/ sábado 4 de abril de 2020

Por detención de obra privada, seis millones dejarían de trabajar: CMIC

Son 275 mil personas en la CDMX y 6 millones que este sábado dejaron de trabajar

El líder de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Armando Díaz Infante Chapa, indicó que el detener la obra privada representa que 275 mil dejen de trabajar en la Ciudad de México y a nivel nacional serán 6 millones personas, que dependen directa o indirectamente de la industria.

"Es difícil decir un total de lo que estiman perder pero que si se detiene la obra privada representa que 275 mil dejen de trabajar en la Ciudad de México y a nivel nacional serán 6 millones".

Por tanto, la CMIC está gestionando en lo federal y local que la obra privada no se detenga como se ordenó con el decreto de la Emergencia Sanitaria por Covid-19 y también, que se le considere a esta actividad como esencial de la economía.

Armando Díaz, presidente de la CMIC en la capital, declaró a El Sol de México que como cámara están proponiendo que se reconsidere cuáles son las actividades esenciales dentro de la Emergencia de Fuerza mayor que decretó la Secretaría de Salud federal por coronavirus y que se incluya a la industria de la construcción como una de las esenciales.

"Una suspensión de actividades de más de 30 días, que es lo que hemos visto que ha pasado en otros países como Italia y España en donde estas suspensiones se han tenido que prorrogar sí sería crítica para la industria de la construcción, si nos afectaría tremendamente en lo económico, yo creo que podría haber graves problemas para las micro y pequeñas empresas de subsistencia", sostuvo.

"Por eso ahorita estamos haciendo toda la gestoría y hablando con las autoridades federales y locales para que haya esta reconsideración de la industria de la construcción y del sector inmobiliario para que se considere una actividad esencial y no se suspendan por un gran tiempo las actividades", declaró.

Dijo que de detener la obra a partir de este 4 de abril, como se solicita, lo que quisieran es que regresando de semana de pascua pudieran reiniciar sus actividades, para que el paro dure sólo dos semanas y reactivar la obra privada como se tenía previsto el 20 de abril.

La industria de la construcción viene arrastrando una situación complicada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que esta actividad acumuló hasta septiembre del 2019 15 meses consecutivos de desplome, y la crisis sanitaria por Covid-19 está rompiendo las esperanzas de mejoría para este año, expuso.

"Nosotros sí teníamos la esperanza de que este año hubiéramos podido crecer un poquito pero esta contingencia nos lleva a que tengamos otro año de decrecimiento que sí nos pone en una situación crítica", comentó.

El titular de la CMIC en la capital mexicana mencionó que siempre hay que tomar decisiones contracíclicas cuando hay una crisis como esta, y esto significará cambiar la estrategia por lo que ahorita en otros países se les está inyectando dinero a la economía de manera directa para poder revertir esta situación.

"En especial si se le hace una inyección al sector de la industria de la construcción, al sector vivienda y se le hace una derrama en automático a la población, entonces yo sí creo que se deberían aceptar apoyos o créditos blandos del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial para poderle hacerle una inyección a la economía nacional", resaltó.

En lo particular en la Ciudad de México, Díaz Infante adelantó que están trabajando con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y la Secretaría de Obras y Servicios para que este mes o dos meses en que a lo mejor el resto de los trabajadores estarán aislados puedan avanzar con la gestoría de licencias y permisos.

Pidió al gobierno capitalino que se pueda hacer un régimen de situación por contingencia, por ejemplo, en lugar de 10 trámites se cumplan tres y se pueda acelerar el otorgamiento de licencias y permiso para una vez que acabe la contingencia puedan empezar nuevos proyectos.

"Que nos puedan apoyar a que el pago de los derechos de estos proyectos que vamos a iniciar se tenga un tiempo de gracia de seis meses y que se pueda empezar a pagar desde el séptimo mes durante nueve meses siguientes, de tal manera que no se le genere un desfalco a la ciudad pero que nos den a nosotros oportunidad de tener liquidez para poder arrancar nuevos proyectos", exhortó.

