/ martes 7 de abril de 2020

Se prepara el paquete económico para el 2021


Mucha preocupación causó entre la clase empresarial e inversionistas la molestia del presidente Andrés Manuel López Obrador al reaccionar sobre los Precriterios 2021 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envió a la Cámara de Diputados sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas para el cierre de 2020 y el ejercicio fiscal de 2021. Con este documento comenzó el diálogo entre el gobierno federal y el Congreso de la Unión sobre el Paquete Económico para el ejercicio fiscal del próximo año.

Este mandato legal se asienta en la fracción I, del artículo 42, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que establece que para la aprobación de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos, el Ejecutivo federal enviará a más tardar el 1 de abril, al Congreso de la Unión, los objetivos, los escenarios de las variables macroeconómicas: crecimiento, inflación, tasa de interés y precio del petróleo, los escenarios sobre el monto total del Presupuesto de Egresos y su déficit o superávit y la enumeración de los programas prioritarios y sus montos.

En ese documento, la SHCP prevé un decremento del PIB entre -3.9 y 0.1% del crecimiento para este año, muy alejado del proyectado el año pasado (2.5%), redujo el precio referencial del petróleo de 49 dólares a 24 dólares, el ingreso petrolero cae de 987,000 millones de pesos a 572,000 millones, el tipo de cambio sube de 19.8 a 22.9 pesos (aunque el 3 de abril cerró arriba de los 25 pesos), la inflación también aumenta de 3 a 3.5%, el ingreso presupuestario baja de 5.5 billones a 5.2 billones de pesos y el ingreso tributario (ISR, IVA y IEPS, principalmente) disminuye de 3.5 billones a 3.3 billones de pesos.

Estas proyecciones causaron inconformidad del presidente y la preocupación de los empresarios. Estos últimos solicitaron urgentemente una reunión para analizar la situación económica del país y las medidas que se deberán tomar para evitar un alto grado de desempleo y cierre de microempresas. El 2 de abril se realizó la reunión en Palacio Nacional y ahí los inversionistas entregaron diversas medidas que, según ellos, se deben de aplicar para evitar la pérdida de empleos y reactivar la inversión.

La primera medida que el presidente López Obrador tomó fue la eliminación de 281 fideicomisos de la estructura orgánica federal y concentró todos los recursos económicos, más de 250,000 millones de pesos, en la Tesorería de la Federación. El Ejecutivo federal, en su mañanera del viernes, afirmó que esta medida será para fortalecer los programas sociales, reactivar la economía y otorgar créditos, apuntalar a Pemex ante la caída de los precios del petróleo y pagar deuda pública.

Este domingo, el presidente de la república presentó su informe trimestral de 2020 —el quinto de su gobierno—y anunció, entre otras cosas, que su Plan de Recuperación Económica, el cual no incluye las medidas contracíclicas, estará basado en tres elementos: Mayor Inversión Pública, Empleo Pleno y Honestidad y Austeridad.

Destacó el adelanto del pago de pensiones a adultos mayores, el programa Sembrando Vida ya da empleo a 230,000 personas y se ampliará a 200,000 más, invertirá 25,000 millones de pesos para la introducción de agua potable y la construcción de vivienda a municipios vulnerables, se entregarán apoyos adicionales a padres de familias para el mantenimiento de 31,000 escuelas, a partir de mayo recibirán apoyo directos 190,000 pescadores, el FOVISSSTE y el INFONAVIT dispondrán de 177,000 millones de pesos para otorgar créditos a 442,000 trabajadores, generando 270,000 nuevos empleos. Asimismo, la Guardia Nacional, la Marina y el Ejército reclutarán a 31,000 elementos, se dispondrán de 35,000 millones de pesos para entregar créditos personales de 20,000 a 56,000 pesos por crédito en beneficio de 670,000 trabajadores al servicio del estado.

