/ martes 17 de diciembre de 2019

En la disminución de las prerrogativas a partidos políticos, una doble moral

Desde que incursioné en la actividad política, he tratado de que las propuestas de la población se conviertan en leyes. Por ello, hemos promovido y presentado al Congreso de la Unión (cámara de senadores y diputados federales), varias iniciativas ciudadanas: la revocación de mandato y segunda vuelta electoral, no al cambio de horario en Sinaloa (en dos ocasiones), la eliminación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, diésel y gas LP, la reducción del 50% de las prerrogativas federales a los partidos políticos y eliminación de los apoyos estatales, así como el aumento del porcentaje de votos obtenidos del 3% al 5% para que los partidos políticos conserven su registro.

En esta ocasión abordaré el tema de la reducción y eliminación de las prerrogativas federales y estatales a los partidos políticos. De lograrse, ello significaría un ahorro de más de 7000 millones de pesos, que bien se podrían utilizar para apoyar a los productores del campo, la ganadería y la pesca, sectores que se perjudicaron bastante con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020.

Los partidos políticos reciben un financiamiento federal para “sus actividades permanentes” y uno estatal para “sus actividades ordinarias permanentes, actividades específicas y gastos de campaña”. En Sinaloa, los ayuntamientos les otorgan un financiamiento mensual con base en cien veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) por cada regiduría que tenga cada partido político.

El financiamiento estatal se dio en la última reforma de 2014. Esta relevante modificación fue al artículo 3º transitorio a la Ley General de Partidos Políticos, con lo que se obliga a los congresos locales a adecuar su legislación. Este transitorio provocó un doble financiamiento, ya que los partidos políticos reciben dinero por dos vías: la federal y la local.

Este exceso motivó a elaborar una iniciativa ciudadana, con el apoyo de 221,535 sinaloenses, para exigir una reducción de las prerrogativas federales y la eliminación de los apoyos económicos que entregan las entidades a los partidos políticos.

Dicha iniciativa ciudadana, representada por el Dr. Víctor Antonio Corrales Burgueño y un servidor, fue entregada al Senado de la República para su análisis y discusión, y en ella se plasma que los partidos políticos nacionales solo podrán recibir financiamiento federal y así dejar de sangrar las arcas de los estados y los municipios. También propone que los partidos políticos nacionales reciban el 30% del valor diario de la UMA multiplicado por el número total de ciudadanos inscritos en el Listado Electoral y no el 65% como está ahora, es decir, significa una reducción de más del 50%.

Para darnos una idea de la cantidad de los recursos públicos entregados en 2018, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional Electoral, el monto por actividades ordinarias ascendió a más de 4000 millones de pesos y en 2019 fue de 5239 millones de pesos. En Sinaloa, en 2018 los partidos políticos recibieron más de 146 millones de pesos y en 2019 han recibido 121 millones de pesos.

En este mismo sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado para que el financiamiento a los partidos políticos se reduzca, y lo mismo hicieron los partidos Morena, PRD, PT y PES, al presentar iniciativas en la Cámara de Diputados, las cuales fueron analizadas, discutidas y votadas el pasado 12 de diciembre.

Siempre he sostenido que una cosa es el decir y otra el actuar: esto nos define como personas e instituciones, más cuando se trata de partidos políticos, que juegan un papel fundamental en la democracia mexicana.

El 12 de diciembre, la doble moral de los partidos políticos quedó demostrada en la sesión de la Cámara de Diputados, cuando sus diputados rechazaron el dictamen que reduciría en un 50% sus prerrogativas.

Para que este dictamen fuera aprobado, se requería tener la mayoría calificada de los 481 diputados presentes en esa sesión, es decir, se necesitaban 317 votos, ya que era una reforma constitucional al artículo 41. Sin embargo, fueron 207 votos en contra (PAN, PRI, MC, PT, PRD y PVEM) y 274 a favor (Morena y PES), por lo que el dictamen se quedó a 47 votos de los dos tercios requeridos para su aprobación.

Este dictamen, de acuerdo con sus estimaciones, permitiría disminuir de 5239 millones de pesos a 2619 millones el financiamiento destinado a las fuerzas políticas nacionales en 2020.

Con este rechazo de los diputados federales, una vez más quedó demostrado que lo que menos les interesa a los políticos —que ocupan un cargo gracias a los ciudadanos— es precisamente el sentir de los electores. Es decir, a nuestros legisladores federales solo les interesa lo que sus partidos políticos van a gastar en 2020.

Sin embargo, las altas sumas que reciben los partidos no se corresponden con la realidad económica que vive el país. No son tiempos para el derroche, sino de lograr un sano balance y de plantear un nuevo modelo de financiamiento adecuado. Finalmente, con lo sucedido se comprueba que lo dicho por nuestros políticos solo es de dientes para afuera.

