En la larga y basta historia del municipio de Rosario, han surgido grandes personajes que forman parte importante en el crecimiento y desarrollo del país en diversos ámbitos, desde económicos, culturales, educativos, políticos y hasta diplomáticos, quienes han sido embajadores de México en diversas partes del mundo.
Leopoldo José H. Bouttier, cronista e historiador del Pueblo Mágico, enlistó a un total de cinco rosarenses por nacimiento, quienes han formado parte de la diplomacia mexicana y en diversas épocas.
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Antes de enlistar a los cinco diplomáticos, destacó el nombre de José María de la Riva y Rada, quien dice fue uno de los pioneros en el inicio de las relaciones exteriores de México luego de haberse consumado la independencia de México.
“En ese entonces el Rey Carlos VII intenta obstaculizar las relaciones de México con el pontificado en Roma, para que el Papa no enviara obispo; el mexicano que interviene en el proceso de recuperar las relaciones México–Roma, eso lo encabezó José María de la Riva y Rada, es por eso que podemos considerar que en los inicios de la diplomacia está un rosarense, él intervino para que se restablecieran las relaciones de México con Roma, con los Estados Pontífices que se habían cortado por la independencia”, explica.
Posteriormente, menciona que, en la historia diplomática del país, han sido cinco los rosarenses que han logrado alcanzar el nombramiento para ser los representantes de México en diversos países.
Un poeta internacional
Gilberto Owen es reconocido como el gran poeta sinaloense, fundamental en la prosa y poesía del México del Siglo XX, él fue un rosarense de cepa, cuya trayectoria es un poco relacionada con el grupo de poetas Los Contemporáneos.
“Gilberto Owen también fue miembro del cuerpo diplomático mexicano, él fue en Estados Unidos y también estuvo en Colombia, podemos decir que él ya forma parte del cuerpo diplomático mexicano, fue una figura fundamental”, comenta el cronista.
Asimismo, hace mención de Antonio Espinosa de los Monteros, él fue diplomático en la Casa Blanca también en Estados Unidos.
“Él tuvo relaciones con políticos muy importantes de la década de los años 20 y 30, además de haber sido diplomático, es uno de los fundadores del Banco de México, esta importante institución, es producto en parte de los esfuerzos de Antonio Espinosa de los Monteros”.
Otro diplomático importante, es el también rosarense Francisco Apodaca.
“Apodaca también fue un hombre brillantísimo en la diplomacia, estuvo en varias partes, en Nicaragua, Finlandia, en China, en todas las embajadas donde estuvo contribuyó al enriquecimiento cultural tanto del país donde esta como embajador como de México, él trató de difundir la identidad mexicana a donde iba, él ganó varias condecoraciones en los países donde estuvo como embajador”.
Bonanza Minera, el factor
Antonio Espinosa de los Monteros, Gilberto Owen y Francisco Apodaca, forman parte de esa sociedad rosarense que vienen arrastrando ciertas características de la época de la bonanza minera, en esa sociedad que se forjaron estos rosarenses, abrevaron una época de Rosario, eso les ayudó para forjar una historia en la diplomacia mexicana.
Ya en una época moderna, en las décadas de los años 80 y 90, forman parte de la diplomacia mexicana también los rosarenses Enrique Hubbard y Carlos González Magallón.
“A ellos les tocó los cambios de aquella famosa época de la guerra fría, entre Estados Unidos y el bloque Soviético, la efervescencia de Estados Unidos en la región”.
Leopoldo Bouttier, señala que la cantidad de rosarenses que han formado parte de la diplomacia mexicana, son nada más y nada menos que el reflejo de la importancia que el municipio de Rosario tiene en el crecimiento de México.
Cabe mencionar, que aunque los cinco personajes de esta historia son nacidos en Rosario, poco es lo que queda de ellos en el municipio.
Un ejemplo es el sitio donde se encontraba la casa en la que nació Antonio Espinosa de los Monteros, lugar en donde actualmente se encuentra edificado un parte en la esquina de las calles Melchor Ocampo e Ignacio Zaragoza.
Poeta diplomático
Gilberto Owen, cuya obra ha trascendido fronteras, fue diplomático en Nueva York, en los sirvió en los consulados de Detroit y Filadelfia, así como en Perú.
Leopoldo José H. Bouttier
Historiador
“Podemos considerar que en los inicios de la diplomacia (a nivel internacional) está un rosarense”.
Antonio Espinosa de los Monteros, Gilberto Owen y Francisco Apodaca, forman parte de esa sociedad rosarense que vienen arrastrando ciertas características de la época de la bonanza minera, en esa sociedad que se forjaron estos rosarenses, abrevaron una época de Rosario, eso les ayudó para forjar una historia en la diplomacia mexicana.
