/ viernes 28 de agosto de 2020

Injusta sanción a revista Nexos

Desde que se inventó la imprenta, en todos los países las revistas han sido instrumentos fundamentales e imprescindibles para la divulgación de la cultura, ciencia, arte y literatura, y también para la circulación de las ideas y el debate académico y político.

México no ha sido la excepción. En el siglo XIX aparece la revista Año Nuevo, publicación anual que reunió los trabajos de los integrantes de la Academia de Letrán, la primera asociación literaria del México independiente, de la que formaron parte Andrés Quintana Roo, Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez; se edita también el semanario El Renacimiento, bajo el impulso de Ignacio Manuel Altamirano, y que congregó a los intelectuales y escritores que compartieron la visión nacionalista; Manuel Gutiérrez Nájera por su parte funda la Revista Azul, que fue la expresión del modernismo; y nace la Revista Moderna, que tuvo entre sus principales colaboradores a Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo y José Juan Tablada.

En el siglo XX aparece la revista Savia Moderna, fundada por Alfonso Cravioto, y en la que participan pintores como Diego Rivera y Gerardo Murillo (Dr. Atl), así como escritores que formarán parte del Ateneo de la Juventud, como Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos; se edita la revista Contemporáneos, que agrupó a un conjunto de intelectuales y artistas conocidos después con el mismo nombre y que marcan distancia con el nacionalismo cultural, entre los que sobresalen Jorge Cuesta, Carlos Pellicer, Salvador Novo, Gilberto Owen, Xavier Villaurrutia, José Goroztiza y Enrique González Rojo; se publican las revistas Barandal y Taller; con el apoyo del periódico Excélsior nace la revista Plural, dirigida por Octavio Paz y se funda la legendaria revista Vuelta, encabezada también por Octavio Paz, que escribió una página realmente memorable en la cultura contemporánea de México.

Nexos se inscribe en la mejor tradición de las revistas culturales de nuestro país y del mundo. El primer número de la revista Nexos aparece en enero de 1978, bajo la dirección del distinguido historiador Enrique Florescano.

Durante 42 años, Nexos y otra revistas como Letras Libres, han contribuido al análisis, reflexión y esclarecimiento de los grandes problemas nacionales, como el desarrollo económico, seguridad, política, democracia, salud, educación, cultura, ciencia y tecnología.

Los signos distintivos de Nexos han sido la calidad de los contenidos, el rigor intelectual, el debate libre de las ideas, la crítica inteligente e independiente, el espíritu propositivo y la diversidad de visiones. Gracias a la pluralidad de esta revista, en sus páginas hemos podido leer a escritores y ensayistas con distintas posturas estéticas, literarias, ideológicas y políticas, como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Vicente Leñero, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Pablo González Casanova, Luis Villoro, Arnaldo Córdova, Adolfo Gilly, Carlos Pereyra, Roger Bartra, Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Meyer, Rolando Cordera, Soledad Loaeza, Jorge G. Castañeda, Ruy Pérez Tamayo, Gilberto Guevara Niebla, Julio Frenk, José Woldenberg, María Amparo Casar, José Joaquín Blanco, Angeles Mastreta y Rafael Pérez Gay, entre otros destacados escritores, académicos, intelectuales y artistas nacionales y extranjeros.

A lo largo de sus 42 años de vida Nexos ha experimentado modificaciones en su formato, pero ha mantenido una clara fidelidad a sus principios fundacionales: calidad, profesionalismo, profundidad y seriedad intelectual, pluralidad, independencia, vocación y pasión crítica, libertad absoluta de opinión y creación, examen riguroso e informado de los asuntos públicos y firme compromiso con los valores democráticos.

El aporte de esta revista a la vida cultural de México ha sido muy relevante. De igual forma, no puede soslayarse que en las páginas de Nexos se protagonizó una buena parte de la discusión que iluminó el cambio político y la transición democrática en nuestro país.

Por todo lo que representa la revista Nexos, resulta altamente preocupante que la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal haya decidido multarla e inhabilitarla por dos años, debido a una supuesta irregularidad en la adjudicación de una plana de publicidad que le otorgó el IMSS en 2018.

En una circular publicada el pasado 20 de agosto en el Diario Oficial de la federación, la Secretaría de la Función Pública comunica a las dependencias del gobierno federal que se abstengan de celebrar contratos de publicidad con la revista Nexos. Esta indicación se extiende también a los estados y municipios, en lo que tiene que ver con la aplicación de los recursos federales.

