/ miércoles 5 de enero de 2022

¿Qué hacemos sin el Indesol?

El 31 de diciembre de 2021 se publicó un decreto presidencial a través del cual “se abroga el acuerdo mediante el cual se regula la organización y funcionamiento interno del órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Social, denominado Instituto Nacional de Desarrollo Social, publicado el 26 de julio de 2005”. Ello, en una expresión, se resume en la desaparición del Indesol.

El decreto fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y establece que “la Dirección General promoverá acciones de vinculación en materia de desarrollo social, bienestar común y cohesión social entre sociedad civil y las dependencias federales, así como impulsar con instituciones académicas proyectos de investigación”.

El Instituto, creado en 1994, cobijaba una decena de programas sociales destinados a las mujeres víctimas de la violencia de género, a la inclusión de género y a favor de la profesionalización de las asociaciones civiles, por lo que su desaparición se puede considerar un retroceso en la política pública de atención a las mujeres.

En el decreto que elimina al Indesol se detalla que sus recursos humanos, financieros, materiales, así como sus archivos, documentación y acervos bibliográficos serán transferidos a la Dirección General para el Bienestar y la Cohesión Social, en un plazo máximo de 90 días hábiles.

Uno de los programas importantes que atendía el Indesol era el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF-2021), con el que se buscaba apoyar programas anuales con acciones específicas que, a iniciativa y a través de las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, ejecutaran los gobiernos estatales para institucionalizar e implementar la prevención y la atención de la violencia contra las mujeres.

El Objetivo General del Programa era “Empoderar a las mujeres en situación de violencia que solicitan servicios de orientación y atención especializada en las unidades apoyadas por el PAIMEF”, y para el cumplimiento de este, los Programas Anuales de Prevención y Atención de las Violencias contra las Mujeres que presenten las IMEF, deberán ceñirse a tres vertientes que, en conjunto contribuyen al empoderamiento de las mujeres:

La vertiente A, la cual constituye un sustrato para que las instancias involucradas cuenten con formación, conocimiento e información que les permita brindar, de forma óptima, la prevención y la atención y, en su caso, la asesoría.

Esta vertiente está dirigida al personal de las IMEF, así como al de otras instituciones u organizaciones que, en la práctica, tienen incidencia en el Sistema Estatal o en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres.

La vertiente B, contribuye al desarrollo de entornos sociales y culturales libres de violencias para las niñas, adolescentes y mujeres adultas y adultas mayores. También contribuye a la creación de protocolos y mecanismos de prevención con el fin de que las niñas, adolescentes, adultas y adultas mayores no frenen su desarrollo integral.

La vertiente C fortalece la toma de decisiones y el empoderamiento de las mujeres en situación de violencia por motivos de género, quienes son la población objetivo del Programa; su propósito es que las mujeres salgan del círculo de la violencia, y creen mecanismos de contención y soporte para evitar que las afectaciones por las violencias avancen, reconozcan sus derechos y transiten hacia el proceso de su empoderamiento para una vida libre de violencias.

La cobertura del PAIMEF es nacional, es decir, en las 32 entidades de la República Mexicana, que representan a las 32 Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF).

De acuerdo con lo anterior, el estado de Sinaloa habría recibido en dos ministraciones 9,100,565 pesos, es decir, el total de recursos que el programa se proponía destinar a la entidad federativa.

El decreto, justificado con el argumento de un ahorro presupuestal, supone la centralización de los programas sociales por el Gobierno en detrimento de los órganos autónomos, lo cual implica un riesgo en el sentido de que las decisiones, la coordinación y los procedimientos de emergencia que requiere un tema tan riesgoso como la violencia de género, no pueda ser atendido y abordado con la premura que exige el que una vida esté en riesgo.

La desaparición del Indesol lleva a preguntar, porque no hay una respuesta clara, de qué manera solucionará y reemplazará la Federación aquellas atribuciones que representaban auténticos mecanismos de prevención, contención y auxilio frente a la violencia de género. Una pregunta que exige de una inmediata respuesta.