Gracias y que pasen una excelente semana.

Desde que incursioné en la actividad política, he tratado de que las propuestas de la población se conviertan en leyes. Por ello, hemos promovido y presentado al Congreso de la Unión (cámara de senadores y diputados federales), varias iniciativas ciudadanas: la revocación de mandato y segunda vuelta electoral, no al cambio de horario en Sinaloa (en dos ocasiones), la eliminación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, diésel y gas LP, la reducción del 50% de las prerrogativas federales a los partidos políticos y eliminación de los apoyos estatales, así como el aumento del porcentaje de votos obtenidos del 3% al 5% para que los partidos políticos conserven su registro.

En esta ocasión abordaré el tema de la reducción y eliminación de las prerrogativas federales y estatales a los partidos políticos. De lograrse, ello significaría un ahorro de más de 7000 millones de pesos, que bien se podrían utilizar para apoyar a los productores del campo, la ganadería y la pesca, sectores que se perjudicaron bastante con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020.

Los partidos políticos reciben un financiamiento federal para “sus actividades permanentes” y uno estatal para “sus actividades ordinarias permanentes, actividades específicas y gastos de campaña”. En Sinaloa, los ayuntamientos les otorgan un financiamiento mensual con base en cien veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) por cada regiduría que tenga cada partido político.

El financiamiento estatal se dio en la última reforma de 2014. Esta relevante modificación fue al artículo 3º transitorio a la Ley General de Partidos Políticos, con lo que se obliga a los congresos locales a adecuar su legislación. Este transitorio provocó un doble financiamiento, ya que los partidos políticos reciben dinero por dos vías: la federal y la local.

Este exceso motivó a elaborar una iniciativa ciudadana, con el apoyo de 221,535 sinaloenses, para exigir una reducción de las prerrogativas federales y la eliminación de los apoyos económicos que entregan las entidades a los partidos políticos.

Dicha iniciativa ciudadana, representada por el Dr. Víctor Antonio Corrales Burgueño y un servidor, fue entregada al Senado de la República para su análisis y discusión, y en ella se plasma que los partidos políticos nacionales solo podrán recibir financiamiento federal y así dejar de sangrar las arcas de los estados y los municipios. También propone que los partidos políticos nacionales reciban el 30% del valor diario de la UMA multiplicado por el número total de ciudadanos inscritos en el Listado Electoral y no el 65% como está ahora, es decir, significa una reducción de más del 50%.

Para darnos una idea de la cantidad de los recursos públicos entregados en 2018, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional Electoral, el monto por actividades ordinarias ascendió a más de 4000 millones de pesos y en 2019 fue de 5239 millones de pesos. En Sinaloa, en 2018 los partidos políticos recibieron más de 146 millones de pesos y en 2019 han recibido 121 millones de pesos.

En este mismo sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado para que el financiamiento a los partidos políticos se reduzca, y lo mismo hicieron los partidos Morena, PRD, PT y PES, al presentar iniciativas en la Cámara de Diputados, las cuales fueron analizadas, discutidas y votadas el pasado 12 de diciembre.

Siempre he sostenido que una cosa es el decir y otra el actuar: esto nos define como personas e instituciones, más cuando se trata de partidos políticos, que juegan un papel fundamental en la democracia mexicana.

El 12 de diciembre, la doble moral de los partidos políticos quedó demostrada en la sesión de la Cámara de Diputados, cuando sus diputados rechazaron el dictamen que reduciría en un 50% sus prerrogativas.

Para que este dictamen fuera aprobado, se requería tener la mayoría calificada de los 481 diputados presentes en esa sesión, es decir, se necesitaban 317 votos, ya que era una reforma constitucional al artículo 41. Sin embargo, fueron 207 votos en contra (PAN, PRI, MC, PT, PRD y PVEM) y 274 a favor (Morena y PES), por lo que el dictamen se quedó a 47 votos de los dos tercios requeridos para su aprobación.

Este dictamen, de acuerdo con sus estimaciones, permitiría disminuir de 5239 millones de pesos a 2619 millones el financiamiento destinado a las fuerzas políticas nacionales en 2020.

Con este rechazo de los diputados federales, una vez más quedó demostrado que lo que menos les interesa a los políticos —que ocupan un cargo gracias a los ciudadanos— es precisamente el sentir de los electores. Es decir, a nuestros legisladores federales solo les interesa lo que sus partidos políticos van a gastar en 2020.

Sin embargo, las altas sumas que reciben los partidos no se corresponden con la realidad económica que vive el país. No son tiempos para el derroche, sino de lograr un sano balance y de plantear un nuevo modelo de financiamiento adecuado. Finalmente, con lo sucedido se comprueba que lo dicho por nuestros políticos solo es de dientes para afuera.

Gracias y que pasen una excelente semana.