/ viernes 7 de mayo de 2021

Los Domadores de Tragedias

El gobierno actual llegó montado en la tragedia de la corrupción e imbecilidad de gobiernos anteriores. López Obrador fue un feroz crítico de los errores y miserias de las administraciones de Fox, Calderón y Peña Nieto. Desde los macheteros de Atenco, pasando por la fallida Guerra de Calderón, la guardería ABC, hasta los sismos del 2017, el tabasqueño no ofreció respiro a los tropieces de gobiernos anteriores.

MORENA vio la luz montados sobre la espalda de la tragedia de los jóvenes de Ayotzinpa . El movimiento de López Obrador se convirtió en la espina atorada en la garganta de los corruptos indolentes que gobernaron sin consecuencias. La impunidad cabalgó desbocada en esos sexenios, pero, al menos, el Movimiento de Regeneración Nacional estaba ahí para no dejar pasar a los delitos al archivo de los recuerdos olvidados. Nadie como AMLO para llevar a la arena política los errores y tragedias producto de los excesos PRIANISTAS.

30 años de tragedias se acumularon como montañas de basura en medio de los páramos nacionales. Intentaron esconder sus inmundicias debajo de la alfombra del olvido. Fue una misión imposible. La oposición furibunda se encargó de hacer notar la peste de los lixiviados (Jugos de la basura). Sin la politización de la tragedia los desperdicios se hubieras secado al aire llenado los pulmones de toda la democracia mexicana.

López Obrador llegó al poder cabalgando sobre las tragedias de México. El pueblo le reconoció el dedo flamígero implacable y sin miramientos contra las ratas que destruían al sistema político mexicano.

Desde la presidencia, las tragedias se han domado. Ya no es necesario que nadie las señale. El presidente López Obrador exige no politizar las tragedias; eso es de mezquinos y politiqueros. Quien, en el 2008, destrozó el manejo de la pandemia de Influenza por parte del gobierno de Calderón hoy sufre la angustia por la crítica a 400 mil muertos de COVID. Los muertos de su pandemia son muertos buenos; ya no son muertos neoliberales. Eso es diferente. El que no reconozca eso es un vulgar ambicioso del poder perdido.

Los malditos huachicoleros mataron a más de 100 personas en Hidalgo, pero no fue una tragedia. De ninguna manera. Fue el producto del combate a la corrupción y eso se valora; no se critica. Malos mexicanos quienes señalaron las incapacidades del gobierno. El gobierno de la 4t nunca se equivoca. Son diferentes.

La más reciente desgracia en la línea 12 del Metro en la CDMX tampoco es culpa del gobierno. No es necesario que nadie renuncie, sea cesado y mucho menos señalado. Es necesario tener un peritaje técnico para conocer la verdad. Solo los malsanos ardidos comparan esa tragedia con los dos muertos del socavón del paso exprés en Cuernavaca. Esos muertos se debían señalar. Los neoliberales necesitaban ser perseguidos por sus aberrantes resultados.

Los 25 muertos de la línea dorada del metro mercan respeto. Por favor nadie menciones que fueron omisiones del gobierno: eso es usar la tragedia con fines políticos. Los muertos de ahora son diferentes. No son muertos conservadores. Son muertos del pueblo bueno y de la 4t. No es necesario que se busquen culpables. Todo debe seguir un curso institucional.

El basurero de las desgracias, ese que antes era señalando, hoy quiere ser escondido de nueva cuenta. La cuarta transformación pide que ignoremos la nueva mugre acumulada. Quieren hacernos creer que la peste del muladar de los gobiernos de MORENA es diferente: Huele a rosas, según ellos. Las tragedias de antes no se resolvieron y ya se acumulan nuevas, pero eso no es lo importante. Lo que importa es que la imagen del presidente no sea tocada por nada ni nadie. La oposición tiene prohibido seguir el camino del de Macuspana. Solo los iluminados, moralmente superiores, tienen derecho a usar el dolor del pueblo en beneficio político. López Obrador es iluminado. Solo él tiene el monopolio de capitalizar las desgracias.

Aun así, Con el derecho divino otorgado de nacimiento para el usufructo de las desdichas, estamos seguros que las tragedias en este país desaparecieron- Están domadas porque así lo decidió el poder supremo.

El uso faccioso de los muertos y las desgracias, si no eres de la 4t, son para seres miserables. Es inaudito que alguien quiera culpar políticamente a los gobernantes para socavar el esfuerzo de buenas mujeres y hombres, curo único objetivo es buscar el bienestar entre los mexicanos…. Los domadores de tragedias son seres de luz incapaces de usar la tragedia para su beneficio personal. Antes lo hicieron porque era necesario para mostrar a México el corazón podrido de los neoliberales. Hoy es diferente. Con las tragedias domadas… solo los de corazón putrefacto no confían en el buen gobierno

El gobierno actual llegó montado en la tragedia de la corrupción e imbecilidad de gobiernos anteriores. López Obrador fue un feroz crítico de los errores y miserias de las administraciones de Fox, Calderón y Peña Nieto. Desde los macheteros de Atenco, pasando por la fallida Guerra de Calderón, la guardería ABC, hasta los sismos del 2017, el tabasqueño no ofreció respiro a los tropieces de gobiernos anteriores.