Twitter: @VanessaVizcarra

FB: @Vanessa Sanchez Vizcarra

http://vanessa.mx

El 31 de diciembre de 2021 se publicó un decreto presidencial a través del cual “se abroga el acuerdo mediante el cual se regula la organización y funcionamiento interno del órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Social, denominado Instituto Nacional de Desarrollo Social, publicado el 26 de julio de 2005”. Ello, en una expresión, se resume en la desaparición del Indesol.

El decreto fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y establece que “la Dirección General promoverá acciones de vinculación en materia de desarrollo social, bienestar común y cohesión social entre sociedad civil y las dependencias federales, así como impulsar con instituciones académicas proyectos de investigación”.

El Instituto, creado en 1994, cobijaba una decena de programas sociales destinados a las mujeres víctimas de la violencia de género, a la inclusión de género y a favor de la profesionalización de las asociaciones civiles, por lo que su desaparición se puede considerar un retroceso en la política pública de atención a las mujeres.

En el decreto que elimina al Indesol se detalla que sus recursos humanos, financieros, materiales, así como sus archivos, documentación y acervos bibliográficos serán transferidos a la Dirección General para el Bienestar y la Cohesión Social, en un plazo máximo de 90 días hábiles.

Uno de los programas importantes que atendía el Indesol era el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF-2021), con el que se buscaba apoyar programas anuales con acciones específicas que, a iniciativa y a través de las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, ejecutaran los gobiernos estatales para institucionalizar e implementar la prevención y la atención de la violencia contra las mujeres.

El Objetivo General del Programa era “Empoderar a las mujeres en situación de violencia que solicitan servicios de orientación y atención especializada en las unidades apoyadas por el PAIMEF”, y para el cumplimiento de este, los Programas Anuales de Prevención y Atención de las Violencias contra las Mujeres que presenten las IMEF, deberán ceñirse a tres vertientes que, en conjunto contribuyen al empoderamiento de las mujeres:

La vertiente A, la cual constituye un sustrato para que las instancias involucradas cuenten con formación, conocimiento e información que les permita brindar, de forma óptima, la prevención y la atención y, en su caso, la asesoría.

Esta vertiente está dirigida al personal de las IMEF, así como al de otras instituciones u organizaciones que, en la práctica, tienen incidencia en el Sistema Estatal o en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres.

La vertiente B, contribuye al desarrollo de entornos sociales y culturales libres de violencias para las niñas, adolescentes y mujeres adultas y adultas mayores. También contribuye a la creación de protocolos y mecanismos de prevención con el fin de que las niñas, adolescentes, adultas y adultas mayores no frenen su desarrollo integral.

La vertiente C fortalece la toma de decisiones y el empoderamiento de las mujeres en situación de violencia por motivos de género, quienes son la población objetivo del Programa; su propósito es que las mujeres salgan del círculo de la violencia, y creen mecanismos de contención y soporte para evitar que las afectaciones por las violencias avancen, reconozcan sus derechos y transiten hacia el proceso de su empoderamiento para una vida libre de violencias.

La cobertura del PAIMEF es nacional, es decir, en las 32 entidades de la República Mexicana, que representan a las 32 Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF).

De acuerdo con lo anterior, el estado de Sinaloa habría recibido en dos ministraciones 9,100,565 pesos, es decir, el total de recursos que el programa se proponía destinar a la entidad federativa.

El decreto, justificado con el argumento de un ahorro presupuestal, supone la centralización de los programas sociales por el Gobierno en detrimento de los órganos autónomos, lo cual implica un riesgo en el sentido de que las decisiones, la coordinación y los procedimientos de emergencia que requiere un tema tan riesgoso como la violencia de género, no pueda ser atendido y abordado con la premura que exige el que una vida esté en riesgo.

La desaparición del Indesol lleva a preguntar, porque no hay una respuesta clara, de qué manera solucionará y reemplazará la Federación aquellas atribuciones que representaban auténticos mecanismos de prevención, contención y auxilio frente a la violencia de género. Una pregunta que exige de una inmediata respuesta.


Twitter: @VanessaVizcarra

FB: @Vanessa Sanchez Vizcarra

http://vanessa.mx