¿Qué podemos decir de esta sanción contra Nexos? En principio, que no tiene fundamento legal. A la revista se le acusa de falsear un comprobante de INFONAVIT, para ocultar sus deudas patronales. Esto es completamente falso. Nexos ha demostrado que efectuó el pago de las cuotas patronales y ha exhibido públicamente los recibos correspondientes.

Pero además, la sanción contra Nexos es injusta y excesiva. La revista recibió 74 mil pesos como pago de la plana de publicidad contratada con el IMSS en 2018. Y la Secretaría de la Función Pública le ha impuesto una multa de 999 mil pesos; esto es, 13 veces superior al monto de lo contratado. A todas luces, se trata de una multa desproporcionada.

Nexos ha anunciado que tomará acciones legales para buscar revertir esta sanción ilegal e injusta, que representa un golpe autoritario contra la libertad de expresión. En los hechos, se trata de un acto ominoso de censura indirecta.

¿Cuál es el pecado de Nexos, de su director Héctor Aguilar Camín y de los colaboradores de esta prestigiada e imprescindible revista? Su pecado es no formar parte de la corte de aplaudidores del gobierno federal y del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador.

En las páginas de Nexos encontramos opiniones muy críticas, pero debidamente fundamentadas, respecto al mal desempeño de la administración federal en economía, seguridad y particularmente sobre la pésima manera de encarar la pandemia del COVID-19. Esta revista publicó un documentado análisis, donde evidenció el subregistro de contagios y fallecimientos de coronavirus por parte del gobierno mexicano. Dicho estudio, tuvo una gran resonancia nacional e internacional.

Y esto es lo que disgusta al actual gobierno federal, que reiteradamente ha expresado una clara y grave hostilidad e intolerancia contra las voces críticas. El presidente López Obrador y su partido Morena son alérgicos a la diversidad e infructuosamente buscan implantar un pensamiento único, una sola verdad, que es la que emana todos los días de la desgastada homilía mañanera en Palacio Nacional y que repiten ciegamente los fieles y fanáticos de una maltrecha, fallida y mal llamada Cuarta Transformación, que ya hace agua peligrosamente por todas partes.

Desde que se inventó la imprenta, en todos los países las revistas han sido instrumentos fundamentales e imprescindibles para la divulgación de la cultura, ciencia, arte y literatura, y también para la circulación de las ideas y el debate académico y político.

México no ha sido la excepción. En el siglo XIX aparece la revista Año Nuevo, publicación anual que reunió los trabajos de los integrantes de la Academia de Letrán, la primera asociación literaria del México independiente, de la que formaron parte Andrés Quintana Roo, Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez; se edita también el semanario El Renacimiento, bajo el impulso de Ignacio Manuel Altamirano, y que congregó a los intelectuales y escritores que compartieron la visión nacionalista; Manuel Gutiérrez Nájera por su parte funda la Revista Azul, que fue la expresión del modernismo; y nace la Revista Moderna, que tuvo entre sus principales colaboradores a Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo y José Juan Tablada.

En el siglo XX aparece la revista Savia Moderna, fundada por Alfonso Cravioto, y en la que participan pintores como Diego Rivera y Gerardo Murillo (Dr. Atl), así como escritores que formarán parte del Ateneo de la Juventud, como Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos; se edita la revista Contemporáneos, que agrupó a un conjunto de intelectuales y artistas conocidos después con el mismo nombre y que marcan distancia con el nacionalismo cultural, entre los que sobresalen Jorge Cuesta, Carlos Pellicer, Salvador Novo, Gilberto Owen, Xavier Villaurrutia, José Goroztiza y Enrique González Rojo; se publican las revistas Barandal y Taller; con el apoyo del periódico Excélsior nace la revista Plural, dirigida por Octavio Paz y se funda la legendaria revista Vuelta, encabezada también por Octavio Paz, que escribió una página realmente memorable en la cultura contemporánea de México.

Nexos se inscribe en la mejor tradición de las revistas culturales de nuestro país y del mundo. El primer número de la revista Nexos aparece en enero de 1978, bajo la dirección del distinguido historiador Enrique Florescano.

Durante 42 años, Nexos y otra revistas como Letras Libres, han contribuido al análisis, reflexión y esclarecimiento de los grandes problemas nacionales, como el desarrollo económico, seguridad, política, democracia, salud, educación, cultura, ciencia y tecnología.

