/ sábado 17 de octubre de 2020

Los miedos medievales no se han ido

El historiador francés, Georges Duby, nos da cuenta de los miedos que existían en medievo en su libro: Año 1000, año 2000 LA HUELLA DE NUESTROS MIEDOS.

Esos miedos eran a la miseria, miedo al otro, miedo a la violencia, al más allá y a las epidemias.

Los miedos medievales no se han ido, tampoco las pandemias.

“El fuego del mal ardiente quema a las poblaciones del año mil. Una enfermedad desconocida provoca un terror inmenso. La peste negra devasta a Europa y liquida a un tercio de su población durante el verano de 1348. Como el Sida para algunos, esta epidemia se vive como castigo del pecado. Se busca víctimas propiciatorias, y se encuentra a judíos y leprosos; se les acusa de envenenar los pozos. Las ciudades se repliegan, se prohíben que ingrese el extranjero, sospechoso de contagio. Los hombres de la época temen otra enfermedad, la lepra, que se considera propia de perversión sexual. Sobre el cuerpo de estos desgraciados se reflejaría la podredumbre de sus almas. Se rechaza a los leprosos”.

Había epidemias, muertos, muchos muertos; pero no se puede hablar de catástrofe sanitarias antes del siglo XIV. En ese momento se produjo un acontecimiento considerable: la devastación espantosa en toda Europa que provocó la gran peste negra.

Durante medio siglo, la peste continuó en estado endémico. Regresó cada cuatro o cinco años hasta principio del siglo XV, lapso en el cual los organismos humanos finalmente consiguieron desarrollar anticuerpos que les permitieron resistir.

Hoy, en la actualidad, todos los países realizan esfuerzos por controlar el Covid-19, a veces lo logran y tienen éxito durante pocos meses, pero luego viene el rebrote. Francia ha declarado el toque de queda en París hace unos días, donde nadie puede andar en sus calles después de las 9 de la noche. Y Alemania extrema sus medidas para contener el rebrote.

En Sinaloa las autoridades buscan encontrar el punto de equilibrio entre medidas sanitarias y economía, lo cual no es nada fácil. Se anuncia el cierre de los panteones, pero se abren los estadios deportivos.

La medida de algunos Ayuntamientos de cerrar los panteones, de impedir visitar a nuestros muertos, es ir contra una tradición milenaria practicada en todo el orbe, según nos los describe el historiador inglés Laurence Stone. Son medidas que buscan evitar un aumento de la pandemia.

El pensador israelita, Yuval Noah Harari, escribía al principio de este año en uno de sus artículos, que tenía mucha fe en la ciencia y que muy pronto los esfuerzos que se estaban haciendo en varias latitudes del mundo, se verían coronados con la vacuna contra el Covid-19.

En nuestro país en varios centros de investigación se trabaja en la elaboración de una vacuna contra el Covid19, ellos son: El Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México; La UNAM , el Instituto del Seguro Social y la empresa Avimex; El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y la Universidad Autónoma de Baja California.; la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Politécnico Nacional, y el Gobierno Federal y el sector privado financiarán 19 proyectos de científicos nacionales de vacunas y tratamientos contra el Covid-19.

Nos llena de esperanza, la noticia que ha dado a conocer nuestro canciller, Marcelo Ebrard, que muy posiblemente en el mes de diciembre tendremos la vacuna en México. Se pre compra la vacuna al laboratorio Astra Zeneca y con Rusia se va adquirir 32 millones de vacuna Sputnik. Además, hay interés de varios laboratorios en hacer Fase III EN México, ellos son Sanof-Pasteur (Francia), Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lázzaro Spallanzani (Italia), Janssen Pharmaceuticals (EEUU) y CanSino Biologics y Walvax Biotechnology (China).

E-mail: riosrojo@hotmail.com

Twitter: @riosrojo

El historiador francés, Georges Duby, nos da cuenta de los miedos que existían en medievo en su libro: Año 1000, año 2000 LA HUELLA DE NUESTROS MIEDOS.

Esos miedos eran a la miseria, miedo al otro, miedo a la violencia, al más allá y a las epidemias.

Los miedos medievales no se han ido, tampoco las pandemias.

“El fuego del mal ardiente quema a las poblaciones del año mil. Una enfermedad desconocida provoca un terror inmenso. La peste negra devasta a Europa y liquida a un tercio de su población durante el verano de 1348. Como el Sida para algunos, esta epidemia se vive como castigo del pecado. Se busca víctimas propiciatorias, y se encuentra a judíos y leprosos; se les acusa de envenenar los pozos. Las ciudades se repliegan, se prohíben que ingrese el extranjero, sospechoso de contagio. Los hombres de la época temen otra enfermedad, la lepra, que se considera propia de perversión sexual. Sobre el cuerpo de estos desgraciados se reflejaría la podredumbre de sus almas. Se rechaza a los leprosos”.

Había epidemias, muertos, muchos muertos; pero no se puede hablar de catástrofe sanitarias antes del siglo XIV. En ese momento se produjo un acontecimiento considerable: la devastación espantosa en toda Europa que provocó la gran peste negra.

Durante medio siglo, la peste continuó en estado endémico. Regresó cada cuatro o cinco años hasta principio del siglo XV, lapso en el cual los organismos humanos finalmente consiguieron desarrollar anticuerpos que les permitieron resistir.

Hoy, en la actualidad, todos los países realizan esfuerzos por controlar el Covid-19, a veces lo logran y tienen éxito durante pocos meses, pero luego viene el rebrote. Francia ha declarado el toque de queda en París hace unos días, donde nadie puede andar en sus calles después de las 9 de la noche. Y Alemania extrema sus medidas para contener el rebrote.

En Sinaloa las autoridades buscan encontrar el punto de equilibrio entre medidas sanitarias y economía, lo cual no es nada fácil. Se anuncia el cierre de los panteones, pero se abren los estadios deportivos.

La medida de algunos Ayuntamientos de cerrar los panteones, de impedir visitar a nuestros muertos, es ir contra una tradición milenaria practicada en todo el orbe, según nos los describe el historiador inglés Laurence Stone. Son medidas que buscan evitar un aumento de la pandemia.

El pensador israelita, Yuval Noah Harari, escribía al principio de este año en uno de sus artículos, que tenía mucha fe en la ciencia y que muy pronto los esfuerzos que se estaban haciendo en varias latitudes del mundo, se verían coronados con la vacuna contra el Covid-19.

En nuestro país en varios centros de investigación se trabaja en la elaboración de una vacuna contra el Covid19, ellos son: El Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México; La UNAM , el Instituto del Seguro Social y la empresa Avimex; El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y la Universidad Autónoma de Baja California.; la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Politécnico Nacional, y el Gobierno Federal y el sector privado financiarán 19 proyectos de científicos nacionales de vacunas y tratamientos contra el Covid-19.

Nos llena de esperanza, la noticia que ha dado a conocer nuestro canciller, Marcelo Ebrard, que muy posiblemente en el mes de diciembre tendremos la vacuna en México. Se pre compra la vacuna al laboratorio Astra Zeneca y con Rusia se va adquirir 32 millones de vacuna Sputnik. Además, hay interés de varios laboratorios en hacer Fase III EN México, ellos son Sanof-Pasteur (Francia), Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lázzaro Spallanzani (Italia), Janssen Pharmaceuticals (EEUU) y CanSino Biologics y Walvax Biotechnology (China).

E-mail: riosrojo@hotmail.com

Twitter: @riosrojo