Culiacán, Sin.- "Como lo dije en el grito, ¡viva el personal médico!", dijo Quirino Ordaz Coppel, celebrando a los doctores y como muestra de sensibilidad por los elementos del ejército blanco que perdieron la batalla por el Covid-19.
Hoy es día del médico, pero los vestidos de blanco en la explanada del Palacio de Gobierno de Sinaloa, son funcionarios y burócratas de los hospitales a los que se les deben sumas millonarias, insumos y medicamentos; como al Hospital Pediátrico de Sinaloa. Empleados de esta clínica se han plantado ya en el Palacio de Gobierno, pero Ordaz Coppel no les ha atendido, de acuerdo con las últimas entrevistas a estos.
Cuando la pandemia comenzaba a golpear al estado, las deficiencias del sistema de salud, se asomaba. Los empleados precarios del Hospital de la Mujer, Hospital Civil de Culiacán y Hospital General; se manifestaban y trabajaban bajo protesta en una contingencia a causa de un virus inesperado.
"Prefiero no dar mi opinión... Sólo creo que las personas deben tener más criterio y no asistir a los estadios. Estamos en una situación crítica y considero que debemos guardar la compostura", dijo al Sol de Sinaloa, un médico del Hospital Civil de Culiacan.
Otros que se encontraban con bata ahí formados, dijeron no poder hablar respecto a la contingencia sanitaria, o la deuda del gobierno con los nosocomios.
Los médicos de verdad, hoy están en el triage respiratorio, saliendo o entrando a su guardia y comprando sus propio Equipo de Protección Personal.
Lo despampanante de los espectáculos y eventos de Ordaz Coppel, como la apertura de estadios e inauguración de monumentos en Mazatlán, no han abonado en contrarrestar el trabajo que los médicos de Sinaloa han estado haciendo en sus hospitales. Pero el gobernador no quiere hablar de esas cosas.
Cuando la prensa se acercó al mandatario estatal, evadió toda pregunta relacionada a la posibilidad de que Sinaloa continúe en semáforo rojo.
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"Antes teníamos 200 casos diarios, ya no", fue una de sus respuestas.
Sin embargo, Ordaz Coppel, optó por huir de los medios de comunicación y como en la ceremonia solemne que presidió, guardó silencio.
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