Mazatlán, Sin.- "Yo valgo por lo que soy, tener sólo un pecho no me hace menos", aseguró Lydia Campos mientras recordaba cómo a consecuencia del cáncer de mama su seno derecho tuvo que ser extirpado.
Fue en el 2016, a sus 42 años, cuando le diagnosticaron esta enfermedad; el primer pensamiento que vino a su mente fue: "me voy a morir", y el mayor miedo era dejar sin madre a su única hija. Llena aún de incertidumbre, aceptó hacerse la cirugía, de lo contrario el cáncer seguiría expandiéndose.
"Un día, acostada, me revisé los pechos y me encontré una bolita, me dijo mi hija: ‘mamá, no se preocupe, a lo mejor es por la menstruación’, pasó otra semana y no. Fui con el doctor, me mandó a hacer una biopsia y fue cuando me dijeron que me tenían que cortar el pecho".
Cáncer no es sinónimo de muerte, dice; afortunadamente hoy día hay muchos tratamientos con los que se puede sobrellevar la enfermedad y vale más dejar el miedo a un lado y los prejuicios sociales.
"Se me hacía muy difícil que me quitaran el pecho, también por vanidad, además, perder una parte de tu cuerpo no es tan fácil. Me siento una gran mujer, hasta me casé, siempre había sido madre soltera, encontré a un hombre que me valoró y me quiso, aunque no tuviera un pecho, pero lo que manda es el corazón".
En el 2017 salió de la enfermedad, sin embargo, en el 2018 el cáncer hizo metástasis en el hígado, para ese entonces sólo le daban tres meses de vida, por momentos pensó que ya no tenía caso seguir luchando, pero en vez de eso aprendió a valorar la vida y a disfrutar de ella.
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APOYO FAMILIAR
En noviembre se cumplirán siete años desde que a Julieta Vega le detectaron cáncer de mama; cuenta que antes de eso era una mujer que no acostumbra a autoexplorarse, tampoco se checaba con el médico, como es recomendado.
"A mí me lo detectaron porque me salió un granito en mi pecho, un amiga me llevó al Hospital General. Yo ya me lo imaginaba, lo tomé normal, yo no me quería hacer nada, pero miré a mi hermana triste y angustiada y le prometí que me iba a atender y Dios me dio muchas fuerzas para todo esto", recordó.
"En el cáncer, es raro que te digan que ya sanaste, porque es algo que no se te quita, pero sabiendo vivir con dignidad y teniendo a tu familia y a tus amigos, sales porque sales, el apoyo familiar es muy importante, es la base, yo lo tuve al 100 por ciento".
Hasta que no lo padeces, menciona, no se comprende realmente cómo es vivir con cáncer y cómo apoyar a una persona que tiene esta enfermedad.
“Muy orgullosa, usé pelucas por casi un año y turbantes también, ahora ya tengo mi cabello largo y como yo lo quería, antes lo tenía lacio, desde muy joven me hacía el permanente para que se me hiciera chino y después de esto, así me creció".
El cáncer de mama les ha abierto puertas a ambas mujeres mazatlecas, cada que pueden dan su testimonio para animar a otras mujeres que están pasando por la misma situación.
“Mi lema ahora es: ¡Tócate, para que no te toque!", recalcó Julieta.
DETECCIÓN OPORTUNA
El doctor José María Togo, ginecólogo oncólogo de la Central Médica Quirúrgica, señaló que la detección oportuna del cáncer hace la diferencia, puede salvar vidas e incluso reducir los costos de tratamiento.
"Desafortunadamente aún en estos tiempos cerca del 45% de las mujeres que padecen cáncer de mama, fallecen por la enfermedad y el problema está precisamente en la falta de detección oportuna. No hay manera de evitar que una mujer padezca cáncer, pero sabemos que hay factores de riesgo muy puntuales que pueden incrementar su aparición", señaló.
Entre los factores de riesgo está el aumento de peso, la obesidad el consumo de alcohol y tabaco, llevar una dieta rica en grasas, consumir de manera indiscriminada tratamientos hormonales y los factores hereditarios.
El especialista, certificado por el Consejo Mexicano de Oncología y por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia, indicó que aún hay mucha vergüenza, pena, miedo y hasta desidia en las mujeres al asistir con algún especialista, de ahí también que se demore hacer un diagnóstico y recibir un tratamiento adecuado.
"La mamografía es indispensable hacerla año con año después de los 40 años y a los 20 años se recomienda empezar la autoexploración, la pueden hacer una vez al mes y a los 25 hacer el ultrasonido de mama", indicó.
Informó que hoy día hay varios tratamientos para el cáncer de mama, según la etapa en que haya sido detectado, se puede llevar más de uno. Entre estos están las quimioterapias, las radioterapias, hormoterapias y la cirugía, en este último, enfatizó, hay cirugías modernas conservadoras de mama, en las que ya no es necesario extirpar todo el seno, sino que sólo se retira el tumor.
“Hay factores de riesgo que no se pueden cambiar, como ser mujer, la herencia, los genes y las radiaciones que se reciben del medio ambiente, pero sí se pueden cambiar los hábitos alimenticios, de actividad física y el acudir al ginecólogo por lo menos una vez al año”.
LA INCIDENCIA EN SINALOA
En México, de acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la distribución por entidad federativa de los nuevos casos de cáncer de mama registrados durante el 2019 muestra que Guerrero, Guanajuato e Hidalgo son los estados con menos incidencia (de 7.69 a 18.60 nuevos casos por cada 100 mil mujeres de 20 años o más).
Sinaloa se ubica en el segundo estrato de menos casos, con una incidencia de 21.27 a 34. 48 nuevos casos por cada 100 mil mujeres de 20 años o más, junto a otros estados como Baja California Sur, Coahuila, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla y Veracruz.
A pesar de que el estado es uno de las entidades con menos incidencia de nuevos casos, su tasa de mortalidades es elevada, de 18 a 22.35 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20 años de edad o más, sólo por debajo de Chihuahua, Ciudad de México, Baja California y Baja California Sur, con una tasa de 22.35 a 26.71.
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