La próxima semana anunciará un programa de inversión en el sector energético por 339,000 millones de pesos, y a PEMEX se le otorgará un recurso extra de 65,000 millones de pesos. Repitió que no se generarán impuestos ni aumentará la deuda pública, se regresará el IVA a los contribuyentes y subrayó el regreso de los tiempos oficiales a los medios de comunicación.

Me llamó mucho la atención que anunciara que los servidores públicos, desde un subdirector hasta el presidente, no tendrán aguinaldo, se bajarán el sueldo, restringirán los viáticos y los gastos de representación. Esta medida creo que impactará, para mal, en los trabajadores en estos niveles.

Sin embargo, de la propuesta de la COPARMEX, que fue entregada hace más de un mes al presidente, no se expresó nada: los empresarios proponen realizar un acuerdo entre los trabajadores, el gobierno y los patrones, para que se establezca un salario solidario con el fin de evitar despidos y cierres definitivos de empresas, otorgar plazo ampliado para que se realicen las declaraciones anuales y los llamados “pagos provisionales” de ISR, así como en las cotizaciones sociales, IMSS e INFONAVIT, ajustándolos a la realidad económica.

Considero que estas propuestas no deben de ser ignoradas por el presidente. Los inversionistas no quieren que los rescaten económicamente, sino que solo se amplíe el plazo para pagar sus contribuciones fiscales y ajustar gastos no programados.

Algunos gobernadores están implementando medidas fiscales en apoyo a los inversionistas que generan empleo. Es grato destacar que el gobernador de Sinaloa invitó a los partidos políticos a donar el 50% de las prerrogativas de un mes para apoyar a las micro y pequeñas empresas, y el Partido Sinaloense fue el primero en adherirse a esta convocatoria.

Como ciudadano, esperaba que este informe trimestral fuera contundente en un llamado a la unidad de los mexicanos, e incluyera medidas fiscales para apoyar a los inversionistas. Creo que el presidente debe reflexionar sobre la grave situación económica que ya estamos viviendo y no únicamente la emergencia sanitaria que al final de cuentas, esto último, es lo más importante.

Gracias y a quedarse en casa.

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Mucha preocupación causó entre la clase empresarial e inversionistas la molestia del presidente Andrés Manuel López Obrador al reaccionar sobre los Precriterios 2021 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envió a la Cámara de Diputados sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas para el cierre de 2020 y el ejercicio fiscal de 2021. Con este documento comenzó el diálogo entre el gobierno federal y el Congreso de la Unión sobre el Paquete Económico para el ejercicio fiscal del próximo año.

Este mandato legal se asienta en la fracción I, del artículo 42, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que establece que para la aprobación de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos, el Ejecutivo federal enviará a más tardar el 1 de abril, al Congreso de la Unión, los objetivos, los escenarios de las variables macroeconómicas: crecimiento, inflación, tasa de interés y precio del petróleo, los escenarios sobre el monto total del Presupuesto de Egresos y su déficit o superávit y la enumeración de los programas prioritarios y sus montos.

En ese documento, la SHCP prevé un decremento del PIB entre -3.9 y 0.1% del crecimiento para este año, muy alejado del proyectado el año pasado (2.5%), redujo el precio referencial del petróleo de 49 dólares a 24 dólares, el ingreso petrolero cae de 987,000 millones de pesos a 572,000 millones, el tipo de cambio sube de 19.8 a 22.9 pesos (aunque el 3 de abril cerró arriba de los 25 pesos), la inflación también aumenta de 3 a 3.5%, el ingreso presupuestario baja de 5.5 billones a 5.2 billones de pesos y el ingreso tributario (ISR, IVA y IEPS, principalmente) disminuye de 3.5 billones a 3.3 billones de pesos.

Estas proyecciones causaron inconformidad del presidente y la preocupación de los empresarios. Estos últimos solicitaron urgentemente una reunión para analizar la situación económica del país y las medidas que se deberán tomar para evitar un alto grado de desempleo y cierre de microempresas. El 2 de abril se realizó la reunión en Palacio Nacional y ahí los inversionistas entregaron diversas medidas que, según ellos, se deben de aplicar para evitar la pérdida de empleos y reactivar la inversión.

