Mazatlán. - Corría la década de 1970 en el puerto de Mazatlán, cuando con apenas 18 años de edad, Saturnino se hizo de su primera carreta. Vendía caña, fruta, cocos helados y aguas frescas. Se la había comprado a un señor que ofertaba dulces en el mercado de El Conchi.
Por aquellos años las carretas se encontraban en su máximo apogeo, había muchas, no eran contadas, como las que hay hoy en día. Desde entonces han pasado casi cinco décadas, don Saturnino ha cumplido 68 años y su giro comercial ya no es el mismo, dulces típicos y golosinas abarrotan su carreta de madera.
Está muy cambiado todo, muy diferente, antes había más vendedores que ahorita, había muchas carretas, ahorita ya hay poquitas, son contadas, no le siguen porque el negocio ya no es tan rentable como antes.
Saturnino
Vendiendo siempre en la misma esquina desde hace 50 años, en la de la avenida Zaragoza y Aquiles Serdán, en el Centro, don Saturnino se mantiene aferrado a seguir trabajando. La nostalgia se refleja en su rostro al recordar aquellos tiempos de su juventud.
Antes era de otro modo, había más negocio, toda la gente se juntaba aquí porque estaba la Central Camionera, estaba el Corralón donde ingresaban los carros foráneos de pasaje, estaba la estación de Escuinapa, El Rosario, y ahora ya cada quien agarró por su rumbo, ya es diferente el negocio.
Saturnino
Mazatleco de nacimiento, agarraba trabajo en lo que fuera, en lo que saliera, incluso emigró a Estados Unidos, hasta que finalmente se estableció en el oficio de comerciante.
Trabajaba en cualquier cosa, trabajé en Estados Unidos, aquí en México trabajaba en otras cosas diferente a esto, pero agarré el oficio de comerciante y aquí sigo en lo mismo. Soy de Mazatlán, de las Flores Magón, 100 porciento sinaloense.
No todo en su vida ha sido trabajo, con el sentimiento a flor de piel, rememoró cómo disfrutaba de su participación artística en la tradicional Hora Municipal.
Era integrante de la Hora Municipal, yo participé mucho en el programa, tanto en la zona rural como en la del Centro, me gustaba mucho participar en lo artístico. Cantaba música ranchera, norteña, de todo, y tocaba también la guitarra.
Saturnino
Tuvo cuatro hijos, dos mujeres y dos hombres, sin embargo, se interesaron poco, casi nada, en continuar con la tradición de la carreta de dulces. Labora de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche todos los días de año, aunque de repente se toma uno que otro día de descanso.
Luchando por sobrevivir envuelto entre los comercios establecidos y la introducción en el mercado de nuevos dulces, las ventas han estado más o menos durante el año, no se ha vendido mucho, pero los dulces, que son traídos en su mayoría de Guadalajara y algunos otros elaborados en Sinaloa, salen poco a poco.
A pesar del gris panorama que se vive en la venta de dulces típicos en carreta, don Saturnino sigue aferrado a trabajar como lo ha hecho hasta hoy. En la misma esquina, espera estar, si es posible, otros 50 años más.
DATOS
50 años lleva Saturnino con su carreta en la esquina de Aquiles Serdán y Zaragoza.
18 años tenía cuando compró su primera carreta.
68 años de edad tiene Saturnino.
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