/ jueves 4 de marzo de 2021

El gobierno no respeta el primero no dañar

Primum non nocere, “primero no hacer daño”, “primero que nada no dañar” frase atribuida al médico griego Hipócrates, quien se refería a la jerarquización de obligaciones éticas del médico de no causar daño al paciente que ayuda. William Frankena, filósofo de la Universidad de Michigan, lo expresó en orden de mayor a menor compromiso: la obligación de no producir daño o mal; la obligación de prevenir el daño o el mal; la obligación de remover o retirar lo que esté haciendo un daño o un mal; y la obligación de promover lo que hace bien.

Esto se identifica con la empatía, ya que esta hace referencia a una habilidad tanto cognitiva como emocional o afectiva del individuo, en la cual este es capaz de ponerse en la situación emocional de otro, de reflexionar y sentir el dolor que le supone o le supondrá a otro una circunstancia determinada. La empatía permite tomar conciencia, también, respecto de si las consecuencias de nuestros actos no podrían ser peores de aquellos resultados que suponemos como buenos en nuestras intenciones.

“De todas las ciencias humanas entonces conocidas –dice el historiador Werner Jeager-, incluyendo la matemática y la física, la medicina es la más afín a la ciencia ética de Sócrates [...] La posición única que ocupa el médico en la Grecia de los tiempos clásicos responde principalmente a esta relación en que se halla con la Paideia (la figura del médico al lado del gimnasta, en el campo de la educación espiritual, al lado del músico, del poeta y del filósofo), o en el elogio de Homero en la Ilíada sobre el arte médico, del que dice que "vale por muchos otros hombres".

El filósofo español José Luis L. Aranguren (Ética, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1997), dice que para Aristóteles, en su Etica Nicomaquea, la teleología ética está subsumida dentro de la teleología general del universo: “bonum est quod omnia appetunt”, bien es todo aquello que se quiere, lo que todos buscan, sin referirse a un bien determinado, sino al “bonum communiter sumptum”, lo que es necesariamente bueno para la comunidad.

Con datos de la propia Secretaría de Hacienda publicados este martes, la Secretaría de Salud subejerció, es decir, no gastó el 86% del presupuesto aprobado para gastar en el primer mes de este año. Solo gastó el 14% de ese presupuesto. Esta semana también, el presidente admitió que no hay vacunas suficientes contra el Covid y que en vez de marzo como aseguró antes, ahora sería hasta abril en que todos los adultos mayores serán vacunados por lo menos con una dosis. Sabemos ahora que fue mentira que hace meses ya se habían comprado anticipadamente las vacunas, como el gobierno aseguró. El gobierno no financió, como sí lo hicieron países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, la producción de vacunas, ni se asoció como estos para obtener el primer acceso al aseguramiento de los suministros, ni asignó los recursos fiscales necesarios para ello en el presupuesto.

El informe de la Auditoría Superior de la Federación recientemente presentado, detectó serias deficiencias en el Programa de Vacunación Infantil, donde se registra un aumento de muertes infantiles que se pudieron evitar con inmunización, del orden del 27% (pasó de 343 defunciones en 2013 a 1,466 en 2019), la cobertura de la Pentavalente bajó 9% y la múltiple un 5.9%, mientras López-Gatell recibe tratamiento y hospitalización médica temprana (misma que negó a la mayoría de los mexicanos) y recibe dosis de Remdesivir, que prohibió su importación general también. Lo mismo pasó con el presidente cuando se contagió de Covid.

Las prioridades presupuestales del gobierno son inyectarle ingentes recursos fiscales a proyectos faraónicos sin ninguna rentabilidad social como el tren maya, la refinería en Tabasco y, sobre todo, a PEMEX. Se calcula que comprar vacunas para los mexicanos mayores de 20 años hubiese costado 3,300 millones de dólares. PEMEX perdió (es un barril sin fondo) 14,800 millones de dólares solo el año pasado. Habría vacunas de sobra.

Mientras el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió terminar con la “adicción mortal” al carbón, el Senado aprobaba en 5 días, la contrarreforma energética, la iniciativa preferente del presidente a favor del combustóleo y los petrolíferos y las energías sucias, además de hacer más cara la energía, aumentar los subsidios, la deuda y crear un ente monopólico, dañando deliberadamente la ya maltrecha economía, no importando tampoco que esto costará también muchas vidas, que se van a perder por el aumento de enfermedades respiratorias y la mayor contaminación del aire por el uso de fuentes de generación de energía sucia.

¿Primum non nocere? ¿la empatía? ¿bonum communiter sumptum? Ese tipo de medicina y de atención no le son prioritarios a este gobierno. No está dentro de sus umbrales éticos ese tipo de salud. En esas manos hemos caído.