La primera medida que el presidente López Obrador tomó fue la eliminación de 281 fideicomisos de la estructura orgánica federal y concentró todos los recursos económicos, más de 250,000 millones de pesos, en la Tesorería de la Federación. El Ejecutivo federal, en su mañanera del viernes, afirmó que esta medida será para fortalecer los programas sociales, reactivar la economía y otorgar créditos, apuntalar a Pemex ante la caída de los precios del petróleo y pagar deuda pública.

Este domingo, el presidente de la república presentó su informe trimestral de 2020 —el quinto de su gobierno—y anunció, entre otras cosas, que su Plan de Recuperación Económica, el cual no incluye las medidas contracíclicas, estará basado en tres elementos: Mayor Inversión Pública, Empleo Pleno y Honestidad y Austeridad.

Destacó el adelanto del pago de pensiones a adultos mayores, el programa Sembrando Vida ya da empleo a 230,000 personas y se ampliará a 200,000 más, invertirá 25,000 millones de pesos para la introducción de agua potable y la construcción de vivienda a municipios vulnerables, se entregarán apoyos adicionales a padres de familias para el mantenimiento de 31,000 escuelas, a partir de mayo recibirán apoyo directos 190,000 pescadores, el FOVISSSTE y el INFONAVIT dispondrán de 177,000 millones de pesos para otorgar créditos a 442,000 trabajadores, generando 270,000 nuevos empleos. Asimismo, la Guardia Nacional, la Marina y el Ejército reclutarán a 31,000 elementos, se dispondrán de 35,000 millones de pesos para entregar créditos personales de 20,000 a 56,000 pesos por crédito en beneficio de 670,000 trabajadores al servicio del estado.

La próxima semana anunciará un programa de inversión en el sector energético por 339,000 millones de pesos, y a PEMEX se le otorgará un recurso extra de 65,000 millones de pesos. Repitió que no se generarán impuestos ni aumentará la deuda pública, se regresará el IVA a los contribuyentes y subrayó el regreso de los tiempos oficiales a los medios de comunicación.

Me llamó mucho la atención que anunciara que los servidores públicos, desde un subdirector hasta el presidente, no tendrán aguinaldo, se bajarán el sueldo, restringirán los viáticos y los gastos de representación. Esta medida creo que impactará, para mal, en los trabajadores en estos niveles.

Sin embargo, de la propuesta de la COPARMEX, que fue entregada hace más de un mes al presidente, no se expresó nada: los empresarios proponen realizar un acuerdo entre los trabajadores, el gobierno y los patrones, para que se establezca un salario solidario con el fin de evitar despidos y cierres definitivos de empresas, otorgar plazo ampliado para que se realicen las declaraciones anuales y los llamados “pagos provisionales” de ISR, así como en las cotizaciones sociales, IMSS e INFONAVIT, ajustándolos a la realidad económica.

Considero que estas propuestas no deben de ser ignoradas por el presidente. Los inversionistas no quieren que los rescaten económicamente, sino que solo se amplíe el plazo para pagar sus contribuciones fiscales y ajustar gastos no programados.

Algunos gobernadores están implementando medidas fiscales en apoyo a los inversionistas que generan empleo. Es grato destacar que el gobernador de Sinaloa invitó a los partidos políticos a donar el 50% de las prerrogativas de un mes para apoyar a las micro y pequeñas empresas, y el Partido Sinaloense fue el primero en adherirse a esta convocatoria.

Como ciudadano, esperaba que este informe trimestral fuera contundente en un llamado a la unidad de los mexicanos, e incluyera medidas fiscales para apoyar a los inversionistas. Creo que el presidente debe reflexionar sobre la grave situación económica que ya estamos viviendo y no únicamente la emergencia sanitaria que al final de cuentas, esto último, es lo más importante.

Gracias y a quedarse en casa.

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