/ viernes 27 de mayo de 2022

Pago a Nafta y compra de luminarias: la oscura urgencia

En febrero pasado el municipio de Mazatlán terminó de pagar a la empresa Nafta y Lubricantes, S. de R.L. de C.V., 141.8 millones de pesos, que derivó de la orden de un juez al perder una demanda interpuesta por dicha empresa. Un tema que es parte de la agenda pública debido a la opacidad en que la autoridad manejó el convenio y el pago.

Para cumplir con ese mandato, el Ayuntamiento, a propuesta de la Comisión de Hacienda (entonces integrada por los regidores José Manuel Villalobos Jiménez, Santa del Carmen Tirado Díaz, María Isabel Gamboa González y Felipe de Jesús Velarde Sandoval) firmó un convenio donde se comprometió a cubrir el adeudo de diferentes maneras argumentando que no contaba con recursos suficientes para cubrir la deuda en efectivo, por ello pactaron pagar una parte en efectivo, otra mediante condonación de impuestos, y una más en especie, mediante el otorgamiento de bienes inmuebles públicos.

El Gobierno municipal terminó por entregar a Nafta 44.7 millones de pesos en efectivo, 13.1 millones vía condonación de impuestos y 84 millones que corresponden a cuatro terrenos: uno en la calle Mariano Escobedo, en el Centro; dos en el Parque Alfredo V. Bonfil, y otro en la avenida Mario Huerta, sector Cerritos, así consta en el segundo adendum del convenio de pago.

Aquí viene lo interesante. El finiquito de este convenio se firmó el 17 de febrero pasado, pero dos días antes, el tesorero, Jesús Javier Alarcón Lizárraga, dio instrucciones a la jefa del Departamento de Control Presupuestal, Yadira Isabel Gastélum Ruiz, para que modificara el presupuesto de 2022 y, así, poder hacer una compra millonaria, esa compra fue la de 2,139 luminarias por 400.8 millones de pesos a favor de la empresa Azteca Lighting vía adjudicación directa.

Según el acta 87/2022 del Comité de Adquisiciones, el Municipio autorizó pagar en cuatro entregas que implicarán recursos públicos de los próximos tres años.

Ésta fue la instrucción del tesorero a través de un documento oficial:

“Para que realicen modificaciones suficientes a la Ley de Ingresos 2022 y por consecuencia al presupuesto de Egresos, con la finalidad de llevar a cabo la realización del programa ‘Blanqueando la ciudad’ relativo a la compra de materiales y componentes de alumbrado público de avenidas de esta ciudad de Mazatlán. Dicha adquisición será por una cantidad de 2,139 luminarias completas tipo UFO con un importe total de 400.8 millones de pesos, en un periodo de tres años afectado en partes iguales”.

Esta instrucción surge derivado de que, en el presupuesto de Egresos del municipio para el ejercicio fiscal 2022, publicado en el Diario Oficial del Estado, no se contempló presupuesto para ese programa “Blanqueando la ciudad” ni para la partida 246001 que se refiere al mantenimiento de alumbrado público, cuenta a la que se está asignando el excedente ordenado por Alarcón Lizárraga.

De acuerdo con esa instrucción, para la compra de las lámparas que va a comprometer por tres años las finanzas del municipio, sí fue posible adecuar el presupuesto, y no para pagar un adeudo derivado de una sentencia a favor de Nafta. A esto se agrega que hubo violación a la Constitución, y se lo explico:

La Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios establece en su artículo 8 lo siguientes: “No procederá pago alguno que no esté comprendido en el Presupuesto de Egresos, determinado por Ley posterior o con cargo a Ingresos excedentes”. Esta precisión nos deja claro que no se puede modificar el presupuesto para comprar las 2,139 luminarias como lo hizo el Gobierno de Mazatlán, ya que se encuadra en dos de los supuestos, porque el gasto no está comprendido en el Presupuesto de Egresos y, además, se está considerando cubrir el gasto con ingresos excedentes que, a la fecha en que se hace la propuesta de adecuación de los presupuestos, no se sabe si se van a obtener.

A eso se suma que las fracciones I y IV de la misma Ley de Disciplina Financiera establecen que “solo se podrán comprometer recursos con cargo al presupuesto autorizado contando previamente con suficiencia presupuestaria, identificando la fuente de ingresos”, y agrega: “solo procederá hacer pagos con base en el Presupuesto de Egresos autorizado, por los conceptos efectivamente devengados, siempre que se hubieren registrado y contabilizado debida y oportunamente las operaciones consideradas en éste”. La Ley determina claramente que sólo se podrán cubrir aquellos compromisos que estén contemplados en el Presupuesto de Egresos autorizado, requisito que no se cumple en la compra de las luminarias.