Los signos distintivos de Nexos han sido la calidad de los contenidos, el rigor intelectual, el debate libre de las ideas, la crítica inteligente e independiente, el espíritu propositivo y la diversidad de visiones. Gracias a la pluralidad de esta revista, en sus páginas hemos podido leer a escritores y ensayistas con distintas posturas estéticas, literarias, ideológicas y políticas, como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Vicente Leñero, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Pablo González Casanova, Luis Villoro, Arnaldo Córdova, Adolfo Gilly, Carlos Pereyra, Roger Bartra, Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Meyer, Rolando Cordera, Soledad Loaeza, Jorge G. Castañeda, Ruy Pérez Tamayo, Gilberto Guevara Niebla, Julio Frenk, José Woldenberg, María Amparo Casar, José Joaquín Blanco, Angeles Mastreta y Rafael Pérez Gay, entre otros destacados escritores, académicos, intelectuales y artistas nacionales y extranjeros.

A lo largo de sus 42 años de vida Nexos ha experimentado modificaciones en su formato, pero ha mantenido una clara fidelidad a sus principios fundacionales: calidad, profesionalismo, profundidad y seriedad intelectual, pluralidad, independencia, vocación y pasión crítica, libertad absoluta de opinión y creación, examen riguroso e informado de los asuntos públicos y firme compromiso con los valores democráticos.

El aporte de esta revista a la vida cultural de México ha sido muy relevante. De igual forma, no puede soslayarse que en las páginas de Nexos se protagonizó una buena parte de la discusión que iluminó el cambio político y la transición democrática en nuestro país.

Por todo lo que representa la revista Nexos, resulta altamente preocupante que la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal haya decidido multarla e inhabilitarla por dos años, debido a una supuesta irregularidad en la adjudicación de una plana de publicidad que le otorgó el IMSS en 2018.

En una circular publicada el pasado 20 de agosto en el Diario Oficial de la federación, la Secretaría de la Función Pública comunica a las dependencias del gobierno federal que se abstengan de celebrar contratos de publicidad con la revista Nexos. Esta indicación se extiende también a los estados y municipios, en lo que tiene que ver con la aplicación de los recursos federales.

¿Qué podemos decir de esta sanción contra Nexos? En principio, que no tiene fundamento legal. A la revista se le acusa de falsear un comprobante de INFONAVIT, para ocultar sus deudas patronales. Esto es completamente falso. Nexos ha demostrado que efectuó el pago de las cuotas patronales y ha exhibido públicamente los recibos correspondientes.

Pero además, la sanción contra Nexos es injusta y excesiva. La revista recibió 74 mil pesos como pago de la plana de publicidad contratada con el IMSS en 2018. Y la Secretaría de la Función Pública le ha impuesto una multa de 999 mil pesos; esto es, 13 veces superior al monto de lo contratado. A todas luces, se trata de una multa desproporcionada.

Nexos ha anunciado que tomará acciones legales para buscar revertir esta sanción ilegal e injusta, que representa un golpe autoritario contra la libertad de expresión. En los hechos, se trata de un acto ominoso de censura indirecta.

¿Cuál es el pecado de Nexos, de su director Héctor Aguilar Camín y de los colaboradores de esta prestigiada e imprescindible revista? Su pecado es no formar parte de la corte de aplaudidores del gobierno federal y del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador.

En las páginas de Nexos encontramos opiniones muy críticas, pero debidamente fundamentadas, respecto al mal desempeño de la administración federal en economía, seguridad y particularmente sobre la pésima manera de encarar la pandemia del COVID-19. Esta revista publicó un documentado análisis, donde evidenció el subregistro de contagios y fallecimientos de coronavirus por parte del gobierno mexicano. Dicho estudio, tuvo una gran resonancia nacional e internacional.

Y esto es lo que disgusta al actual gobierno federal, que reiteradamente ha expresado una clara y grave hostilidad e intolerancia contra las voces críticas. El presidente López Obrador y su partido Morena son alérgicos a la diversidad e infructuosamente buscan implantar un pensamiento único, una sola verdad, que es la que emana todos los días de la desgastada homilía mañanera en Palacio Nacional y que repiten ciegamente los fieles y fanáticos de una maltrecha, fallida y mal llamada Cuarta Transformación, que ya hace agua peligrosamente por todas partes.