/ viernes 16 de agosto de 2019

La calidad y la equidad de la educación en la 4T (II)

Lo que señala Schleicher (2016) es correcto. Pero en la educación mexicana la mirada no se extiende hasta ese parámetro. Seguimos orientando la mirada en los aprendizajes per se, y no en lo que los alumnos pueden hacer con lo que aprenden en la escuela. Sin embargo, si nos detenemos en la perspectiva que plantea la UNESCO, la tarea es compleja. Veamos el porqué:

¿Se miden los resultados de los aprendizajes? Si se considera como fecha temporal el año en que se empezó a aplicar la prueba PISA en México, se tienen cerca de dos décadas de medición de los aprendizajes en nuestro país. Tiempo en el cual se ha avanzado de forma sustantiva en esta materia. El problema ha consistido en que se ha llegado a tener un panorama muy certero en cuanto al diagnóstico; pero no se ha tenido una política educativa consecuente para enfrentar los rezagos que se tienen -en los aprendizajes- en los distintos subsistemas que conforman el sistema educativo nacional. Ahí reside el problema. Por ende, la evaluación nos ha servido para enmarcar el atraso de nuestro sistema educativo, mas no se ha trazado una política pública con seriedad para enfrentar el problema.

Para el segundo nivel que plantea la UNESCO, mucho tiene que ver la labor del docente, puesto que implica diagnosticar de los aprendizajes del alumno, así como el evaluar los procesos educativos que se desarrollan al interior de las escuelas (proceso pedagógico y didáctico en la enseñanza de los contenidos; la relación escuela-padres de familia; tratamiento diferenciado de los alumnos; etc.). En ese sentido, para este segundo nivel un factor determinante es la formación, capacitación y actualización del docente. Y para ello es fundamental el fortalecimiento del Sistema de Capacitación y Formación Docente. Un factor que en el papel está considerando como parte de la política educativa de la Secretaría de Educación Pública, pero que se topa con el obstáculo del factor financiero. En ese sentido, se desconoce si este sistema -que fue creado desde 1993 en México- va a tener resultados en esta ocasión.

Así, ¿se tienen condiciones para garantizar una educación de calidad en México durante el gobierno de la Cuarta Transformación? En el papel se tiene la voluntad (política) para ello, pero en términos reales es una tarea compleja. Se tienen aspectos intrínsecos y extrínsecos que dificultan el desarrollo de un propósito a ese nivel.

¿Dónde sí se puede avanzar en este gobierno? Desde nuestra perspectiva, los avances podrán ubicarse en la agenda de equidad. Y lo afirmo porque este concepto se constituye en la piedra angular de la Cuarta Transformación. El garantizar el acceso, la permanencia y la continuidad de los alumnos se constituye en el interés más importante del presidente cuando se refiere a la educación. Para tal efecto, la política social del gobierno federal está amparando este propósito a través de los programas de Bienestar Social -con apoyos de becas y de desayunos escolares para garantizar que los alumnos acudan a las escuelas-. Empero, lo anterior no es suficiente. Se requiere crear infraestructura educativa (escuelas equipadas) para incrementar la cobertura en México en la educación obligatoria, sobre todo en las comunidades con mayor rezago social. Y este propósito se topa -otra vez- con la insuficiencia de recursos financieros.

En suma, en materia de calidad y equidad educativa, nos queda claro que se tienen las intenciones en la Cuarta Transformación para avanzar en ambas agendas. No obstante, la tarea no es sencilla. Desde nuestra perspectiva se puede avanzar en la agenda de equidad, pero no al grado de garantizar el cien por ciento de la cobertura en educación básica y media superior-. Y en la agenda de la calidad educativa, se pueden sentar las bases para avanzar en materia de aprendizajes si se fortalece el Sistema de Formación y Capacitación Docente.</TypographyTag12> <EP>En términos utopísticos -para citar a Wallerstein- hay que tener claros los alcances de este gobierno en materia educativa. De nada nos sirve tener metas desmedidas, si las condiciones no dan para que se puedan llegar a cumplir.

Por el contrario, hay que tener una alta dosis de realismo. Y evaluar en ese sentido, las condiciones en su justa dimensión. ¿Para qué nos alcanza en este gobierno? Para avanzar en cuanto a la materialización del derecho a la educación en México. Para eso alcanza.

La agenda de la calidad educativa requiere de mayor tiempo y planeación.

*Investigador Titular del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid (CIINSEV).

