/ lunes 11 de julio de 2022

El Terror: Culiacán

La Revolución / Transformación venció en Sinaloa. El Prianismo fue guillotinado en las urnas de manera espectacular. La caída de la casta divina que gobernó por décadas nuestro estado fue derrocada por un pueblo hambriento de libertad, igualdad y fraternidad. Al igual que Paris del siglo XVII, la ciudadanía decidió poner un final a los privilegios de gobernantes que alimentaban al pueblo de las migajas pasteleras.

La Revolución / Transformación sinaloense, al igual que la francesa, no pudo haberse fraguado sin una alianza entre jacobinos radicales, Girondinos moderados y monárquicos (prianistas) arrepentidos. Juntos consiguieron evaporar al poder y no dejar rastro alguno de opresión… o eso parecía.

Pocos meses trascurrieron, después de la guillotina electoral, para la instauración del Comité de salut Public en el Congreso del Estado de Sinaloa. Los Robespierres sinaloenses decidieron que era urgente aplicar medidas contrarrevolucionarias y hacer organizar las purgas pertinentes para limpiar el movimiento de subversivos impíos.

Los antiguos aliados en el triunfo se convirtieron en enemigos acérrimos. La guillotina cambió de hoja; pasó del filo electoral al filo procesal. La primera víctima del comité de salud estaba anunciada. Los jacobinos del Congreso decidieron que la democracia no era excusa suficiente para mantener con vida al alcalde de Culiacán. Estrada Ferreiro no pudo soportar los embates de sus correligionarios. Estrada fue elegido para inaugurar el cadalso de la pureza ideológica. Los votos poco o nada importaron. Lo importante era mandar un mensaje: Podemos cortar cabezas. Nada nos detiene.

Estrada Ferreiro fue un acusado perfecto para iniciar la “Purificación Ideológica” de la Revolución/ Transformación. Pocos llorarían su partida y los beneficios de su ausencia serían enormes para los dueños del poder. La caída de un poderoso es gasolina de alto octanaje para un pueblo todavía con hambre de sangre. Una cabeza más en la guillotina es combustible para cualquier moviente; sin embargo, aunque no parecen muchos, unos cuantos levantaron las cejas sospechando que algo no estaba bien. Ni siquiera en los tiempos de la monarquía rancia del PRIANISMO se atrevieron a desconocer a las autoridades electas por el pueblo.

Ya instaurados en el Poder, Los revolucionarios franceses no se conformaron con descabezar a unos cuantos ciudadanos. Los miembros del comité de salud enloquecieron persiguiendo ilusiones de venganzas inútiles. Al final de cuentas, los radicales terminaron imponiendo el terror. Todos se acusaron unos a otros. No había donde esconderse. Abolieron todos los poderes. Lucharon por la democracia y terminaron cortando más de 3,000 cabezas; si bien, los decapitados fueron más de 3 mil en un periodo de 2 o 3 años, los miembros de las oligarquías ajusticiados fueron muy pocos. La gran mayoría de los sin cabeza fueron campesinos y trabajadores. Muchos de los asistentes regulares a los espectáculos de sangre en las plazas públicas terminaron siendo ejecutados en el mismo lugar donde aplaudían y celebraban la muerte de sus enemigos.

Estrada Ferreiro participó en la Revolución / Transformación. Ayudó a vencer al PRIANISMO, hoy es perseguido por los Robespierres. Tomaron su cabeza. Su ejecución política podría ser el inicio de un festín de persecución. Los sinaloenses no comprendemos el momento peligroso que se nos puede venir encima. Hoy aplaudimos gustosos la salida del alcalde de Culiacán. Disfrutamos el espectáculo de la decadencia de un poderoso. Los de arriba caen y nos alegramos, pero entendemos poco de historia. El linchamiento es divertido para las turbas irracionales, pero, si no cuestionamos los peligros del Poder sin equilibrios, el linchamiento puede caer sobre cualquier ciudadano que exija al Poder.

En la Revolución Francesa, Robespierre y sus radicales sembraron el terror. Cualquier podría morir por meras sospechas. Eventualmente él y la gran mayoría de su Comité de Salud terminaron corriendo el mismo destino que sus víctimas: murieron en la Guillotina. Los Robespierres del Congreso y del gobierno del estado de Sinaloa deberían leer algún par de libros de historia. No vaya siendo que terminen pagando el mismo precio que Estrada: el que a Guillotina quita a Guillotina mues quitado

Los ciudadanos de Sinaloa debemos poner mucha atención que las purgas de la Revolución/ Transformación mantenga los equilibrios. Nada bueno sale de gobiernos con todos los Poderes doblegados a sus deseos. Estrada tenía algo de Poder y fue arrollado. Un ciudadano común y corriente simplemente sería evaporado.

¿O usted que opina, amable lector? ¿Seguimos sacando filo a la guillotina o esperamos que vengan por nosotros?