Comentó que la idea es activar la industria de la construcción y el desarrollo inmobiliario para cortar la brecha de lo que van a perder en estos meses de contingencia y poder impulsar la inversión privada así como la pública.

El líder de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Armando Díaz Infante Chapa, indicó que el detener la obra privada representa que 275 mil dejen de trabajar en la Ciudad de México y a nivel nacional serán 6 millones personas, que dependen directa o indirectamente de la industria.

"Es difícil decir un total de lo que estiman perder pero que si se detiene la obra privada representa que 275 mil dejen de trabajar en la Ciudad de México y a nivel nacional serán 6 millones".

Por tanto, la CMIC está gestionando en lo federal y local que la obra privada no se detenga como se ordenó con el decreto de la Emergencia Sanitaria por Covid-19 y también, que se le considere a esta actividad como esencial de la economía.

Armando Díaz, presidente de la CMIC en la capital, declaró a El Sol de México que como cámara están proponiendo que se reconsidere cuáles son las actividades esenciales dentro de la Emergencia de Fuerza mayor que decretó la Secretaría de Salud federal por coronavirus y que se incluya a la industria de la construcción como una de las esenciales.

"Una suspensión de actividades de más de 30 días, que es lo que hemos visto que ha pasado en otros países como Italia y España en donde estas suspensiones se han tenido que prorrogar sí sería crítica para la industria de la construcción, si nos afectaría tremendamente en lo económico, yo creo que podría haber graves problemas para las micro y pequeñas empresas de subsistencia", sostuvo.

"Por eso ahorita estamos haciendo toda la gestoría y hablando con las autoridades federales y locales para que haya esta reconsideración de la industria de la construcción y del sector inmobiliario para que se considere una actividad esencial y no se suspendan por un gran tiempo las actividades", declaró.

Dijo que de detener la obra a partir de este 4 de abril, como se solicita, lo que quisieran es que regresando de semana de pascua pudieran reiniciar sus actividades, para que el paro dure sólo dos semanas y reactivar la obra privada como se tenía previsto el 20 de abril.

La industria de la construcción viene arrastrando una situación complicada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que esta actividad acumuló hasta septiembre del 2019 15 meses consecutivos de desplome, y la crisis sanitaria por Covid-19 está rompiendo las esperanzas de mejoría para este año, expuso.

"Nosotros sí teníamos la esperanza de que este año hubiéramos podido crecer un poquito pero esta contingencia nos lleva a que tengamos otro año de decrecimiento que sí nos pone en una situación crítica", comentó.

El titular de la CMIC en la capital mexicana mencionó que siempre hay que tomar decisiones contracíclicas cuando hay una crisis como esta, y esto significará cambiar la estrategia por lo que ahorita en otros países se les está inyectando dinero a la economía de manera directa para poder revertir esta situación.

"En especial si se le hace una inyección al sector de la industria de la construcción, al sector vivienda y se le hace una derrama en automático a la población, entonces yo sí creo que se deberían aceptar apoyos o créditos blandos del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial para poderle hacerle una inyección a la economía nacional", resaltó.

En lo particular en la Ciudad de México, Díaz Infante adelantó que están trabajando con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y la Secretaría de Obras y Servicios para que este mes o dos meses en que a lo mejor el resto de los trabajadores estarán aislados puedan avanzar con la gestoría de licencias y permisos.

Pidió al gobierno capitalino que se pueda hacer un régimen de situación por contingencia, por ejemplo, en lugar de 10 trámites se cumplan tres y se pueda acelerar el otorgamiento de licencias y permiso para una vez que acabe la contingencia puedan empezar nuevos proyectos.

"Que nos puedan apoyar a que el pago de los derechos de estos proyectos que vamos a iniciar se tenga un tiempo de gracia de seis meses y que se pueda empezar a pagar desde el séptimo mes durante nueve meses siguientes, de tal manera que no se le genere un desfalco a la ciudad pero que nos den a nosotros oportunidad de tener liquidez para poder arrancar nuevos proyectos", exhortó.

Comentó que la idea es activar la industria de la construcción y el desarrollo inmobiliario para cortar la brecha de lo que van a perder en estos meses de contingencia y poder impulsar la inversión privada así como la pública.

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