Bibliografía consultada:

Fadel Charles; Bialik Maya; & Trilling Bernie; (2016); Educación en cuatro dimensiones. Las competencias que los estudiantes necesitan para su realización. Documento disponible en internet en: http://www.ccplm.cl/redcineclubescolar/wp-content/uploads/fadel-educacion-en-cuadro-dimensiones.pdf UNESCO; (s/f), Las 10 dimensiones de la calidad de la educación. Documento disponible en internet en: http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/COPs/Pages_documents/Resource_Packs/TTCD/sitemap/resources/1_1_2_P_SPA.pdf Wallerstein, Immanuel (1998); Utopística. O las opciones históricas del siglo XXI. Documento disponible en internet en: https://periferiaactiva.files.wordpress.com/2016/04/wallerstein-e-utopstica.pdf

Lo que señala Schleicher (2016) es correcto. Pero en la educación mexicana la mirada no se extiende hasta ese parámetro. Seguimos orientando la mirada en los aprendizajes per se, y no en lo que los alumnos pueden hacer con lo que aprenden en la escuela. Sin embargo, si nos detenemos en la perspectiva que plantea la UNESCO, la tarea es compleja. Veamos el porqué:

¿Se miden los resultados de los aprendizajes? Si se considera como fecha temporal el año en que se empezó a aplicar la prueba PISA en México, se tienen cerca de dos décadas de medición de los aprendizajes en nuestro país. Tiempo en el cual se ha avanzado de forma sustantiva en esta materia. El problema ha consistido en que se ha llegado a tener un panorama muy certero en cuanto al diagnóstico; pero no se ha tenido una política educativa consecuente para enfrentar los rezagos que se tienen -en los aprendizajes- en los distintos subsistemas que conforman el sistema educativo nacional. Ahí reside el problema. Por ende, la evaluación nos ha servido para enmarcar el atraso de nuestro sistema educativo, mas no se ha trazado una política pública con seriedad para enfrentar el problema.

Para el segundo nivel que plantea la UNESCO, mucho tiene que ver la labor del docente, puesto que implica diagnosticar de los aprendizajes del alumno, así como el evaluar los procesos educativos que se desarrollan al interior de las escuelas (proceso pedagógico y didáctico en la enseñanza de los contenidos; la relación escuela-padres de familia; tratamiento diferenciado de los alumnos; etc.). En ese sentido, para este segundo nivel un factor determinante es la formación, capacitación y actualización del docente. Y para ello es fundamental el fortalecimiento del Sistema de Capacitación y Formación Docente. Un factor que en el papel está considerando como parte de la política educativa de la Secretaría de Educación Pública, pero que se topa con el obstáculo del factor financiero. En ese sentido, se desconoce si este sistema -que fue creado desde 1993 en México- va a tener resultados en esta ocasión.

Así, ¿se tienen condiciones para garantizar una educación de calidad en México durante el gobierno de la Cuarta Transformación? En el papel se tiene la voluntad (política) para ello, pero en términos reales es una tarea compleja. Se tienen aspectos intrínsecos y extrínsecos que dificultan el desarrollo de un propósito a ese nivel.

¿Dónde sí se puede avanzar en este gobierno? Desde nuestra perspectiva, los avances podrán ubicarse en la agenda de equidad. Y lo afirmo porque este concepto se constituye en la piedra angular de la Cuarta Transformación. El garantizar el acceso, la permanencia y la continuidad de los alumnos se constituye en el interés más importante del presidente cuando se refiere a la educación. Para tal efecto, la política social del gobierno federal está amparando este propósito a través de los programas de Bienestar Social -con apoyos de becas y de desayunos escolares para garantizar que los alumnos acudan a las escuelas-. Empero, lo anterior no es suficiente. Se requiere crear infraestructura educativa (escuelas equipadas) para incrementar la cobertura en México en la educación obligatoria, sobre todo en las comunidades con mayor rezago social. Y este propósito se topa -otra vez- con la insuficiencia de recursos financieros.

En suma, en materia de calidad y equidad educativa, nos queda claro que se tienen las intenciones en la Cuarta Transformación para avanzar en ambas agendas. No obstante, la tarea no es sencilla. Desde nuestra perspectiva se puede avanzar en la agenda de equidad, pero no al grado de garantizar el cien por ciento de la cobertura en educación básica y media superior-. Y en la agenda de la calidad educativa, se pueden sentar las bases para avanzar en materia de aprendizajes si se fortalece el Sistema de Formación y Capacitación Docente.</TypographyTag12> <EP>En términos utopísticos -para citar a Wallerstein- hay que tener claros los alcances de este gobierno en materia educativa. De nada nos sirve tener metas desmedidas, si las condiciones no dan para que se puedan llegar a cumplir.

Por el contrario, hay que tener una alta dosis de realismo. Y evaluar en ese sentido, las condiciones en su justa dimensión. ¿Para qué nos alcanza en este gobierno? Para avanzar en cuanto a la materialización del derecho a la educación en México. Para eso alcanza.

La agenda de la calidad educativa requiere de mayor tiempo y planeación.

*Investigador Titular del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid (CIINSEV).

Bibliografía consultada:

Fadel Charles; Bialik Maya; & Trilling Bernie; (2016); Educación en cuatro dimensiones. Las competencias que los estudiantes necesitan para su realización. Documento disponible en internet en: http://www.ccplm.cl/redcineclubescolar/wp-content/uploads/fadel-educacion-en-cuadro-dimensiones.pdf UNESCO; (s/f), Las 10 dimensiones de la calidad de la educación. Documento disponible en internet en: http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/COPs/Pages_documents/Resource_Packs/TTCD/sitemap/resources/1_1_2_P_SPA.pdf Wallerstein, Immanuel (1998); Utopística. O las opciones históricas del siglo XXI. Documento disponible en internet en: https://periferiaactiva.files.wordpress.com/2016/04/wallerstein-e-utopstica.pdf

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