La Revolución / Transformación venció en Sinaloa. El Prianismo fue guillotinado en las urnas de manera espectacular. La caída de la casta divina que gobernó por décadas nuestro estado fue derrocada por un pueblo hambriento de libertad, igualdad y fraternidad. Al igual que Paris del siglo XVII, la ciudadanía decidió poner un final a los privilegios de gobernantes que alimentaban al pueblo de las migajas pasteleras.

La Revolución / Transformación sinaloense, al igual que la francesa, no pudo haberse fraguado sin una alianza entre jacobinos radicales, Girondinos moderados y monárquicos (prianistas) arrepentidos. Juntos consiguieron evaporar al poder y no dejar rastro alguno de opresión… o eso parecía.

Pocos meses trascurrieron, después de la guillotina electoral, para la instauración del Comité de salut Public en el Congreso del Estado de Sinaloa. Los Robespierres sinaloenses decidieron que era urgente aplicar medidas contrarrevolucionarias y hacer organizar las purgas pertinentes para limpiar el movimiento de subversivos impíos.

Los antiguos aliados en el triunfo se convirtieron en enemigos acérrimos. La guillotina cambió de hoja; pasó del filo electoral al filo procesal. La primera víctima del comité de salud estaba anunciada. Los jacobinos del Congreso decidieron que la democracia no era excusa suficiente para mantener con vida al alcalde de Culiacán. Estrada Ferreiro no pudo soportar los embates de sus correligionarios. Estrada fue elegido para inaugurar el cadalso de la pureza ideológica. Los votos poco o nada importaron. Lo importante era mandar un mensaje: Podemos cortar cabezas. Nada nos detiene.

Estrada Ferreiro fue un acusado perfecto para iniciar la “Purificación Ideológica” de la Revolución/ Transformación. Pocos llorarían su partida y los beneficios de su ausencia serían enormes para los dueños del poder. La caída de un poderoso es gasolina de alto octanaje para un pueblo todavía con hambre de sangre. Una cabeza más en la guillotina es combustible para cualquier moviente; sin embargo, aunque no parecen muchos, unos cuantos levantaron las cejas sospechando que algo no estaba bien. Ni siquiera en los tiempos de la monarquía rancia del PRIANISMO se atrevieron a desconocer a las autoridades electas por el pueblo.

Ya instaurados en el Poder, Los revolucionarios franceses no se conformaron con descabezar a unos cuantos ciudadanos. Los miembros del comité de salud enloquecieron persiguiendo ilusiones de venganzas inútiles. Al final de cuentas, los radicales terminaron imponiendo el terror. Todos se acusaron unos a otros. No había donde esconderse. Abolieron todos los poderes. Lucharon por la democracia y terminaron cortando más de 3,000 cabezas; si bien, los decapitados fueron más de 3 mil en un periodo de 2 o 3 años, los miembros de las oligarquías ajusticiados fueron muy pocos. La gran mayoría de los sin cabeza fueron campesinos y trabajadores. Muchos de los asistentes regulares a los espectáculos de sangre en las plazas públicas terminaron siendo ejecutados en el mismo lugar donde aplaudían y celebraban la muerte de sus enemigos.

Estrada Ferreiro participó en la Revolución / Transformación. Ayudó a vencer al PRIANISMO, hoy es perseguido por los Robespierres. Tomaron su cabeza. Su ejecución política podría ser el inicio de un festín de persecución. Los sinaloenses no comprendemos el momento peligroso que se nos puede venir encima. Hoy aplaudimos gustosos la salida del alcalde de Culiacán. Disfrutamos el espectáculo de la decadencia de un poderoso. Los de arriba caen y nos alegramos, pero entendemos poco de historia. El linchamiento es divertido para las turbas irracionales, pero, si no cuestionamos los peligros del Poder sin equilibrios, el linchamiento puede caer sobre cualquier ciudadano que exija al Poder.

En la Revolución Francesa, Robespierre y sus radicales sembraron el terror. Cualquier podría morir por meras sospechas. Eventualmente él y la gran mayoría de su Comité de Salud terminaron corriendo el mismo destino que sus víctimas: murieron en la Guillotina. Los Robespierres del Congreso y del gobierno del estado de Sinaloa deberían leer algún par de libros de historia. No vaya siendo que terminen pagando el mismo precio que Estrada: el que a Guillotina quita a Guillotina mues quitado

Los ciudadanos de Sinaloa debemos poner mucha atención que las purgas de la Revolución/ Transformación mantenga los equilibrios. Nada bueno sale de gobiernos con todos los Poderes doblegados a sus deseos. Estrada tenía algo de Poder y fue arrollado. Un ciudadano común y corriente simplemente sería evaporado.

¿O usted que opina, amable lector? ¿Seguimos sacando filo a la guillotina o esperamos que vengan por nosotros?