Siguiendo con el sustento legal sobre este caso, les comparto lo que marca el Artículo 14 de la Ley en mención establece lo siguiente: “Los ingresos excedentes derivados de ingresos de libre disposición de las Entidades Federativas (que aplica también para los municipios) deberá ser destinado a los siguientes conceptos: Para la amortización de deuda pública, el pago de los adeudos de ejercicios fiscales anteriores, pasivos circulantes, y otras obligaciones, en cuyos contratos se haya pactado el pago anticipado sin incurrir en penalidades y represente una disminución en el saldo registrado en la cuenta pública del cierre del ejercicio inmediato anterior, así como el pago de sentencias definitivas emitidas por la autoridad competente….”

Esto quiere decir que, con los excedentes presupuestarios (los ingresos que se recaudan de más a los que presupuesta una administración) que se obtuvieron en 2021 (428.7 millones de pesos), el Municipio estaba en condiciones de cubrir el adeudo con Nafta sin necesidad de condonarle 13.1 millones de pesos de impuestos como lo hizo; tampoco había necesidad de entregarle bienes inmuebles a menor precio comercial ubicados en lugares estratégicos de la ciudad, ya que éstos eran parte del patrimonio de los mazatlecos. No, no había urgencia de pagarle a Nafta con bienes públicos.

Aquí otro dato: El título de Registro de diseño Industrial en poder de la empresa que vende las luminarias vence el 29 de noviembre de este 2022, es probable que, por esa razón, la autoridad municipal se haya apresurado a firmar el contrato de las luminarias.

Ya vimos que hay muchos aspectos que nos llevan a sospechar de esta compra, es por eso que, como organización, seguiremos pugnando porque todas las sesiones del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Ayuntamiento de Mazatlán sean públicas y se trasmitan por redes sociales oficiales.

Por ahora me despido y espero con gusto sus comentarios a mi correo electrónico.


“Los contribuyentes merecen rendición de cuentas”.

Byron Dorgan.

Ex senador de los Estados Unidos.

observatoriociudadanomzt@hotmail.com

@observatoriomzt

FB: Observatorio Ciudadano de Mazatlán

IG: observatorio ciudadanomzt

*El autor es director de la Asociación Civil Observatorio Ciudadano de Mazatlán. Contador Público y estudiante de Derecho, especializado en auditorías a recursos públicos y temas anticorrupción.

En febrero pasado el municipio de Mazatlán terminó de pagar a la empresa Nafta y Lubricantes, S. de R.L. de C.V., 141.8 millones de pesos, que derivó de la orden de un juez al perder una demanda interpuesta por dicha empresa. Un tema que es parte de la agenda pública debido a la opacidad en que la autoridad manejó el convenio y el pago.

Para cumplir con ese mandato, el Ayuntamiento, a propuesta de la Comisión de Hacienda (entonces integrada por los regidores José Manuel Villalobos Jiménez, Santa del Carmen Tirado Díaz, María Isabel Gamboa González y Felipe de Jesús Velarde Sandoval) firmó un convenio donde se comprometió a cubrir el adeudo de diferentes maneras argumentando que no contaba con recursos suficientes para cubrir la deuda en efectivo, por ello pactaron pagar una parte en efectivo, otra mediante condonación de impuestos, y una más en especie, mediante el otorgamiento de bienes inmuebles públicos.

El Gobierno municipal terminó por entregar a Nafta 44.7 millones de pesos en efectivo, 13.1 millones vía condonación de impuestos y 84 millones que corresponden a cuatro terrenos: uno en la calle Mariano Escobedo, en el Centro; dos en el Parque Alfredo V. Bonfil, y otro en la avenida Mario Huerta, sector Cerritos, así consta en el segundo adendum del convenio de pago.

Aquí viene lo interesante. El finiquito de este convenio se firmó el 17 de febrero pasado, pero dos días antes, el tesorero, Jesús Javier Alarcón Lizárraga, dio instrucciones a la jefa del Departamento de Control Presupuestal, Yadira Isabel Gastélum Ruiz, para que modificara el presupuesto de 2022 y, así, poder hacer una compra millonaria, esa compra fue la de 2,139 luminarias por 400.8 millones de pesos a favor de la empresa Azteca Lighting vía adjudicación directa.

Según el acta 87/2022 del Comité de Adquisiciones, el Municipio autorizó pagar en cuatro entregas que implicarán recursos públicos de los próximos tres años.

