/ viernes 4 de junio de 2021

La tarjeta final de la campaña

Cómo una mala peleas de box, llegamos al round final sin muchos sobresaltos. La campaña cierra justo cono empezó: Rocha es favorito para ganar el próximo domingo.

Mario Zamora tuvo un buen inicio de campaña. Arrancó con una propuesta innovadora y activa. El “camión campañoso” y su esposa Wendy fueron activos importantes aportar elementos novedosos. Wendy inyectó vitalidad sumando simpatías y el camión fue usado como una plataforma de comunicación ciudadana con el candidato La campaña prometía, aun a pesar de iniciar dando tumbos por una nominación a destiempo y atropellada, pero algo sucedió…En la segunda parte de la contienda, Mario se volvió predecible. Abandono la innovación. Regreso a las antiguas formas de hacer política y apostó todo por los eventos masivos (aun con las limitantes de las pandemias). Intentó habilitar las voces de empresarios y ciudadanos; no fue suficiente. Se quedó corto. Los tres chiflados (Dirigentes del PRI, PAN y PRD) se dedicaron a nadar de muertitos gran parte de la campaña. A Mario le costó un mundo abrir su círculo cerrado. Casi al final de la campaña hubo voces diferentes, pero no tuvieron el eco necesario. Los egos magnificados fueron los que prevalecieron a lo largo de 2 meses en la campaña aliancista

Rocha tuvo una campaña pareja de principio a fin con escasos elementos innovadores. Apostó por una campaña tradicional de pocos eventos, pero bien organizados y estructuras férreas. Su discurso fue plano lleno de monotonía. No abordó de manera adecuada los temas locales. La campaña de Rocha se limitó a replicar una y otra vez la voz de López Obrador. Fue una campaña perico: repetir y repetir lo que mandaban desde las mañaneras. Al final, logró su cometido: terminar la contienda como el favorito. Rocha apostó a la fortaleza de la marca y a la estructura del PAS. No necesitó más.

Al contrario de la campaña aliancista, la de Rocha sufrió por el exceso de voces queriendo controlar la campaña. Los jaloneos entre grupos de MORENA, los intereses del centro del país, el PAS… “entre otros” consiguieron que muchos eventos fracasaran y retrataran a un Rocha cansado con una narrativa de agotamiento mental y físico. Despreció los debates al no preparase a conciencia para ellos, lo que hizo que la imagen de falto de vitalidad se acrecentará.

En términos generales, Mario puede considerarse, no por mucho, como el mejor candidato en campaña. Fue mejor en los debates; sin embargo, no lo capitalizó. Perdió demasiado tiempo persiguiendo a Rocha con el tema de la camioneta propiedad del MORENISTA. Algunos días arrollaba a su contrincante, pero en una buena cantidad de ellos se desapareció por completo. Se notaba que peleaba solo. Fueron muy contados los candidatos de la alianza que no se portaron como fardos.

Rocha acertó un par de buenos golpes sin llegar a ser espectaculares. El tema de los créditos otorgados por Mario a familiares y amigos durante su paso por la Financiera Rural cimbró por un momento el ánimo aliancistas. Cuen se promovió como cogobernante, Rocha aceptó ese papel. Ya se sabrá quién engañó a quien más adelante.

Mención aparte a los árbitros de la contienda. Fueron muy malos. Tanto el Instituto Electoral (Local y federal), como los Tribuales Electorales tuvieron actuaciones deplorables. Ya sea por incapacidad, sumisión, ineptitud o burocracias las decisiones de los árbitros estuvieron paupérrimas. Se tuvieron que imprimir en dos ocasiones las boletas electorales para terminar regresando a las originales. Lo jurídico fue una pachanga. Todo mal. Hasta el último día metieron mano en la contienda.

Los chiquipartidos aprovecharon sus 15 minutos de fama. El Partido Verde arrancó con un candidato y termino con otro; el PT se quedó sin candidata; Rosa Elena Millán se quedó sin partido ( si es que alguna vez existió); RSP es una nota al pie de página; el candidato del PES usó la campaña cómo terapia para expiar sus odios políticos… solo MC con Sergio Torres como abanderado puede considerarse un intento serio de formar una nueva opción política, pero tampoco pasara mucho con ellos.

En la lucha por las 4 alcaldías con mayor número de habitantes, Solo Culiacán parece medianamente decidido (la marca MORENA pesa muy fuerte en la capital). Mazatlán, Ahome y Guasave llegan al domingo con un mayor grado de incertidumbre; cualquier cosa puede pasar, lo mismo para 4 de los 7 distritos federales.

Ganar una campaña no es lo mismo que ganar una elección. La primera fase ya terminó. Los errores o aciertos se quedarán atrás. Ahora todo está en manos de las famosas estructuras. Ambas fuerzas políticas tienen con que defenderse. Los Ciervos de la nación serán Cuervos de la Nación el domingo en unión con el PAS es el ejército electoral de MOREANA. La alianza tiene la vetusta, pero aceitada maquinaria priista lista para operar con un “puchoncito” de los grupos empresariales.

