/ miércoles 16 de junio de 2021

¿Por qué tanta desproporción?

La presidenta del DIF municipal de Mazatlán, Gabriel Peña Chico, se negó hablar del derroche de recursos que se registra en los albergues que dependen de esta paramunicipal, en los que se invierten 8.5 millones de pesos anuales, cuyo monto lo considera poco para la gran demanda que hay en materia de asistencia social.

A palabras del personal de Prensa de esta dependencia, Peña Chico no responderá a notas “polémicas” o “sesgadas”, pues hay cosas más importantes por hacer, y con respecto a los recursos que se destinan a los albergues y refugios de personas vulnerables, refirió que ella quisiera que fuera más dinero para extender los apoyos.

Sin embargo, lo criticable en torno al presupuesto para estos centros de asistencia social no son los montos ni la labor loable que se realiza en ellos, sino la distribución del dinero y el alcance de los programas en cuanto a número de beneficiados, ya que la mayor parte se canaliza a sueldos, remuneraciones, compensaciones y otras prestaciones.

En el caso de Mi Ángel de la Guarda, por ejemplo, el DIF gasta 4.4 millones de pesos, de los cuales el 73.3%, es decir, 3.2 millones de pesos, se destinan a servicios personales como sueldos, remuneraciones adicionales y especiales, compensaciones y otras prestaciones. Este refugio sólo tiene 17 trabajadores, y atiende entre 34 y 47 niños y niñas.

Otro caso extremo, es el centro de asistencia social llamado Corazón Eterno, el cual tiene entre 5 y 7 inquilinos, quienes son atendidos por 3 enfermeras, 1 doctor, 1 trabajadora social y 1 chofer operativo, con un presupuesto de 1 millón 587 mil 409 pesos. El 80.7% de este monto: 1 millón 281,479 pesos está destinado a sueldos, remuneraciones adicionales y especiales, compensaciones y otras prestaciones, mientras que el resto (19.3%) es para materiales y suministros, servicios generales y para transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas.

Lo mismo pasa con “Mi Ángel del Camino” y el Centro de Asistencia Social para Adolescentes y Mujeres, cuyos presupuestos son absorbidos por servicios personales, en un 48.6 y 69.9%, respectivamente, antes que en materiales, suministros y servicios generales.

De acuerdo a información proporcionada por la Unidad de Recursos Humanos del Sistema DIF Mazatlán, en CASAM solo trabajan 4 personas: 1 conserje, un jefe de departamento, 1 auxiliar y 1 auxiliar operativo, que absorben 857 mil 490 pesos en sueldos, remuneraciones y otras prestaciones.

¿A qué se debe semejante desproporción? Si de lo que se trata es de atender a las personas vulnerables, entre ellos niños y niñas, adolescentes, ancianos y mujeres violentadas, ¿no debería ampliarse más el número de beneficiados? O en su caso, que los montos más altos del presupuesto fueran para materiales, suministros y servicios generales, antes que a los sueldos de tan poco personal. Habría que preguntarle a los trabajadores si realmente están recibiendo ese monto en sueldos, remuneraciones y prestaciones, ya que este gobierno se jacta de ser austero y de haber reducido los sueldos a servidores públicos y funcionarios.

SIN PROTOCOLOS SANITARIOS

El Covid-19 en la capital culiacanense está peor que nunca. Mientras que las cifras oficiales señalan que solo hay 103 casos activos, personal del Hospital Civil de Culiacán reveló a El Sol de Sinaloa que su ala Covid volvió a llenarse de la noche a la mañana.

Un brote inesperado, y no queremos culpar a nadie pero tampoco podemos dejar de señalar a los partidos políticos y sus cierres de campaña, sus eventos masivos aglomeraron a más de 10 mil personas sin protocolos sanitarios y sin ningún tipo de cuidado para evitar contagios.

El Secretario de Salud comentaba ayer, que hasta finales de mes se sabría si las campañas tuvieron un efecto negativo en la población, pero si lo que revelan nuestros amigos del Hospital Civil es cierto, no hace falta esperar, pues las consecuencias las tenemos encima. Y es que no solo en este hospitall según dicen las fuentes, también el hospital IMSS está en la misma situación y hace poco reportaron que ingresaron 24 pacientes en un solo día.

Ayer, la Secretaría de Salud de Sinaloa, a través de Comunicación Social, pidió que no se mencionara que Culiacán está en rojo, argumentando que el color del semáforo epidemiológico lo da la Secretaría de Salud a nivel federal. ¡Ah, entonces aunque esté en rojo no pasa nada, todos vuelvan a lo suyo!

Irresponsables dar un semáforo verde y permitir campañas con aglomeraciones. Y al siguiente día de las votaciones, ¡zas! otra vez al amarillo. ¿Coincidencia? para nada.

