Hace 5 años, en Sinaloa, la perspectiva de la violencia feminicida no tenía una fuerte presencia de armas como la que hay hoy, ya que actualmente el 70% de los asesinatos contra mujeres se están cometiendo con armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, lo cual plantea un enorme desafío para el estado de contar con políticas de control de armas, señaló Pablo Navarrete Gutiérrez, excoordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres y consultor en derechos humanos y género.
La proliferación de las armas de fuego está siendo un factor de riesgo y de alta vulnerabilidad en las mujeres en Sinaloa Pablo Navarrete Gutiérrez
En su opinión, mencionó que hay tres factores que inciden en el incremento de la violencia contra las mujeres: el primero, la reacción violenta del patriarcado frente a los procesos de emancipación de las mujeres, de ver a las mujeres liberadas y empoderadas.
El segundo factor, es la impunidad, ya que el 97% de los delitos que se cometen en el país no se castigan ni se sancionan; y tres, el nexo causal que existe con el fenómeno de la delincuencia organizada que genera ciertas dinámicas de violencia contra las mujeres en donde ellas se han convertido en un botín de guerra, como está pasando en Sinaloa.
Refirió que en México, el acoso y hostigamiento sexual contra las mujeres es considerado un delito, pero también es una falta administrativa; sin embargo, la gran mayoría de los casos se procesan como faltas administrativas y escasamente se sanciona como delito.
“Lo que tenemos que hacer es una campaña abierta de cero tolerancia al acoso y al hostigamiento sexual, porque es el primer eslabón de una larga cadena de vejaciones y violaciones a los derechos humanos en las mujeres; es el inicio de una serie de vejaciones que se van incrementando y que se van agravando si no las detenemos”, apuntó.
Durante su participación en el foro con participación ciudadana "Alerta de Género, Avances y Desafíos", Navarrete Gutiérrez señaló que a la fecha, 19 entidades han declaro alertas de género en 421 municipios del país, de las cuales ninguna ha hecho un proceso de evaluación para ver los avances y corregir las estrategias.
“Hay que sentarse a discutir de cara a la sociedad, a las organizaciones sociales y academias, qué está pasando con la alerta de género, no podemos seguir sin hacer un proceso de evaluación para seguir corrigiendo el camino, para rectificarlo; tenemos que revisar y plantear nuevas formas de hacer frente al fenómeno de violencia contra las mujeres”, indicó.
Comentó que uno de los retos y desafíos es intervenir en el ámbito de la violencia familiar, donde hay drogas, armas y secrecía en el espacio donde se comete la violencia, para lo cual se tiene que reforzar todas las medidas y las células de reacción para atender la violencia contra las mujeres.
Tenemos que llegar y detener la espiral de violencia, pero como es domicilio algunos dirán que es allanamiento de morada o que se viola el debido proceso, cuando se trata de proteger una vida y la seguridad de las mujeres se dan muchos pretextos, y por qué no rompemos el esquema esos pretextos jurídicos y vamos y protegemos la vida Pablo Navarrete Gutiérrez
Según el Secretariado Ejecutivo, con los datos hasta septiembre de 2019, Sinaloa bajó dos posiciones (del 5to. al 7mo. lugar) en el número de casos de presuntos feminicidios ocurridos en 2018, con 48 casos, frente a 32.
Pablo Navarrete dijo que para el 2018 había un presupuesto de 2.7 millones de pesos para acciones de Alerta de Violencia de Género contra Mujeres en Sinaloa, pero que se ejercieron en otros rubros y que para el 2020, ya no habrá recursos, por lo que el papel de los municipios será muy importante en el avance de estas acciones.
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DELITOS DE FEMINICIDIOS
2018
Estado de México, 106 casos
Veracruz, 87
Nuevo León, 79
Chihuahua, 51
Sinaloa, 48
2019
(Al mes de septiembre)
Veracruz, 140
Estado de México, 81
Nuevo León, 53
Puebla, 45
Ciudad de México, 40
Jalisco, 36
Sinaloa, 32
INCIDENCIA
El incremento de la violencia social (vinculada a los grupos de la delincuencia organizada), repercute de manera directa en la violencia contra las mujeres.
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