Sin importar el resultado del domingo, el lunes comienza la elección del 2024

(@juanordorica)







Cómo una mala peleas de box, llegamos al round final sin muchos sobresaltos. La campaña cierra justo cono empezó: Rocha es favorito para ganar el próximo domingo.

Mario Zamora tuvo un buen inicio de campaña. Arrancó con una propuesta innovadora y activa. El “camión campañoso” y su esposa Wendy fueron activos importantes aportar elementos novedosos. Wendy inyectó vitalidad sumando simpatías y el camión fue usado como una plataforma de comunicación ciudadana con el candidato La campaña prometía, aun a pesar de iniciar dando tumbos por una nominación a destiempo y atropellada, pero algo sucedió…En la segunda parte de la contienda, Mario se volvió predecible. Abandono la innovación. Regreso a las antiguas formas de hacer política y apostó todo por los eventos masivos (aun con las limitantes de las pandemias). Intentó habilitar las voces de empresarios y ciudadanos; no fue suficiente. Se quedó corto. Los tres chiflados (Dirigentes del PRI, PAN y PRD) se dedicaron a nadar de muertitos gran parte de la campaña. A Mario le costó un mundo abrir su círculo cerrado. Casi al final de la campaña hubo voces diferentes, pero no tuvieron el eco necesario. Los egos magnificados fueron los que prevalecieron a lo largo de 2 meses en la campaña aliancista

Rocha tuvo una campaña pareja de principio a fin con escasos elementos innovadores. Apostó por una campaña tradicional de pocos eventos, pero bien organizados y estructuras férreas. Su discurso fue plano lleno de monotonía. No abordó de manera adecuada los temas locales. La campaña de Rocha se limitó a replicar una y otra vez la voz de López Obrador. Fue una campaña perico: repetir y repetir lo que mandaban desde las mañaneras. Al final, logró su cometido: terminar la contienda como el favorito. Rocha apostó a la fortaleza de la marca y a la estructura del PAS. No necesitó más.

Al contrario de la campaña aliancista, la de Rocha sufrió por el exceso de voces queriendo controlar la campaña. Los jaloneos entre grupos de MORENA, los intereses del centro del país, el PAS… “entre otros” consiguieron que muchos eventos fracasaran y retrataran a un Rocha cansado con una narrativa de agotamiento mental y físico. Despreció los debates al no preparase a conciencia para ellos, lo que hizo que la imagen de falto de vitalidad se acrecentará.

En términos generales, Mario puede considerarse, no por mucho, como el mejor candidato en campaña. Fue mejor en los debates; sin embargo, no lo capitalizó. Perdió demasiado tiempo persiguiendo a Rocha con el tema de la camioneta propiedad del MORENISTA. Algunos días arrollaba a su contrincante, pero en una buena cantidad de ellos se desapareció por completo. Se notaba que peleaba solo. Fueron muy contados los candidatos de la alianza que no se portaron como fardos.

Rocha acertó un par de buenos golpes sin llegar a ser espectaculares. El tema de los créditos otorgados por Mario a familiares y amigos durante su paso por la Financiera Rural cimbró por un momento el ánimo aliancistas. Cuen se promovió como cogobernante, Rocha aceptó ese papel. Ya se sabrá quién engañó a quien más adelante.

Mención aparte a los árbitros de la contienda. Fueron muy malos. Tanto el Instituto Electoral (Local y federal), como los Tribuales Electorales tuvieron actuaciones deplorables. Ya sea por incapacidad, sumisión, ineptitud o burocracias las decisiones de los árbitros estuvieron paupérrimas. Se tuvieron que imprimir en dos ocasiones las boletas electorales para terminar regresando a las originales. Lo jurídico fue una pachanga. Todo mal. Hasta el último día metieron mano en la contienda.

Los chiquipartidos aprovecharon sus 15 minutos de fama. El Partido Verde arrancó con un candidato y termino con otro; el PT se quedó sin candidata; Rosa Elena Millán se quedó sin partido ( si es que alguna vez existió); RSP es una nota al pie de página; el candidato del PES usó la campaña cómo terapia para expiar sus odios políticos… solo MC con Sergio Torres como abanderado puede considerarse un intento serio de formar una nueva opción política, pero tampoco pasara mucho con ellos.

En la lucha por las 4 alcaldías con mayor número de habitantes, Solo Culiacán parece medianamente decidido (la marca MORENA pesa muy fuerte en la capital). Mazatlán, Ahome y Guasave llegan al domingo con un mayor grado de incertidumbre; cualquier cosa puede pasar, lo mismo para 4 de los 7 distritos federales.

Ganar una campaña no es lo mismo que ganar una elección. La primera fase ya terminó. Los errores o aciertos se quedarán atrás. Ahora todo está en manos de las famosas estructuras. Ambas fuerzas políticas tienen con que defenderse. Los Ciervos de la nación serán Cuervos de la Nación el domingo en unión con el PAS es el ejército electoral de MOREANA. La alianza tiene la vetusta, pero aceitada maquinaria priista lista para operar con un “puchoncito” de los grupos empresariales.

Sin importar el resultado del domingo, el lunes comienza la elección del 2024

(@juanordorica)