MORENA vio la luz montados sobre la espalda de la tragedia de los jóvenes de Ayotzinpa . El movimiento de López Obrador se convirtió en la espina atorada en la garganta de los corruptos indolentes que gobernaron sin consecuencias. La impunidad cabalgó desbocada en esos sexenios, pero, al menos, el Movimiento de Regeneración Nacional estaba ahí para no dejar pasar a los delitos al archivo de los recuerdos olvidados. Nadie como AMLO para llevar a la arena política los errores y tragedias producto de los excesos PRIANISTAS.

30 años de tragedias se acumularon como montañas de basura en medio de los páramos nacionales. Intentaron esconder sus inmundicias debajo de la alfombra del olvido. Fue una misión imposible. La oposición furibunda se encargó de hacer notar la peste de los lixiviados (Jugos de la basura). Sin la politización de la tragedia los desperdicios se hubieras secado al aire llenado los pulmones de toda la democracia mexicana.

López Obrador llegó al poder cabalgando sobre las tragedias de México. El pueblo le reconoció el dedo flamígero implacable y sin miramientos contra las ratas que destruían al sistema político mexicano.

Desde la presidencia, las tragedias se han domado. Ya no es necesario que nadie las señale. El presidente López Obrador exige no politizar las tragedias; eso es de mezquinos y politiqueros. Quien, en el 2008, destrozó el manejo de la pandemia de Influenza por parte del gobierno de Calderón hoy sufre la angustia por la crítica a 400 mil muertos de COVID. Los muertos de su pandemia son muertos buenos; ya no son muertos neoliberales. Eso es diferente. El que no reconozca eso es un vulgar ambicioso del poder perdido.

Los malditos huachicoleros mataron a más de 100 personas en Hidalgo, pero no fue una tragedia. De ninguna manera. Fue el producto del combate a la corrupción y eso se valora; no se critica. Malos mexicanos quienes señalaron las incapacidades del gobierno. El gobierno de la 4t nunca se equivoca. Son diferentes.

La más reciente desgracia en la línea 12 del Metro en la CDMX tampoco es culpa del gobierno. No es necesario que nadie renuncie, sea cesado y mucho menos señalado. Es necesario tener un peritaje técnico para conocer la verdad. Solo los malsanos ardidos comparan esa tragedia con los dos muertos del socavón del paso exprés en Cuernavaca. Esos muertos se debían señalar. Los neoliberales necesitaban ser perseguidos por sus aberrantes resultados.

Los 25 muertos de la línea dorada del metro mercan respeto. Por favor nadie menciones que fueron omisiones del gobierno: eso es usar la tragedia con fines políticos. Los muertos de ahora son diferentes. No son muertos conservadores. Son muertos del pueblo bueno y de la 4t. No es necesario que se busquen culpables. Todo debe seguir un curso institucional.

El basurero de las desgracias, ese que antes era señalando, hoy quiere ser escondido de nueva cuenta. La cuarta transformación pide que ignoremos la nueva mugre acumulada. Quieren hacernos creer que la peste del muladar de los gobiernos de MORENA es diferente: Huele a rosas, según ellos. Las tragedias de antes no se resolvieron y ya se acumulan nuevas, pero eso no es lo importante. Lo que importa es que la imagen del presidente no sea tocada por nada ni nadie. La oposición tiene prohibido seguir el camino del de Macuspana. Solo los iluminados, moralmente superiores, tienen derecho a usar el dolor del pueblo en beneficio político. López Obrador es iluminado. Solo él tiene el monopolio de capitalizar las desgracias.

Aun así, Con el derecho divino otorgado de nacimiento para el usufructo de las desdichas, estamos seguros que las tragedias en este país desaparecieron- Están domadas porque así lo decidió el poder supremo.

El uso faccioso de los muertos y las desgracias, si no eres de la 4t, son para seres miserables. Es inaudito que alguien quiera culpar políticamente a los gobernantes para socavar el esfuerzo de buenas mujeres y hombres, curo único objetivo es buscar el bienestar entre los mexicanos…. Los domadores de tragedias son seres de luz incapaces de usar la tragedia para su beneficio personal. Antes lo hicieron porque era necesario para mostrar a México el corazón podrido de los neoliberales. Hoy es diferente. Con las tragedias domadas… solo los de corazón putrefacto no confían en el buen gobierno