Primum non nocere, “primero no hacer daño”, “primero que nada no dañar” frase atribuida al médico griego Hipócrates, quien se refería a la jerarquización de obligaciones éticas del médico de no causar daño al paciente que ayuda. William Frankena, filósofo de la Universidad de Michigan, lo expresó en orden de mayor a menor compromiso: la obligación de no producir daño o mal; la obligación de prevenir el daño o el mal; la obligación de remover o retirar lo que esté haciendo un daño o un mal; y la obligación de promover lo que hace bien.

Esto se identifica con la empatía, ya que esta hace referencia a una habilidad tanto cognitiva como emocional o afectiva del individuo, en la cual este es capaz de ponerse en la situación emocional de otro, de reflexionar y sentir el dolor que le supone o le supondrá a otro una circunstancia determinada. La empatía permite tomar conciencia, también, respecto de si las consecuencias de nuestros actos no podrían ser peores de aquellos resultados que suponemos como buenos en nuestras intenciones.

“De todas las ciencias humanas entonces conocidas –dice el historiador Werner Jeager-, incluyendo la matemática y la física, la medicina es la más afín a la ciencia ética de Sócrates [...] La posición única que ocupa el médico en la Grecia de los tiempos clásicos responde principalmente a esta relación en que se halla con la Paideia (la figura del médico al lado del gimnasta, en el campo de la educación espiritual, al lado del músico, del poeta y del filósofo), o en el elogio de Homero en la Ilíada sobre el arte médico, del que dice que "vale por muchos otros hombres".

El filósofo español José Luis L. Aranguren (Ética, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1997), dice que para Aristóteles, en su Etica Nicomaquea, la teleología ética está subsumida dentro de la teleología general del universo: “bonum est quod omnia appetunt”, bien es todo aquello que se quiere, lo que todos buscan, sin referirse a un bien determinado, sino al “bonum communiter sumptum”, lo que es necesariamente bueno para la comunidad.

Con datos de la propia Secretaría de Hacienda publicados este martes, la Secretaría de Salud subejerció, es decir, no gastó el 86% del presupuesto aprobado para gastar en el primer mes de este año. Solo gastó el 14% de ese presupuesto. Esta semana también, el presidente admitió que no hay vacunas suficientes contra el Covid y que en vez de marzo como aseguró antes, ahora sería hasta abril en que todos los adultos mayores serán vacunados por lo menos con una dosis. Sabemos ahora que fue mentira que hace meses ya se habían comprado anticipadamente las vacunas, como el gobierno aseguró. El gobierno no financió, como sí lo hicieron países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, la producción de vacunas, ni se asoció como estos para obtener el primer acceso al aseguramiento de los suministros, ni asignó los recursos fiscales necesarios para ello en el presupuesto.

El informe de la Auditoría Superior de la Federación recientemente presentado, detectó serias deficiencias en el Programa de Vacunación Infantil, donde se registra un aumento de muertes infantiles que se pudieron evitar con inmunización, del orden del 27% (pasó de 343 defunciones en 2013 a 1,466 en 2019), la cobertura de la Pentavalente bajó 9% y la múltiple un 5.9%, mientras López-Gatell recibe tratamiento y hospitalización médica temprana (misma que negó a la mayoría de los mexicanos) y recibe dosis de Remdesivir, que prohibió su importación general también. Lo mismo pasó con el presidente cuando se contagió de Covid.

Las prioridades presupuestales del gobierno son inyectarle ingentes recursos fiscales a proyectos faraónicos sin ninguna rentabilidad social como el tren maya, la refinería en Tabasco y, sobre todo, a PEMEX. Se calcula que comprar vacunas para los mexicanos mayores de 20 años hubiese costado 3,300 millones de dólares. PEMEX perdió (es un barril sin fondo) 14,800 millones de dólares solo el año pasado. Habría vacunas de sobra.

Mientras el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió terminar con la “adicción mortal” al carbón, el Senado aprobaba en 5 días, la contrarreforma energética, la iniciativa preferente del presidente a favor del combustóleo y los petrolíferos y las energías sucias, además de hacer más cara la energía, aumentar los subsidios, la deuda y crear un ente monopólico, dañando deliberadamente la ya maltrecha economía, no importando tampoco que esto costará también muchas vidas, que se van a perder por el aumento de enfermedades respiratorias y la mayor contaminación del aire por el uso de fuentes de generación de energía sucia.

¿Primum non nocere? ¿la empatía? ¿bonum communiter sumptum? Ese tipo de medicina y de atención no le son prioritarios a este gobierno. No está dentro de sus umbrales éticos ese tipo de salud. En esas manos hemos caído.