Mazatlán, Sinaloa.- El centro Integralmente Planeado "Playa Espíritu", en Teacapán, nació hace 11 años, durante este tiempo, las promesas de exfuncionarios federales han galanteado con inversionistas, han modificado el proyecto del complejo, que era una gran apuesta por Sinaloa y el turismo mexicano.
En los últimos tres años, el presupuesto federal para esta obra fue disminuyendo, pues prácticamente los recursos que se asignaban solo eran para su mantenimiento, y la terminación de ese mega proyecto turístico iniciado por el expresidente Felipe Calderón, cada vez era más lejano.
En el primer mes de gobierno, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador da un giro al proyecto, al no asignar recursos para continuarlo, decide venderlo para que la iniciativa privada pueda continuar con el desarrollo y unos días después se confirman los primeros compradores.
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Esta decisión sorprendió a los diferentes sectores de la sociedad, pero más a los pobladores del municipio de Escuinapa, quienes se dijeron decepcionados porque no ven para cuándo puedan llegarles los beneficios, principalmente en la generación de empleos que tanto hacen falta en esa zonas.
LA VENTA
Durante los últimos meses del expresidente Enrique Peña Nieto se habló de un
enfoque comercial para un posible rescate financiero que podía quedar de lado y dar pie a un santuario natural, sin embargo, en la visita del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 26 de enero, anunció que el CIP Teacapán sería desarrollado en coparticipación de la iniciativa privada o incluso subastado o vendido.
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Unas semanas después, el secretario de Turismo de Sinaloa, Óscar Pérez Barros, confirmó que ya había definición sobre el CIP y que el complejo turístico sería vendido a hoteles de cadena para continuar con su desarrollo, que grupo Vidanta ya había levantado la mano por 15 hectáreas.
BENEFICIO SOCIAL
Playa Espíritu plantea una verdadera transformación por el alcance de sus beneficios ambientales, sociales y económicos, así como las excelentes oportunidades que ofrece para los inversionistas.
Sin embargo, habitantes de la Isla del Bosque, Escuinapa manifestaron que no han tenido muchos beneficios en la comunidad con este proyecto.
Martha, empleada de una lonchería, expresó que son muy pocas las personas que trabajan en Fonatur, no ha habido nada como se planteó hace años.
La verdad es que mucho beneficio no nos ha traído, como se pensaba, si trabaja gente pero poca, yo conozco como unos 10 que trabajan ahí.
Martha, empleada de una lonchería.
Por su parte, la comerciante Mariela coincidió en que esta obra ha generado pocos empleos para los habitantes de su localidad, son unos cuantos veladores y albañiles pero nada más, pero todo está muy cuidado y respetado en el tema ecológico y ambiental.
“La verdad es que está muy bien cuidada toda la naturaleza, está muy limpio todo esto y se han respetado y no han depredado la flora”, expresó.
Mientras que, María Luisa, ama de casa, dudó en que en algún momento vayan a tener mayores beneficios por el CIP pues la obra tiene más de 10 años y hasta el momento no ven nada claro, incluso se habla de que ya lo vendieron.
Son puras mentiras, sentimos que la obra nos va a atrasar mucho por el agua, porque es poca la que tenemos, yo creo que los beneficios de los que se nos hablaron, nunca van a llegar, pienso que así va a quedar, pero todo depende de quien venga.
María Luisa, ama de casa.
SUSTENTABILIDAD
El proyecto es respetuoso con el medio ambiente, destacando la importancia de la zona con el Humedal en Marismas Nacionales. De esta forma, instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) colaboran con diagnóstico, acciones de restauración y manejo de tortugas marinas, lo que permite resguardar el patrimonio natural del CIP.
El plan de redimensionamiento y rediseño del CIP Playa Espíritu incluye modificaciones al Plan Maestro como: Adecuaciones a los productos a ofertar enfocándose en productos sustentables y con mayor armonía con las características naturales del CIP.
Cambios de uso de suelo con el objetivo de incluir distintos tipos de turismo y potenciar el impacto del proyecto en la zona.
Redimensionamiento del total de unidades del destino derivado de estudios de mercado y un análisis profundo de las necesidades y características del destino.
En estudios realizados se establece que a partir de febrero de 2015, se ha documentado el tránsito de jaguar, el tercer felino de mayor talla a escala mundial, después del león africano y el tigre. Hasta entonces, el predio no aparecía en la base de datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas como hábitat del jaguar. Su presencia está relacionada con el incremento de la cobertura forestal y, por lo tanto, con la existencia de fauna de la cual se alimenta, entre la que destaca la población de venados, pecarís y armadillos.
