/ martes 3 de diciembre de 2019

La Síndico Procuradora y El Rey Memo

Hasta antes del informe de la Síndico Procuradora, Elsa Elisa Bojórquez Mascareño, casi nada, nadie y alguien la consideraban una persona comprometida con el cargo municipal, puesto que síndicos y regidores han sido comparsa y banda de los alcaldes en turno, puesto que con El Rey Memo, carnavalero y carnavalesco, no ha sido como tal porque la Síndico Procuradora es una persona-mujer que, por más limitada por obstrucción política que burocrática, hace el trabajo que ha puesto en evidencia la conducta y la práctica del edil El Químico, no habiendo complicidad y tampoco idilio-ideal e idóneo con el Presidente Municipal de marras con sus tubos de ensayo para la corrupción y otras lindezas de esas en la alquimia marismeña-mazatleca, y como el miedo no anda en burro, pues el Benítez Torres, el de las altas torres, anda en una Chevrolet Tahoe negra.

Así se las gasta El Rey Memo, donde se rompen las olas en la ciudad del Carnaval, viajando más allá de sus limitaciones con sus provincianas y olalteñas chanclas.

A El Químico no le quitan el sueño las denuncias ni las demandas, mientras el Ángel del arte y la cultura, el Torrentera de la economía y el Contreras de los medios lo mantengan a flote en su presión alta con unas sesiones espirituosas de las aguas de las ámbar matas con reflujo de aguas negras y basuras callejeras y una iluminación urbana de troglodita mental marismeño-mazatleco.

La Síndico Procuradora que es la única mujer que está haciendo el trabajo en la administración municipal, por más que se afanen las demás mujeres, incluyendo a la primera dama tan empoderada con la filantropía de la ayuda con la moda que todo le acomoda en la extensión de los salones de belleza a las calles que pareciera levitar en una ensoñación de sentirse plenamente realizada e identificada con la causas justas y humanas del primer caballero, de quien es ama y sombra desde que se duermen y sueñan que, a ellos, en la vida real, no les cuesta nada nadie y alguien, solamente, al pueblo patasalada.

Los doctores, Santamaría y Hernández Norzagaray, están gratamente sorprendidos que la Síndico Procuradora, Elsa Elisa, le esté fajando los pantalones al faldillón de El Químico, y hasta la ven como la Primera Mujer-Presidenta Municipal, lo cual ella ha de agradecer y lo que le importa es hacer el trabajo que, al señor conductor de Qué pasa en Mazatlán, Roberto Osuna Amezquita, le critica y le resta méritos a su labor de contraparte o contrapeso por lo que se está haciendo en el municipio con El Químico, no faltando otros marismeños-mazatlecos que con esa “vocación crítica” que tanto le atesora el Dr. Santamaría a los marismeños-mazatlecos que no pasan de serse y hacerse los conductores y los locutores periodistos, y no, periodísticos, de La Taquiza municipal en el Puro Sinaloa estatal.

Eso de la vocación crítica (de y en) los marismeños-mazatlecos, no se ve, aunque se pasee en Olas Altas, con una cultura política de carreta carnavalesca, no tiene la formación ética y moral que la síndico procuradora despliega con la contundencia de los datos a favor o en contra de la administración municipal, en un contexto reducido que prevalece y del cual Elsa Elisa batalla por salir y posicionarse en ese espacio que solamente lo tienen, de a gratis, las candidatas a reina de Carnaval.

El afecto y el efecto por la cultura política carnavalesca en lo marismeño-mazatleco está, en vivo y en directo, en la persona-personaje de El Rey Memo, y la Síndico Procuradora no es la sombra del alcalde, cuando es la persona ética y moral que cumple con poner el estado de cosas desmadrado por la irresponsabilidad ética y moral del edil-en-redil, pagado de sí mismo con la ostentosidad abrupta y bruta de sentirse único e irrepetible y haciendo historia como cualquier rey feo que ha llegado a la majestuosidad oropelesca carnavalera para gobernar con el oportunismo y la conveniencia de quienes votaron por Morena, y no, por él, ahora sí, el mal llamado tsunami arrasó y sigue arrasando con el puerto y la ciudad de Mazatlán, y no en el sentido literal y sí en sentido figurado en que el Rey Memo tiene contra sí mismo la némesis y el avatar, la persona ética y moral de la Síndico Procuradora en lo que El Químico y el karma por un empleado muerto en una construcción, la cierra, y tiempo después un empleado del municipio muere golpeado por una palmera, saliendo a escena la vulgar conducta del presidente municipal contra un empresario Madero, a favor, invitándolo “a trabajar juntos por Mazatlán”: así se las gastan los políticos y los empresarios; primero, se escupen; y después, se besan.

Al Rey Memo, no le importa el costo ni el ridículo político y sí le babean las ganancias económicas, en lo que a la Síndico Procuradora le ocupa el compromiso ético y moral (de y en) la función pública municipal, y es precisamente lo que le pueda molestar a Elsa Elisa, las babas de la corrupción y la impunidad, a plena luz del día, del Rey Memo.

Para el ranchote con semáforos que es pueblo chico-infierno grande en el puerto y en la ciudad de Mazatlán, el Rey Memo es otro más de los políticos sietemesinos que Morena no supo engendrar y formar más que con la biopolítica de la oportuna conveniencia de no abortarlos para dejarlos ser y hacer a conveniencia de la Cuarta Transformación que, para el Rey Memo es la única y la última oportunidad, mientras que para Síndico Procuradora hay y habrá más quehacer, tanto en su casa como en su trabajo.






