/ miércoles 5 de junio de 2019

En cartelera VI

Hijo de la oscuridad: Brightburn. Con primicia interesante, protagonizada por Elizabeth Banks y producida por James Gunn (Guardianes de la Galaxia), resultaba una elección atractiva en cartelera y no lo fue.

¿Qué pasaría si un niño de otro mundo aterrizara en la tierra, pero en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad, demuestra ser algo mucho más siniestro? Con Brightburn, se presenta un nuevo y radical género: terror de superhéroes.

La propuesta de Superman malo se desperdicia con terror cliché, superficial, malas actuaciones, y momentos que lejos de soprender o dar miedo generaban risa en la sala. Resulta un desperdicio de dinero y es mejor evitarla hasta que la suban a una plataforma online o la pasen en cable.


Aladdin. Nada mejor que no llevar expectativas y sorprenderte. Quizás sea la mejor adaptación live action de Disney hasta el momento.

La película toma de inspiración el film animado de 1992 y cuenta la historia del encantador pícaro Aladdín (Mena Massoud), de la valiente y decidida Princesa Jasmine (Naomi Scott) y de un Genio (Will Smith) que puede ser la clave del futuro de ambos.

Este nuevo film contiene todo de la original pero agregan detalles, más escenas e historia y cuaja perfecto. Si en la pasada a la princesa la mostraban decidida y fuerte, aquí la vuelven más empoderada y dispuesta a combatir las tradiciones, algo que se refleja en una nueva canción llamada speechless (que es buena pero que le corta el momento climatico al momento), fuera de esa melodia en particular, el resto no están al top como las primeras y son facilmente olvidables (algo que no sucedió con “La Bella y la Bestia”, aunque la cinta no quedó tan bien como se quisiera).

La personalidad de Naomi Scott y Mena Massoud hace brillar la pantalla, hay quimica, y Mena resulta un descubrimiento carismatico para el espectador; por otra parte, Will Smith crea otro genio sin suplantar al anterior (Robin Williams), no copia; por el contrario, inyecta dinamismo, rap y muchas risas.

Este live action se distingue de otras por el vestuario, los bailes, tiene muchos detalles y varias referencias al film animado solo hay que encontrarlas; otro gran punto y atino de la producción son la etnias que corresponde a la historia, es la primera vez que sucede esto (seguirá con Mulan) y demuestra que no importa el color de piel o caras desconocidas a la hora de generar taquilla (pero sí el marketing) pues fue el estreno del fin de semana y superó los 100 millones de dolares.

Aladdin se disfruta.


Hijo de la oscuridad: Brightburn. Con primicia interesante, protagonizada por Elizabeth Banks y producida por James Gunn (Guardianes de la Galaxia), resultaba una elección atractiva en cartelera y no lo fue.

¿Qué pasaría si un niño de otro mundo aterrizara en la tierra, pero en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad, demuestra ser algo mucho más siniestro? Con Brightburn, se presenta un nuevo y radical género: terror de superhéroes.

La propuesta de Superman malo se desperdicia con terror cliché, superficial, malas actuaciones, y momentos que lejos de soprender o dar miedo generaban risa en la sala. Resulta un desperdicio de dinero y es mejor evitarla hasta que la suban a una plataforma online o la pasen en cable.


Aladdin. Nada mejor que no llevar expectativas y sorprenderte. Quizás sea la mejor adaptación live action de Disney hasta el momento.

La película toma de inspiración el film animado de 1992 y cuenta la historia del encantador pícaro Aladdín (Mena Massoud), de la valiente y decidida Princesa Jasmine (Naomi Scott) y de un Genio (Will Smith) que puede ser la clave del futuro de ambos.

Este nuevo film contiene todo de la original pero agregan detalles, más escenas e historia y cuaja perfecto. Si en la pasada a la princesa la mostraban decidida y fuerte, aquí la vuelven más empoderada y dispuesta a combatir las tradiciones, algo que se refleja en una nueva canción llamada speechless (que es buena pero que le corta el momento climatico al momento), fuera de esa melodia en particular, el resto no están al top como las primeras y son facilmente olvidables (algo que no sucedió con “La Bella y la Bestia”, aunque la cinta no quedó tan bien como se quisiera).

La personalidad de Naomi Scott y Mena Massoud hace brillar la pantalla, hay quimica, y Mena resulta un descubrimiento carismatico para el espectador; por otra parte, Will Smith crea otro genio sin suplantar al anterior (Robin Williams), no copia; por el contrario, inyecta dinamismo, rap y muchas risas.

Este live action se distingue de otras por el vestuario, los bailes, tiene muchos detalles y varias referencias al film animado solo hay que encontrarlas; otro gran punto y atino de la producción son la etnias que corresponde a la historia, es la primera vez que sucede esto (seguirá con Mulan) y demuestra que no importa el color de piel o caras desconocidas a la hora de generar taquilla (pero sí el marketing) pues fue el estreno del fin de semana y superó los 100 millones de dolares.

Aladdin se disfruta.


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