Ésta fue la instrucción del tesorero a través de un documento oficial:

“Para que realicen modificaciones suficientes a la Ley de Ingresos 2022 y por consecuencia al presupuesto de Egresos, con la finalidad de llevar a cabo la realización del programa ‘Blanqueando la ciudad’ relativo a la compra de materiales y componentes de alumbrado público de avenidas de esta ciudad de Mazatlán. Dicha adquisición será por una cantidad de 2,139 luminarias completas tipo UFO con un importe total de 400.8 millones de pesos, en un periodo de tres años afectado en partes iguales”.

Esta instrucción surge derivado de que, en el presupuesto de Egresos del municipio para el ejercicio fiscal 2022, publicado en el Diario Oficial del Estado, no se contempló presupuesto para ese programa “Blanqueando la ciudad” ni para la partida 246001 que se refiere al mantenimiento de alumbrado público, cuenta a la que se está asignando el excedente ordenado por Alarcón Lizárraga.

De acuerdo con esa instrucción, para la compra de las lámparas que va a comprometer por tres años las finanzas del municipio, sí fue posible adecuar el presupuesto, y no para pagar un adeudo derivado de una sentencia a favor de Nafta. A esto se agrega que hubo violación a la Constitución, y se lo explico:

La Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios establece en su artículo 8 lo siguientes: “No procederá pago alguno que no esté comprendido en el Presupuesto de Egresos, determinado por Ley posterior o con cargo a Ingresos excedentes”. Esta precisión nos deja claro que no se puede modificar el presupuesto para comprar las 2,139 luminarias como lo hizo el Gobierno de Mazatlán, ya que se encuadra en dos de los supuestos, porque el gasto no está comprendido en el Presupuesto de Egresos y, además, se está considerando cubrir el gasto con ingresos excedentes que, a la fecha en que se hace la propuesta de adecuación de los presupuestos, no se sabe si se van a obtener.

A eso se suma que las fracciones I y IV de la misma Ley de Disciplina Financiera establecen que “solo se podrán comprometer recursos con cargo al presupuesto autorizado contando previamente con suficiencia presupuestaria, identificando la fuente de ingresos”, y agrega: “solo procederá hacer pagos con base en el Presupuesto de Egresos autorizado, por los conceptos efectivamente devengados, siempre que se hubieren registrado y contabilizado debida y oportunamente las operaciones consideradas en éste”. La Ley determina claramente que sólo se podrán cubrir aquellos compromisos que estén contemplados en el Presupuesto de Egresos autorizado, requisito que no se cumple en la compra de las luminarias.

Siguiendo con el sustento legal sobre este caso, les comparto lo que marca el Artículo 14 de la Ley en mención establece lo siguiente: “Los ingresos excedentes derivados de ingresos de libre disposición de las Entidades Federativas (que aplica también para los municipios) deberá ser destinado a los siguientes conceptos: Para la amortización de deuda pública, el pago de los adeudos de ejercicios fiscales anteriores, pasivos circulantes, y otras obligaciones, en cuyos contratos se haya pactado el pago anticipado sin incurrir en penalidades y represente una disminución en el saldo registrado en la cuenta pública del cierre del ejercicio inmediato anterior, así como el pago de sentencias definitivas emitidas por la autoridad competente….”

Esto quiere decir que, con los excedentes presupuestarios (los ingresos que se recaudan de más a los que presupuesta una administración) que se obtuvieron en 2021 (428.7 millones de pesos), el Municipio estaba en condiciones de cubrir el adeudo con Nafta sin necesidad de condonarle 13.1 millones de pesos de impuestos como lo hizo; tampoco había necesidad de entregarle bienes inmuebles a menor precio comercial ubicados en lugares estratégicos de la ciudad, ya que éstos eran parte del patrimonio de los mazatlecos. No, no había urgencia de pagarle a Nafta con bienes públicos.

Aquí otro dato: El título de Registro de diseño Industrial en poder de la empresa que vende las luminarias vence el 29 de noviembre de este 2022, es probable que, por esa razón, la autoridad municipal se haya apresurado a firmar el contrato de las luminarias.

Ya vimos que hay muchos aspectos que nos llevan a sospechar de esta compra, es por eso que, como organización, seguiremos pugnando porque todas las sesiones del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Ayuntamiento de Mazatlán sean públicas y se trasmitan por redes sociales oficiales.

Por ahora me despido y espero con gusto sus comentarios a mi correo electrónico.


“Los contribuyentes merecen rendición de cuentas”.

Byron Dorgan.

Ex senador de los Estados Unidos.

observatoriociudadanomzt@hotmail.com

@observatoriomzt

FB: Observatorio Ciudadano de Mazatlán

IG: observatorio ciudadanomzt

*El autor es director de la Asociación Civil Observatorio Ciudadano de Mazatlán. Contador Público y estudiante de Derecho, especializado en auditorías a recursos públicos y temas anticorrupción.