Hasta antes del informe de la Síndico Procuradora, Elsa Elisa Bojórquez Mascareño, casi nada, nadie y alguien la consideraban una persona comprometida con el cargo municipal, puesto que síndicos y regidores han sido comparsa y banda de los alcaldes en turno, puesto que con El Rey Memo, carnavalero y carnavalesco, no ha sido como tal porque la Síndico Procuradora es una persona-mujer que, por más limitada por obstrucción política que burocrática, hace el trabajo que ha puesto en evidencia la conducta y la práctica del edil El Químico, no habiendo complicidad y tampoco idilio-ideal e idóneo con el Presidente Municipal de marras con sus tubos de ensayo para la corrupción y otras lindezas de esas en la alquimia marismeña-mazatleca, y como el miedo no anda en burro, pues el Benítez Torres, el de las altas torres, anda en una Chevrolet Tahoe negra.

Así se las gasta El Rey Memo, donde se rompen las olas en la ciudad del Carnaval, viajando más allá de sus limitaciones con sus provincianas y olalteñas chanclas.

A El Químico no le quitan el sueño las denuncias ni las demandas, mientras el Ángel del arte y la cultura, el Torrentera de la economía y el Contreras de los medios lo mantengan a flote en su presión alta con unas sesiones espirituosas de las aguas de las ámbar matas con reflujo de aguas negras y basuras callejeras y una iluminación urbana de troglodita mental marismeño-mazatleco.

La Síndico Procuradora que es la única mujer que está haciendo el trabajo en la administración municipal, por más que se afanen las demás mujeres, incluyendo a la primera dama tan empoderada con la filantropía de la ayuda con la moda que todo le acomoda en la extensión de los salones de belleza a las calles que pareciera levitar en una ensoñación de sentirse plenamente realizada e identificada con la causas justas y humanas del primer caballero, de quien es ama y sombra desde que se duermen y sueñan que, a ellos, en la vida real, no les cuesta nada nadie y alguien, solamente, al pueblo patasalada.

Los doctores, Santamaría y Hernández Norzagaray, están gratamente sorprendidos que la Síndico Procuradora, Elsa Elisa, le esté fajando los pantalones al faldillón de El Químico, y hasta la ven como la Primera Mujer-Presidenta Municipal, lo cual ella ha de agradecer y lo que le importa es hacer el trabajo que, al señor conductor de Qué pasa en Mazatlán, Roberto Osuna Amezquita, le critica y le resta méritos a su labor de contraparte o contrapeso por lo que se está haciendo en el municipio con El Químico, no faltando otros marismeños-mazatlecos que con esa “vocación crítica” que tanto le atesora el Dr. Santamaría a los marismeños-mazatlecos que no pasan de serse y hacerse los conductores y los locutores periodistos, y no, periodísticos, de La Taquiza municipal en el Puro Sinaloa estatal.

Eso de la vocación crítica (de y en) los marismeños-mazatlecos, no se ve, aunque se pasee en Olas Altas, con una cultura política de carreta carnavalesca, no tiene la formación ética y moral que la síndico procuradora despliega con la contundencia de los datos a favor o en contra de la administración municipal, en un contexto reducido que prevalece y del cual Elsa Elisa batalla por salir y posicionarse en ese espacio que solamente lo tienen, de a gratis, las candidatas a reina de Carnaval.

El afecto y el efecto por la cultura política carnavalesca en lo marismeño-mazatleco está, en vivo y en directo, en la persona-personaje de El Rey Memo, y la Síndico Procuradora no es la sombra del alcalde, cuando es la persona ética y moral que cumple con poner el estado de cosas desmadrado por la irresponsabilidad ética y moral del edil-en-redil, pagado de sí mismo con la ostentosidad abrupta y bruta de sentirse único e irrepetible y haciendo historia como cualquier rey feo que ha llegado a la majestuosidad oropelesca carnavalera para gobernar con el oportunismo y la conveniencia de quienes votaron por Morena, y no, por él, ahora sí, el mal llamado tsunami arrasó y sigue arrasando con el puerto y la ciudad de Mazatlán, y no en el sentido literal y sí en sentido figurado en que el Rey Memo tiene contra sí mismo la némesis y el avatar, la persona ética y moral de la Síndico Procuradora en lo que El Químico y el karma por un empleado muerto en una construcción, la cierra, y tiempo después un empleado del municipio muere golpeado por una palmera, saliendo a escena la vulgar conducta del presidente municipal contra un empresario Madero, a favor, invitándolo “a trabajar juntos por Mazatlán”: así se las gastan los políticos y los empresarios; primero, se escupen; y después, se besan.

Al Rey Memo, no le importa el costo ni el ridículo político y sí le babean las ganancias económicas, en lo que a la Síndico Procuradora le ocupa el compromiso ético y moral (de y en) la función pública municipal, y es precisamente lo que le pueda molestar a Elsa Elisa, las babas de la corrupción y la impunidad, a plena luz del día, del Rey Memo.

Para el ranchote con semáforos que es pueblo chico-infierno grande en el puerto y en la ciudad de Mazatlán, el Rey Memo es otro más de los políticos sietemesinos que Morena no supo engendrar y formar más que con la biopolítica de la oportuna conveniencia de no abortarlos para dejarlos ser y hacer a conveniencia de la Cuarta Transformación que, para el Rey Memo es la única y la última oportunidad, mientras que para Síndico Procuradora hay y habrá más quehacer, tanto en su casa como en su trabajo.






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