/ lunes 21 de diciembre de 2020

La membresía de los partidos en Sinaloa

En nuestro país, el artículo 41 de la Constitución define a los partidos políticos de la siguiente manera: “entidades de interés público […] que tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como con las reglas que marque la ley electoral para garantizar la paridad de género, en las candidaturas a los distintos cargos de elección popular”.

Asimismo, contamos con la Ley General de Partidos Políticos que establece con mucha puntualidad tanto los requisitos que deben cumplir las organizaciones que aspiran a convertirse en partido como las obligaciones que adquieren para rendir cuentas sobre el financiamiento público y los procedimientos a que debe ajustarse su vida interna regulada por sus tres documentos básicos: la declaración de principios, el programa de acción y los estatutos.

Esta sería la parte dogmática de los institutos políticos en México, pero la esencia y el corazón de todo partido político son sus militantes. Ellos son quienes hacen posible su funcionamiento orgánico, el contacto con la sociedad y la promoción de su oferta política, pero hasta hace unos dos años venía existiendo un ambiente de mucha anarquía y desconfianza sobre la autenticidad de los padrones de militantes que oficialmente registraban los partidos ante la autoridad electoral. De hecho, las denuncias por afiliación indebida interpuestas por muchísima gente de todo el país empezó a ser la principal causa de sanción y multa para los partidos políticos.

Debido a esta problemática, y en pos de una solución, el 23 de enero de 2019 el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), con el consenso de los partidos, tomó el acuerdo INE/CG33/2019 que “Aprueba la implementación de manera excepcional de un procedimiento para la revisión, actualización y sistematización de los padrones de afiliadas y afiliados de los partidos políticos”, cuyo corolario sería la depuración total de la membresía partidista en México, así como desterrar la perene utilización mercantilista y abusiva de los datos personales contenidos en las listas nominales de electores.

Con mucho acierto, el INE empalmó este procedimiento de depuración con un ejercicio de verificación de membresía mínima que están obligados los partidos a cumplir cada tres años, a más tardar el 31 de marzo del año previo al proceso electoral federal; el objetivo es comprobar que cuenta mínimamente con el número de afiliados que se les exigió al solicitar el registro legal, el equivalente el 0.26% del padrón electoral. Esta obligación está regulada en los “Lineamientos para la verificación de los padrones de afiliados de los partidos políticos para la conservación de su registro y su publicidad, así como para el ejercicio de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición de los datos personales en posesión del Instituto Nacional Electoral”.

Hago esta relatoría de la normatividad en torno a la supervisión de la membresía de los partidos políticos, porque en el caso del Partido Sinaloense (PAS) hemos hecho un trabajo muy intenso de gestión social, de apoyo a la ciudadanía y, sobre todo, de invitación a la gente a pertenecer a un partido que trabaja los 365 días del año con muchas actividades a favor de la sociedad. Y la respuesta ha sido maravillosa, como se puede apreciar en los registros oficiales de INE, y me llena de orgullo decirlo: el PAS no sólo es el partido local más votado y con más afiliados en el país, sino que en Sinaloa el PAS tiene más afiliados que todos los demás partidos juntos.

Al corte previo al registro de los tres nuevos partidos nacionales, el INE en Sinaloa tenía registrados a 243,900 sinaloenses pertenecientes a algún partido político mediante una manifestación formal de afiliación. De ese universo, el PAS cuenta con 145,941 afiliados (59%), le sigue el PRI con 55,727 (22.8%), Movimiento Ciudadano con 8,535 (3.4%), el PVEM con 7,989 (3.2%), el PRD con 6,817 (2.7%), el PAN con 6,512 (2.6%), el PT con 6,304 (2.5%) y Morena con 6,075 (2.4%).

Este 2021, el partido político más exitoso a nivel nacional también aspira a ser el primero en ganar una gubernatura, y nuestra estrategia ha sido no dejar de trabajar un solo día para que los electores vean la enorme labor social que se puede hacer sin ser gobierno y gracias a la vocación de servicio y el trabajo voluntario de un ejército de militantes que creen que es posible un futuro mejor para sus hijos. Esa mística de trabajo y de resultados queremos llevarla a las instancias de gobierno y al poder Legislativo. Al alcance de una boleta electoral está el hacerlo posible.

