Desde luego, de los universitarios-adversarios pasistas y morenistas, porque son los mismos de antes con Cuen Ojeda y los diferentes de ahora con derRocha Moya, habiendo indicios y viendo visos ominosos como lo son en la a-normalidad en el país de las sombras espectrales, psicopolíticamente, peligrosos, no porque sean los enfermos del siglo xx, porque los curados del siglo xxi se han curado a sí mismos con los doctorados del poder, a todo modo, político y económico, pues las ciencias y las academias se pueden impartir y evaluar con la I-nteligencia A-rtificial, reconsiderando que la UAS se ha retrodegradado en la realidad y se ha empoderado en la virtualidad con el sospechosísimo de autor intelectual con el autor material, en lo que el Dr. Santamaría pide:
“Salvar a la UAS de la pesadilla”.
Más que la pesadilla, la realidad y la rea politik con las nomenclaturas del Pas y Morena, porque de la novela negra a la noche negra que Santamaría invoca, son al mismo tiempo y espacio, una zona de confort en los universitarios-adversarios, a pleno día, en el país de las sombras espectrales, estirándole la tripa a la ley orgánica para que los universitarios-adversarios se reacomoden en sus puestos y relevantar sus madreadas posiciones con las condiciones de no ceder ni siquiera con un muerto de por medio, porque así como la pena es propia y es ajena, los involucrados, tendrán que confesar dónde estaban o andaban cuando el tercer culiacanazo se dio cuando Cuen-Zambada-Rocha, el primero pasó por la gasolinera, el segundo viajó a El Paso, Texas y tercero a Los Ángeles, California.
La realidad, y no, la pesadilla, es la que se excedió en la relación extrauniversitaria, la complicidad-complicitada, de lo que la universidad estatal y el gobierno estatal estaban bajo un código político con tres poderes fácticos: el partidario, el narcosicario y el gubernamental, y si no hay pruebas objetivas hay evidencias subjetivas en el explícito y en el rarísimo comportamiento de los actos y los hechos en un cierto lugar con una cierta gente para dirimir lo que se dirimió en un crimen que no fue un intento de robo y sí una ejecución que está en proceso de investigación.
La FGR-Gertz, teniendo el caso que en Sinaloa es un asunto público y un problema social y político en los universitarios-adversarios, derRocha Moya tendrá que ser llamado a declarar como también lo será Fausto Corrales y la exfiscala Bruna, porque alguien tendrá que reubicar a Cuen Ojeda en el lugar donde lo vio Zambada vivo y muerto, la sangre en la caja de la camioneta, el golpe y los cuatro balazos en el cuerpo del muerto, no habiendo el intento de asalto en la gasolinera, porque el muerto iba muerto al hospital, la auscultación o (la ocultación) y la cremación del cuerpo, la FGR-Gertz, tiene que seguir haciendo el trabajo sucio forense que hizo la fiscalía estatal para quitarle el peso del muerto a de Rocha Moya que, entre abrazos y balazos, en Sinaloa, el Estado-Obrador y el Estado-Yo Claudia, le dan sus respectivos espaldarazos.
Salvar a la UAS, ¿de quién y para quién?, cuando el silencio y el ruido están guardándose en el luto negro y gris de los universitarios-adversarios, el rojo como mancha paradigmática y estigmática de un doctorazgo en el Sursum versus de las falsas verdades y las mentiras verdaderas en que Cuen Ojeda y de Rocha Moya se complicitaron y complicaron en una situación, posición y condición donde un tercero tenía que interceder-intervenir para salvar a la UAS de los tres ilustres deslustrados como próceres del rencor, el odio y la venganza, no escuchando lo que habló Zaratustra:
“No ha pescado ni un solo hombre, pero sí, en cambio, un cadáver”.
El cadáver que es de los universitarios-adversarios, de la pesadez a la ligereza, de la rectoría al gobierno, de Cuen, de Zambada y de Rocha, la inocencia como la culpa, en el país de las sombras espectrales con la corrupción y la impunidad, con la violencia y la criminalidad, han sido parte de la guía ética y la cartilla moral desde el Estado-Obrador que, con salvar a la UAS de la pesadilla, la simulación del acto y el simulacro del hecho, no son nada más los efectos sentimentales postmortem, fúnebres y funerales a favor o en contra de los universitarios-adversarios que son el PAS-UAS y el Gobierno-Morena, y cuando el código se rompió con la violencia política criminal, porque el mal debía desaparecer y el bien debe permanecer, la FGR está más allá del bien y el mal con Gertz, pues, en el país de las sombras espectrales, cuando miramos largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de nosotros, y Nietzsche sigue con el martillo y/o con el látigo