Tal vez en algún momento de tu vida hayas ingerido este cereal, sin conocerlo, ya que no se trata del grano más conocido, en comparación, con la quínoa, la espelta e incluso, el arroz. Sin embargo, se trata de un alimento que, en muchas regiones del mundo, se utiliza para la elaboración de diferentes productos, asimismo, este destaca por lo económico y sencillo que es su cultivo, sin dejar de lado el alto contenido nutricional que posee.
¿Qué es?
El Mijo es el fruto de la planta denominada como Panicum Miliaceum, una de las diversas plantas vegetales que se derivan de los cereales, perteneciente a la familia de las gramíneas, de igual manera que el maíz, el trigo o la avena y es muy peculiar por ser fácil de cocinar.
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Contiene un alto contenido proteico que es muy recomendable para el consumo humano, ya que aporta grandes beneficios para la digestión.
Antecedentes
Se tiene constancia de que el Mijo ha sido cultivado y explotado por el ser humano, prácticamente, desde hace más de 4.000 años.
Específicamente, el mijo perla, que es el más valorado, siendo cultivado y originario en el continente africano desde el año 2000 a.C. y después, ha sido exportado a otros territorios. Además, en el continente asiático se ha concentrado la mayor parte del consumo, así como en otras partes del mundo.
Beneficios y propiedades
Este alimento, además de su valor nutricional, aporta propiedades que benefician al ser humano. Por ejemplo, este cereal carece de gluten, así que las personas celiacas pueden comerlo sin ninguna complicación. Además, contiene una gran cantidad de hierro y magnesio, el cual, puede convertirse en una perfecta fuente de energía para los deportistas y personas con actividades física alta.
Por consecuente, posee vitaminas B1, B2 Y B9, que favorecen el desarrollo y fortalecimiento del sistema nervioso. También se recomienda consumirlo en el proceso de gestación, porque aporta las vitaminas necesarias para que el feto se desarrolle en perfectas condiciones.
Para saber
En el este de la India, desde hace casi 4 años, una iniciativa impulsada por el Programa Mundial de Alimentos la cual consiste en repartir semillas de un tipo determinado de maíz a la población vulnerable, y ese es el mijo.
Este tipo de cultivo en dicha región ha ayudado a combatir el hambre y a dinamizar la economía y desde hace 3 años esta estrategia ha sido un éxito en la región, y ya que el mijo tiene una productividad considerable, ya forma parte de la dieta de la población
Es importante señalar que este tipo de cultivo se desarrolla muy rápido, se adapta a la precipitación de la región, por ejemplo, resiste altas temperaturas y crece con poca agua, y no perjudica la calidad del suelo.
