/ sábado 24 de octubre de 2020

Voz y Conciencia del México Profundo

El 19 de octubre se cumplieron 50 años del fallecimiento del presidente más querido de México del siglo XX, el General Lázaro Cárdenas del Río. Su legado es grande y conocerlo como mexicano es nuestro deber. Podemos empezar leyendo el libro Cárdenas por Cárdenas, una biografía hecha por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En el homenaje en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, su hijo Cuauhtémoc Cárdenas leyó un texto donde en uno de sus párrafos dice:

“Hoy se cumplen 50 años del fallecimiento de Lázaro Cárdenas, voz y conciencia del México profundo. Estamos aquí reunidos porque más allá de los recuerdos y cariños familiares, su vida fue de entrega y servicio a las causas de ese México: la soberanía, la igualdad, el fin de las explotaciones del hombre, la reforma agraria, la emancipación de los pueblos originarios, la paz y la equidad internacional, la democracia, el bienestar y la convivencia fraterna y constructiva entre los mexicanos. Dejó un valioso legado para las generaciones que han seguido a la suya”.

En noviembre de 1987 realizábamos en la Ciudad de Culiacán, en Rosales 245 ote., una reunión del Consejo Estatal del Partido Mexicano Socialista (PMS). Semanas antes, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas se había registrado como candidato a la presidencia de la república por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. El PMS ya tenía candidato a la presidencia de la república, era el Ing. Heberto Castillo Martínez.

Un hombre del campo, miembro del ejido Agustina Ramírez, de Angosura, de estatura baja, y siempre de barba, pidió la palabra: ese hombre era Rogelio Zamora Espitia. Habló para pedir un permiso y retirarse por un tiempo de las actividades del PMS, mientras duraba la campaña, porque su corazón y su conciencia le pedía apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas. Rogelio Zamora había nacido en Michoacán. El ejido donde él vivía y trabajaba había sido formado en los años 1958-1959 por el Partido Popular Socialista (PPS) y uno de sus dirigentes era don Joaquín Salgado, quien con el apoyo del ex presidente, Don Lázaro Cárdenas, realizaron los trámites en la Ciudad de México para la dotación de tierras en Angostura, y formar varios ejidos en la margen derecha del Río Evora.

Varios de los presentes en esa reunión tomaron la palabra y le dijeron a Rogelio que estaba equivocado al apoyar la candidatura de Cuauhtémoc y menos por el PARM, no tenía ningún futuro. Rogelio con todo respeto nos escuchó, y al final nos dijo: Compañeros, me voy a apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, porque su papá nos dio las tierras.

A los pocos meses, el 5 de junio de 1988 para ser exactos, con la declinación de la candidatura del Ing. Heberto Castilo en Zacatecas, el PMS hizo suya la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república. Rogelio Zamora Espetia nos estaba esperando.

La Señora Amalia Solórzano, esposa del Gral Cárdenas, nos dice en su libro:

“El General conocía al grupo de Fidel Castro antes de que los apresaran. Sé que los ayudó y hasta halló modo de facilitarles posibilidades para que hicieran sus entrenamientos. Una vez en Uruapan dijo a su ayudante: <<van a venir unas personas en una camioneta, las haces pasar de inmediato>>. Cuando llegaron, el General estaba ocupado y el ayudante, para no molestarlo, no los anunció y no los hizo pasar hasta que se desocupó. El General se lo reclamó. Supe después que era Fidel y algunos de sus compañeros”. Así era el General Lázaro Cárdenas. En el libro La vida era otra cosa, cuya autora es la señora Amalia Solórzono, varias cosas de la vida del General Cárdenas podemos aprender.

E-mail: riosrojo@hotmail.com

Twitter: @riosrojo

El 19 de octubre se cumplieron 50 años del fallecimiento del presidente más querido de México del siglo XX, el General Lázaro Cárdenas del Río. Su legado es grande y conocerlo como mexicano es nuestro deber. Podemos empezar leyendo el libro Cárdenas por Cárdenas, una biografía hecha por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En el homenaje en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, su hijo Cuauhtémoc Cárdenas leyó un texto donde en uno de sus párrafos dice:

“Hoy se cumplen 50 años del fallecimiento de Lázaro Cárdenas, voz y conciencia del México profundo. Estamos aquí reunidos porque más allá de los recuerdos y cariños familiares, su vida fue de entrega y servicio a las causas de ese México: la soberanía, la igualdad, el fin de las explotaciones del hombre, la reforma agraria, la emancipación de los pueblos originarios, la paz y la equidad internacional, la democracia, el bienestar y la convivencia fraterna y constructiva entre los mexicanos. Dejó un valioso legado para las generaciones que han seguido a la suya”.

En noviembre de 1987 realizábamos en la Ciudad de Culiacán, en Rosales 245 ote., una reunión del Consejo Estatal del Partido Mexicano Socialista (PMS). Semanas antes, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas se había registrado como candidato a la presidencia de la república por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana. El PMS ya tenía candidato a la presidencia de la república, era el Ing. Heberto Castillo Martínez.

Un hombre del campo, miembro del ejido Agustina Ramírez, de Angosura, de estatura baja, y siempre de barba, pidió la palabra: ese hombre era Rogelio Zamora Espitia. Habló para pedir un permiso y retirarse por un tiempo de las actividades del PMS, mientras duraba la campaña, porque su corazón y su conciencia le pedía apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas. Rogelio Zamora había nacido en Michoacán. El ejido donde él vivía y trabajaba había sido formado en los años 1958-1959 por el Partido Popular Socialista (PPS) y uno de sus dirigentes era don Joaquín Salgado, quien con el apoyo del ex presidente, Don Lázaro Cárdenas, realizaron los trámites en la Ciudad de México para la dotación de tierras en Angostura, y formar varios ejidos en la margen derecha del Río Evora.

Varios de los presentes en esa reunión tomaron la palabra y le dijeron a Rogelio que estaba equivocado al apoyar la candidatura de Cuauhtémoc y menos por el PARM, no tenía ningún futuro. Rogelio con todo respeto nos escuchó, y al final nos dijo: Compañeros, me voy a apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, porque su papá nos dio las tierras.

A los pocos meses, el 5 de junio de 1988 para ser exactos, con la declinación de la candidatura del Ing. Heberto Castilo en Zacatecas, el PMS hizo suya la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la república. Rogelio Zamora Espetia nos estaba esperando.

La Señora Amalia Solórzano, esposa del Gral Cárdenas, nos dice en su libro:

“El General conocía al grupo de Fidel Castro antes de que los apresaran. Sé que los ayudó y hasta halló modo de facilitarles posibilidades para que hicieran sus entrenamientos. Una vez en Uruapan dijo a su ayudante: <<van a venir unas personas en una camioneta, las haces pasar de inmediato>>. Cuando llegaron, el General estaba ocupado y el ayudante, para no molestarlo, no los anunció y no los hizo pasar hasta que se desocupó. El General se lo reclamó. Supe después que era Fidel y algunos de sus compañeros”. Así era el General Lázaro Cárdenas. En el libro La vida era otra cosa, cuya autora es la señora Amalia Solórzono, varias cosas de la vida del General Cárdenas podemos aprender.

E-mail: riosrojo@hotmail.com

Twitter: @riosrojo