Algunos de los ejemplares no se habían visto durante años o se ignoraba su presencia. Al cierre de 2018, se registraron 282 especies de las cuales 214 son aves, 36 reptiles, 22 mamíferos y 10 anfibios. Dentro del listado de registros se encuentran 50 especies protegidas, cinco de ellas en la categoría de peligro de extinción.
Los esfuerzos de conservación de las tortugas marinas también arrojan evidencias de recuperación. A paso lento, especies de golfina, laúd y prieta, todas en peligro de extinción, anidan cada año en los 42 kilómetros de playas del municipio de Escuinapa, 12 de los cuales son adyacentes al proyecto turístico.
La especie más abundante es la golfina, la cual registra un incremento en el número de nidos rescatados y crías liberadas en los siete años en los que se ha implementado el Programa de Protección y Conservación de Tortugas Marinas y el Campamento Tortuguero, el primero del extremo sur de Sinaloa y el primer programa en operar dentro del CIP Playa Espíritu. En este periodo se reportó un total de 424,883 tortuguitas que ingresaron en el mar. Las nidadas son rescatadas y trasladadas al campamento para su protección e incubación en vivero. Se monitorean
APUESTA DE SINALOA
A más de una década de su arranque oficial, el 16 de febrero del 2009, en medio de la visita presidencial del entonces mandatario federal Felipe Calderón Hinojosa, el CIP Playa Espíritu se encuentra semidetenido y en el plan original se avizora un giro de 180 grados.
Localizado al sur de Sinaloa, en el Municipio de Escuinapa y en la región turística del Mar de Cortés, el Centro Integralmente Planeado (CIP) Sustentable de Teacapán fue pensado como el sexto CIP mexicano, pero —según Calderón Hinojosa— superaría en magnitud incluso al de Cancún, levantándose en un terreno de dos mil 381 hectáreas que fueran propiedad del exgobernador Antonio Toledo Corro.
De acuerdo con el Libro Blanco CIP Costa Pacífico 2007-2012, publicado en el sitio web del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), tendría una capacidad total de 43 mil 982 cuartos distribuidos en una densidad bruta de 18 cuartos por hectárea.
Hasta abril del 2018, el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (Codesin) reportaba una inversión por el gobierno federal de tres mil 300 millones de pesos en la construcción de la infraestructura, mantenimiento y en el ya construido hotel clase preferente, habiéndose planteado desde su anuncio 12 mil millones de pesos como costo total para su término y la posibilidad de crear 220 mil empleos.
EL RELANZAMIENTO
En el marco de la edición 43 del Tianguis Turístico Mazatlán 2018, Fonatur y la UNAM plantearon una reorientación al proyecto que surgió con el objetivo de crear un destino autosuficiente que complementara la infraestructura turística de la región, incluido Mazatlán.
En sus inicios sería más orientado a los mercados nacional e internacional, ofreciéndoles vivienda turística, campos de golf, marinas y equipamiento turístico de nivel internacional en un concepto de urbanismo, pero después de un rediseño ese destino sería sustentable para impulsar el turismo de naturaleza.
En ese mismo evento, Miguel Alfonso Reyes, como director de Fonatur, dio a conocer que fueron destinadas 403 hectáreas para conservación y recuperación, donde desde hace seis años trabajan especialistas de la UNAM, además de poner en venta 32 lotes que equivalen a mil 384 unidades de alojamiento, residenciales y hoteleras, disminuyendo casi a la mitad la densidad proyectada originalmente para este desarrollo, para que sea más armónico con la naturaleza.
El delegado de Fonatur en Sinaloa, Eduardo Bazúa explicó que en estos 11 años, se han realizado obras como 40 kilómetros de construcción de vialidades, un malecón de 1.8 kilómetros, una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad de 50 litros por segundo, seis cárcamos de bombeo y una subestación de la Comisión Federal de Electricidad, un hotel categoría “Business Class” con 53 habitaciones (35 cuartos sencillos, 13 dobles, uno para personas con capacidades diferentes y cuatro suites), que ha logrado así una mezcla adecuada para la mercadotecnia asociada al turismo de negocios. Actualmente se está en búsqueda de un operador para iniciar actividades.
Recordó que se donaron 103 hectáreas a la Secretaría de la Defensa Nacional para la construcción de una base del Ejército Mexicano, a fin de otorgar seguridad no sólo al CIP Playa Espíritu, sino a toda la región sur de Sinaloa.
