/ jueves 27 de mayo de 2021

Luces de París y las Calendas Griegas

Antier, en París, por primera vez en la historia, las luces de la Torre Eiffel fueron encendidas con hidrógeno verde, gracias a un generador de electrohidrógeno, que funciona por electrólisis a partir de fuentes renovables y consiste en la descomposición de las moléculas de agua. Ayuda a la descarbonización del planeta al utilizar la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera, lo que en una economía dependiente del carbón y el petróleo como la de nuestro país, significaría más CO2 y el agravamiento del cambio climático. Aquí, gracias a la política retrógrada del gobierno que dilapida cuantiosos recursos para comprar refinerías en Texas, quemar miles de millones de dólares en Dos Bocas y en el barril sin fondo de PEMEX, respirar azufre y combustóleo, oler no a tierra mojada, como en la bella Guadalajara, sino a llanta quemada, se configura la degradación a la que se somete no únicamente a la vida y a la naturaleza, sino también a otros órdenes en la vida social, política y económica. La degradación ética del gobierno y sus partidarios, está evidenciada.

Las luces no brillan en el gobierno, aunque ellos sean entusiastas de la manipulación y el engaño. “La economía de México va bien”, dijo otra vez esta semana el presidente. “Este año se espera crecimiento de 5%”, “la inversión extranjera directa en 2020 alcanzó 29 mil mmd; pasamos del lugar 11 al 7º. lugar en inversión extranjera en el mundo”; “nos vamos recuperando de la crisis causada por la pandemia”, se dijo también entre otra propaganda demagógica. Lo cierto es que las entradas de recursos del exterior a México, según reporta el Banco de México fueron en el primer trimestre de 2020 de 16,751 mdd, y en el primer trimestre de 2021, de 11,865 mdd. La caída ha sido de 29.17% entre ambos periodos. En este año, hay 10.7 millones de personas desocupadas y de acuerdo con el INEGI, la disparidad regional de México también es notoria en la informalidad: mientras que en estados como Chihuahua, Nuevo León y Baja California menos del 35% de la población ocupada no agropecuaria tiene un trabajo informal, en Oaxaca y Puebla la tasa asciende a +65%.

Pese a que el presidente y sus ciegos leales del gobierno anuncian un día sí y el otro también que el país ya se encuentra del otro lado de la crisis, que sus promesas han sido cumplidas, la terca realidad se empeña en contradecirlos. Como si nos dijeran que la realidad alternativa que nos anuncian, llegará en las calendas griegas (Ad calendas graecas). Las calendas, junto con las idus y las nonas, formaban la división tripartita del mes romano. Pero resulta que los griegos no contaban así el tiempo. Los romanos contaban sus meses, lunares, a partir del primer día, la luna nueva, la calenda del mes. Los griegos no tenían calendas, así que decir que se dejaba algo para las calendas griegas era saber que nunca iba a llegar ese momento. Se entiende más la frase cuando se toma consciencia de que durante la calenda, en ese primer día del mes romano, se satisfacían y pagaban las deudas. Era como decir que se cumpliría “hasta que los cerdos vuelen”. De ahí que la expresión venga a decir que no se cumplirá ningún compromiso ni se atenderá nunca ninguna demanda.

Otra degradación es la que sufrió, por parte de la Administración Federal de Aviación del gobierno de los Estados Unidos, la calificación de la seguridad aérea en México desde la categoría 1 a 2, por considerar que nuestro país no cumple con los estándares de seguridad que establece la Organización de Aviación Civil Internacional, además de estar preocupada por la falta de independencia del regulador aeronáutico mexicano, que hoy es un militar. Como consecuencia, las aerolíneas mexicanas no podrán abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos hasta nuevo aviso. El gobierno no destina presupuesto suficiente para la aviación civil ni para la preparación de capital humano. Eso sí: la “austeridad republicana” se acabará –si no votamos por los contrapesos este 6 de junio- cuando lleguen las calendas griegas. Un duro golpe para toda la industria aérea del país, para el comercio, para el empleo y para el PIB.

Este es el proceso electoral más violento de nuestra historia: 88 políticos asesinados en lo que va de las campañas. Encima, no hay medicamentos para combatir el cáncer, ni tampoco la violencia feminicida, ni la violencia a secas.

Desgobierno, destrucción, degradación. No hay luces con hidrógeno verde como en París. Hay un presidente que insulta a quien lo contradice, que ataca a quienes lo incomodan, que destruye lo que le estorba y que está preocupado solo por su sufrimiento ante las críticas. Regala dádivas de nuestros impuestos para comprar votos y promete diariamente en las mañanas que su gobierno nos regalará muy pronto, el mejor México para vivir. Habrá que pensar como en ese verso de la Eneida de Virgilio: "Timeo Danaos et dona ferentes", o sea: "Desconfío de los dánaos (griegos) incluso si traen regalos". La frase la dice el troyano Laocoonte, sacerdote de Neptuno, advirtiendo de la trampa de los aqueos al ver por primera vez el caballo de madera que será la perdición definitiva de la ciudad.

Mientras llega el 6 de junio, para no molestar al polemarca (alto comandante militar que tenía el mando precisamente del ala derecha –sí, derecha- de las falanges atenienses) de palacio, será bueno decirle lo que Vicente Vega en su Diccionario de frases célebres, pone en boca de Isabel de Inglaterra, respondiendo a una exigencia de Felipe II:

Ad graecas, bone rex, tua fient mandata calendas.