En nuestro país, el artículo 41 de la Constitución define a los partidos políticos de la siguiente manera: “entidades de interés público […] que tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como con las reglas que marque la ley electoral para garantizar la paridad de género, en las candidaturas a los distintos cargos de elección popular”.

Asimismo, contamos con la Ley General de Partidos Políticos que establece con mucha puntualidad tanto los requisitos que deben cumplir las organizaciones que aspiran a convertirse en partido como las obligaciones que adquieren para rendir cuentas sobre el financiamiento público y los procedimientos a que debe ajustarse su vida interna regulada por sus tres documentos básicos: la declaración de principios, el programa de acción y los estatutos.

Esta sería la parte dogmática de los institutos políticos en México, pero la esencia y el corazón de todo partido político son sus militantes. Ellos son quienes hacen posible su funcionamiento orgánico, el contacto con la sociedad y la promoción de su oferta política, pero hasta hace unos dos años venía existiendo un ambiente de mucha anarquía y desconfianza sobre la autenticidad de los padrones de militantes que oficialmente registraban los partidos ante la autoridad electoral. De hecho, las denuncias por afiliación indebida interpuestas por muchísima gente de todo el país empezó a ser la principal causa de sanción y multa para los partidos políticos.

Debido a esta problemática, y en pos de una solución, el 23 de enero de 2019 el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), con el consenso de los partidos, tomó el acuerdo INE/CG33/2019 que “Aprueba la implementación de manera excepcional de un procedimiento para la revisión, actualización y sistematización de los padrones de afiliadas y afiliados de los partidos políticos”, cuyo corolario sería la depuración total de la membresía partidista en México, así como desterrar la perene utilización mercantilista y abusiva de los datos personales contenidos en las listas nominales de electores.

Con mucho acierto, el INE empalmó este procedimiento de depuración con un ejercicio de verificación de membresía mínima que están obligados los partidos a cumplir cada tres años, a más tardar el 31 de marzo del año previo al proceso electoral federal; el objetivo es comprobar que cuenta mínimamente con el número de afiliados que se les exigió al solicitar el registro legal, el equivalente el 0.26% del padrón electoral. Esta obligación está regulada en los “Lineamientos para la verificación de los padrones de afiliados de los partidos políticos para la conservación de su registro y su publicidad, así como para el ejercicio de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición de los datos personales en posesión del Instituto Nacional Electoral”.

Hago esta relatoría de la normatividad en torno a la supervisión de la membresía de los partidos políticos, porque en el caso del Partido Sinaloense (PAS) hemos hecho un trabajo muy intenso de gestión social, de apoyo a la ciudadanía y, sobre todo, de invitación a la gente a pertenecer a un partido que trabaja los 365 días del año con muchas actividades a favor de la sociedad. Y la respuesta ha sido maravillosa, como se puede apreciar en los registros oficiales de INE, y me llena de orgullo decirlo: el PAS no sólo es el partido local más votado y con más afiliados en el país, sino que en Sinaloa el PAS tiene más afiliados que todos los demás partidos juntos.

Al corte previo al registro de los tres nuevos partidos nacionales, el INE en Sinaloa tenía registrados a 243,900 sinaloenses pertenecientes a algún partido político mediante una manifestación formal de afiliación. De ese universo, el PAS cuenta con 145,941 afiliados (59%), le sigue el PRI con 55,727 (22.8%), Movimiento Ciudadano con 8,535 (3.4%), el PVEM con 7,989 (3.2%), el PRD con 6,817 (2.7%), el PAN con 6,512 (2.6%), el PT con 6,304 (2.5%) y Morena con 6,075 (2.4%).

Este 2021, el partido político más exitoso a nivel nacional también aspira a ser el primero en ganar una gubernatura, y nuestra estrategia ha sido no dejar de trabajar un solo día para que los electores vean la enorme labor social que se puede hacer sin ser gobierno y gracias a la vocación de servicio y el trabajo voluntario de un ejército de militantes que creen que es posible un futuro mejor para sus hijos. Esa mística de trabajo y de resultados queremos llevarla a las instancias de gobierno y al poder Legislativo. Al alcance de una boleta electoral está el hacerlo posible.