Mazatlán”, concluyó.
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