Tus órdenes serán cumplidas, buen rey, en las calendas griegas.

Antier, en París, por primera vez en la historia, las luces de la Torre Eiffel fueron encendidas con hidrógeno verde, gracias a un generador de electrohidrógeno, que funciona por electrólisis a partir de fuentes renovables y consiste en la descomposición de las moléculas de agua. Ayuda a la descarbonización del planeta al utilizar la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera, lo que en una economía dependiente del carbón y el petróleo como la de nuestro país, significaría más CO2 y el agravamiento del cambio climático. Aquí, gracias a la política retrógrada del gobierno que dilapida cuantiosos recursos para comprar refinerías en Texas, quemar miles de millones de dólares en Dos Bocas y en el barril sin fondo de PEMEX, respirar azufre y combustóleo, oler no a tierra mojada, como en la bella Guadalajara, sino a llanta quemada, se configura la degradación a la que se somete no únicamente a la vida y a la naturaleza, sino también a otros órdenes en la vida social, política y económica. La degradación ética del gobierno y sus partidarios, está evidenciada.

Las luces no brillan en el gobierno, aunque ellos sean entusiastas de la manipulación y el engaño. “La economía de México va bien”, dijo otra vez esta semana el presidente. “Este año se espera crecimiento de 5%”, “la inversión extranjera directa en 2020 alcanzó 29 mil mmd; pasamos del lugar 11 al 7º. lugar en inversión extranjera en el mundo”; “nos vamos recuperando de la crisis causada por la pandemia”, se dijo también entre otra propaganda demagógica. Lo cierto es que las entradas de recursos del exterior a México, según reporta el Banco de México fueron en el primer trimestre de 2020 de 16,751 mdd, y en el primer trimestre de 2021, de 11,865 mdd. La caída ha sido de 29.17% entre ambos periodos. En este año, hay 10.7 millones de personas desocupadas y de acuerdo con el INEGI, la disparidad regional de México también es notoria en la informalidad: mientras que en estados como Chihuahua, Nuevo León y Baja California menos del 35% de la población ocupada no agropecuaria tiene un trabajo informal, en Oaxaca y Puebla la tasa asciende a +65%.

Pese a que el presidente y sus ciegos leales del gobierno anuncian un día sí y el otro también que el país ya se encuentra del otro lado de la crisis, que sus promesas han sido cumplidas, la terca realidad se empeña en contradecirlos. Como si nos dijeran que la realidad alternativa que nos anuncian, llegará en las calendas griegas (Ad calendas graecas). Las calendas, junto con las idus y las nonas, formaban la división tripartita del mes romano. Pero resulta que los griegos no contaban así el tiempo. Los romanos contaban sus meses, lunares, a partir del primer día, la luna nueva, la calenda del mes. Los griegos no tenían calendas, así que decir que se dejaba algo para las calendas griegas era saber que nunca iba a llegar ese momento. Se entiende más la frase cuando se toma consciencia de que durante la calenda, en ese primer día del mes romano, se satisfacían y pagaban las deudas. Era como decir que se cumpliría “hasta que los cerdos vuelen”. De ahí que la expresión venga a decir que no se cumplirá ningún compromiso ni se atenderá nunca ninguna demanda.

Otra degradación es la que sufrió, por parte de la Administración Federal de Aviación del gobierno de los Estados Unidos, la calificación de la seguridad aérea en México desde la categoría 1 a 2, por considerar que nuestro país no cumple con los estándares de seguridad que establece la Organización de Aviación Civil Internacional, además de estar preocupada por la falta de independencia del regulador aeronáutico mexicano, que hoy es un militar. Como consecuencia, las aerolíneas mexicanas no podrán abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos hasta nuevo aviso. El gobierno no destina presupuesto suficiente para la aviación civil ni para la preparación de capital humano. Eso sí: la “austeridad republicana” se acabará –si no votamos por los contrapesos este 6 de junio- cuando lleguen las calendas griegas. Un duro golpe para toda la industria aérea del país, para el comercio, para el empleo y para el PIB.

Este es el proceso electoral más violento de nuestra historia: 88 políticos asesinados en lo que va de las campañas. Encima, no hay medicamentos para combatir el cáncer, ni tampoco la violencia feminicida, ni la violencia a secas.

Desgobierno, destrucción, degradación. No hay luces con hidrógeno verde como en París. Hay un presidente que insulta a quien lo contradice, que ataca a quienes lo incomodan, que destruye lo que le estorba y que está preocupado solo por su sufrimiento ante las críticas. Regala dádivas de nuestros impuestos para comprar votos y promete diariamente en las mañanas que su gobierno nos regalará muy pronto, el mejor México para vivir. Habrá que pensar como en ese verso de la Eneida de Virgilio: "Timeo Danaos et dona ferentes", o sea: "Desconfío de los dánaos (griegos) incluso si traen regalos". La frase la dice el troyano Laocoonte, sacerdote de Neptuno, advirtiendo de la trampa de los aqueos al ver por primera vez el caballo de madera que será la perdición definitiva de la ciudad.

Mientras llega el 6 de junio, para no molestar al polemarca (alto comandante militar que tenía el mando precisamente del ala derecha –sí, derecha- de las falanges atenienses) de palacio, será bueno decirle lo que Vicente Vega en su Diccionario de frases célebres, pone en boca de Isabel de Inglaterra, respondiendo a una exigencia de Felipe II:

Ad graecas, bone rex, tua fient mandata calendas.

Tus órdenes serán cumplidas, buen rey, en las calendas griegas.