La presidenta del DIF municipal de Mazatlán, Gabriel Peña Chico, se negó hablar del derroche de recursos que se registra en los albergues que dependen de esta paramunicipal, en los que se invierten 8.5 millones de pesos anuales, cuyo monto lo considera poco para la gran demanda que hay en materia de asistencia social.

A palabras del personal de Prensa de esta dependencia, Peña Chico no responderá a notas “polémicas” o “sesgadas”, pues hay cosas más importantes por hacer, y con respecto a los recursos que se destinan a los albergues y refugios de personas vulnerables, refirió que ella quisiera que fuera más dinero para extender los apoyos.

Sin embargo, lo criticable en torno al presupuesto para estos centros de asistencia social no son los montos ni la labor loable que se realiza en ellos, sino la distribución del dinero y el alcance de los programas en cuanto a número de beneficiados, ya que la mayor parte se canaliza a sueldos, remuneraciones, compensaciones y otras prestaciones.

En el caso de Mi Ángel de la Guarda, por ejemplo, el DIF gasta 4.4 millones de pesos, de los cuales el 73.3%, es decir, 3.2 millones de pesos, se destinan a servicios personales como sueldos, remuneraciones adicionales y especiales, compensaciones y otras prestaciones. Este refugio sólo tiene 17 trabajadores, y atiende entre 34 y 47 niños y niñas.

Otro caso extremo, es el centro de asistencia social llamado Corazón Eterno, el cual tiene entre 5 y 7 inquilinos, quienes son atendidos por 3 enfermeras, 1 doctor, 1 trabajadora social y 1 chofer operativo, con un presupuesto de 1 millón 587 mil 409 pesos. El 80.7% de este monto: 1 millón 281,479 pesos está destinado a sueldos, remuneraciones adicionales y especiales, compensaciones y otras prestaciones, mientras que el resto (19.3%) es para materiales y suministros, servicios generales y para transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas.

Lo mismo pasa con “Mi Ángel del Camino” y el Centro de Asistencia Social para Adolescentes y Mujeres, cuyos presupuestos son absorbidos por servicios personales, en un 48.6 y 69.9%, respectivamente, antes que en materiales, suministros y servicios generales.

De acuerdo a información proporcionada por la Unidad de Recursos Humanos del Sistema DIF Mazatlán, en CASAM solo trabajan 4 personas: 1 conserje, un jefe de departamento, 1 auxiliar y 1 auxiliar operativo, que absorben 857 mil 490 pesos en sueldos, remuneraciones y otras prestaciones.

¿A qué se debe semejante desproporción? Si de lo que se trata es de atender a las personas vulnerables, entre ellos niños y niñas, adolescentes, ancianos y mujeres violentadas, ¿no debería ampliarse más el número de beneficiados? O en su caso, que los montos más altos del presupuesto fueran para materiales, suministros y servicios generales, antes que a los sueldos de tan poco personal. Habría que preguntarle a los trabajadores si realmente están recibiendo ese monto en sueldos, remuneraciones y prestaciones, ya que este gobierno se jacta de ser austero y de haber reducido los sueldos a servidores públicos y funcionarios.

SIN PROTOCOLOS SANITARIOS

El Covid-19 en la capital culiacanense está peor que nunca. Mientras que las cifras oficiales señalan que solo hay 103 casos activos, personal del Hospital Civil de Culiacán reveló a El Sol de Sinaloa que su ala Covid volvió a llenarse de la noche a la mañana.

Un brote inesperado, y no queremos culpar a nadie pero tampoco podemos dejar de señalar a los partidos políticos y sus cierres de campaña, sus eventos masivos aglomeraron a más de 10 mil personas sin protocolos sanitarios y sin ningún tipo de cuidado para evitar contagios.

El Secretario de Salud comentaba ayer, que hasta finales de mes se sabría si las campañas tuvieron un efecto negativo en la población, pero si lo que revelan nuestros amigos del Hospital Civil es cierto, no hace falta esperar, pues las consecuencias las tenemos encima. Y es que no solo en este hospitall según dicen las fuentes, también el hospital IMSS está en la misma situación y hace poco reportaron que ingresaron 24 pacientes en un solo día.

Ayer, la Secretaría de Salud de Sinaloa, a través de Comunicación Social, pidió que no se mencionara que Culiacán está en rojo, argumentando que el color del semáforo epidemiológico lo da la Secretaría de Salud a nivel federal. ¡Ah, entonces aunque esté en rojo no pasa nada, todos vuelvan a lo suyo!

Irresponsables dar un semáforo verde y permitir campañas con aglomeraciones. Y al siguiente día de las votaciones, ¡zas! otra vez al amarillo. ¿Coincidencia? para nada.