Con el inicio del mes de julio, el Banco de México dio a conocer su tradicional “Encuesta sobre Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado: Junio de 2021”, un ejercicio muy acreditado en el medio financiero y económico que sirve como referente para que diferentes actores o instituciones planeen sus proyectos de desarrollo en el mediano y largo plazo.
En esta edición, la encuesta fue recabada por Banxico entre 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero. Las respuestas siempre son recabadas durante la última semana del mes de que se trate y los resultados publicados el primer día hábil del mes inmediato.
Es interesante que Banxico no sólo entrevista para este fin a instituciones o personas morales de renombre, como JP Morgan, BBVA, Merry Linch, Bank of América, Barclays y Banorte, sino también a algunos profesionales independientes dedicados a la consultoría económica como Luis Foncerrada Pascal y Ernesto O´Farril Santoscoy (presidente de Bursamétrica).
Un aspecto muy encomiable de esta publicación periódica del Banco de México, es que es muy accesible para el lector común o no especializado, pues no se trata de un volumen atiborrado de indicadores complejos sino que se concreta a proyectar el comportamiento de cinco indicadores más o menos prácticos, muy socializados: inflación general, inflación subyacente (dura, que elimina los precios volátiles), crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), paridad peso/dólar y la tasa interés (principal indicador para el mercado del crédito).
Grosso modo, la encuesta de este mes destaca lo siguiente:
Las expectativas de inflación general para los cierres (diciembres) de 2021 y 2022 aumentaron en relación a la encuesta de mayo, 5.6 por ciento y 3.7 respectivamente.
Las expectativas de inflación subyacente para el cierre del presente año se revisaron al alza con respecto al mes anterior, pasando de 3.91 a 4.37 por ciento, al tiempo que para el cierre del 2022 se mantuvieron en niveles idénticos del 3.6 por ciento.
En lo que se refiere a la expectativa de crecimiento del PIB real para el 2021 y 2022 aumentaron en relación a la encuesta de mayo: se espera crecer 5.8 por ciento en el presente año y 2.8 por ciento para el 2022.
Respecto a las expectativas sobre el nivel de tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense para los cierres del 2021 y 2022, éstas disminuyeron respecto al mes previo, situándose en 20.35 pesos para el cierre del presente año y 21.00 para el 2022. Y finalmente, la tasa de fondeo interbancario se espera que este año cierre en 4.88 por ciento y para el próximo año terminemos diciembre en un nivel de 5.25 por ciento.
Como se puede apreciar, el tiempo ha confirmado las palabras del doctor Rubén Rocha Moya, cuando en el segundo debate entre candidatos a la gubernatura expresó que la economía mexicana tendría una recuperación cercana al seis por ciento en el presente año. Asimismo, es previsible que para el cuarto trimestre volvamos a los 20.6 millones de empleos formales que registraba la economía mexicana en el mes de febrero previo a la pandemia.
El próximo primero de noviembre Sinaloa tendrá un nuevo gobierno que aprovechará al máximo estas condiciones de estabilidad macroeconómica, apoyado en el esfuerzo y la capacidad de los sinaloenses, y en las ventajas comparativas que la naturaleza le otorgó a nuestra región. Ese fue el mandato de las urnas el pasado seis de junio, y ese es el compromiso y la absoluta convicción que todos quienes impulsamos la alianza PAS-Morena liderada por el doctor Rubén Rocha Moya.
