/ miércoles 7 de abril de 2021

El Elector-Leedor

“Sabemos que un elector informado podrá tomar una mejor y más razonada decisión”. (Detrás de página-Noroeste.)

Si se es leedor-valedor del Noroeste, posiblemente, sí seas un leedor informado que el Noroeste te lo está diciendo, aunque tú no lo sepas, y todavía así te lo creas porque te gusta hojearlo con o sin H, lo cual es entretenido desplegar el periódico, página tras página.

Y todavía Ernesto Hernández Norzagaray, le agrega una interrogante:

¿Quién ataca al periodismo? ¿Quién financia y cuál es la lógica que hay detrás de los ataques digitales intermitentes y abiertos contra los portales del diario Noroeste, la revista Espejo, periodistas profesionales, líderes de opinión y funcionarios del gobierno estatal sea través de anónimos o en forma abierta por plumas que tradicionalmente han estado al servicio de los intereses del grupo que controla la Universidad-partido?”

Si sabe el origen de los ataques que es y son desde la UAS-PAS, de quien como Cuén los autoriza, ¿por qué no denunciarlo, periodísticamente, cuando el Noroeste se dice independiente y con credibilidad en el periodismo de investigación?

Entre quién financia y cuál es la lógica está la primera línea de investigación, como para no andarse por las ramas y hacerle al director y al colaborador del Noroeste, que nomás dan su opinión en la defensa apologética del dandismo intelectual del periodismo culichi-marismeño-mazatleco, porque se trata de lo que siempre pasa en las campañas políticas: tirarse con cubetas en plena tormenta de mierda y lodo, donde no se está limpio de nada, de nadie y de alguien.

Ahora, paradigmática y estigmáticamente, con el todo modo presidencial, no siendo demandante, ni denunciante, AMLO, le hace al delator contra Artículo 19, porque él lo dice, pasándose del victimismo del Presidente, con su Investidura Presidencial, al victimario mediático y fáctico desde el tribunal de Las Mañaneras, es en lo que se pareciesen el Noroeste, el director, el colaborador, Cuén y la UASPAS: jueces y partes con delatores, sin ninguna investigación, de por medio y en el centro, de los medios de información y comunicación con “sus verificaciones” de las falsas noticias y la pos(t)verdad infomercial con la publipropaganda de no mentir, no robar y no traicionar del Estado-Obrador y la independencia y la credibilidad del Noroeste, estamos, doblemente, jodidos, el lector y el leedor, en el país de las sombras espectrales.

En el país de las sombras espectrales, se vive lo real social transformado en la realidad virtual real con la fantasmatización del narcosicariato y el coronavirus en la polarización y en la confrontación de los liberales y los conservadores en l@ real politik, a lo Maquiavelo:

“El bienestar del Estado dependía de que el gobernante aprendiera a utilizar el mal para lograr el bien, asumiendo que el ‘príncipe’ debía realizar los engaños e intrigas que fuesen necesarias para no caer en los engaños e intrigas de sus rivales.”

Así, sin más, la ética y la moral, tampoco son necesarias más que la conservación del poder, a todo modo, con los costales llenos de huesos cardios del corazón y de la memoria con los muertos, los desaparecidos y los desplazados del narcosicariato, y, los desconocidos del coronavirus en el país de las sombras espectrales, donde Vamos Bien.

Va lo que va para el Elector-Leedor: Joseph Pulitzer, en mayo de 1904, en un artículo que escribió para la North American Review, resumía su credo con estas palabras:

“Una prensa apta, desinteresada, generosa, con inteligencia formada para conocer el bien y con el coraje para hacerlo, puede preservar la virtud pública sin la cual un gobierno popular es una farsa y una burla. Una prensa cínica, mercenaria y demagógica acabará dando forma a un pueblo tan vulgar como ella misma.


“Sabemos que un elector informado podrá tomar una mejor y más razonada decisión”. (Detrás de página-Noroeste.)

Si se es leedor-valedor del Noroeste, posiblemente, sí seas un leedor informado que el Noroeste te lo está diciendo, aunque tú no lo sepas, y todavía así te lo creas porque te gusta hojearlo con o sin H, lo cual es entretenido desplegar el periódico, página tras página.

Y todavía Ernesto Hernández Norzagaray, le agrega una interrogante:

¿Quién ataca al periodismo? ¿Quién financia y cuál es la lógica que hay detrás de los ataques digitales intermitentes y abiertos contra los portales del diario Noroeste, la revista Espejo, periodistas profesionales, líderes de opinión y funcionarios del gobierno estatal sea través de anónimos o en forma abierta por plumas que tradicionalmente han estado al servicio de los intereses del grupo que controla la Universidad-partido?”

Si sabe el origen de los ataques que es y son desde la UAS-PAS, de quien como Cuén los autoriza, ¿por qué no denunciarlo, periodísticamente, cuando el Noroeste se dice independiente y con credibilidad en el periodismo de investigación?

Entre quién financia y cuál es la lógica está la primera línea de investigación, como para no andarse por las ramas y hacerle al director y al colaborador del Noroeste, que nomás dan su opinión en la defensa apologética del dandismo intelectual del periodismo culichi-marismeño-mazatleco, porque se trata de lo que siempre pasa en las campañas políticas: tirarse con cubetas en plena tormenta de mierda y lodo, donde no se está limpio de nada, de nadie y de alguien.

Ahora, paradigmática y estigmáticamente, con el todo modo presidencial, no siendo demandante, ni denunciante, AMLO, le hace al delator contra Artículo 19, porque él lo dice, pasándose del victimismo del Presidente, con su Investidura Presidencial, al victimario mediático y fáctico desde el tribunal de Las Mañaneras, es en lo que se pareciesen el Noroeste, el director, el colaborador, Cuén y la UASPAS: jueces y partes con delatores, sin ninguna investigación, de por medio y en el centro, de los medios de información y comunicación con “sus verificaciones” de las falsas noticias y la pos(t)verdad infomercial con la publipropaganda de no mentir, no robar y no traicionar del Estado-Obrador y la independencia y la credibilidad del Noroeste, estamos, doblemente, jodidos, el lector y el leedor, en el país de las sombras espectrales.

En el país de las sombras espectrales, se vive lo real social transformado en la realidad virtual real con la fantasmatización del narcosicariato y el coronavirus en la polarización y en la confrontación de los liberales y los conservadores en l@ real politik, a lo Maquiavelo:

“El bienestar del Estado dependía de que el gobernante aprendiera a utilizar el mal para lograr el bien, asumiendo que el ‘príncipe’ debía realizar los engaños e intrigas que fuesen necesarias para no caer en los engaños e intrigas de sus rivales.”

Así, sin más, la ética y la moral, tampoco son necesarias más que la conservación del poder, a todo modo, con los costales llenos de huesos cardios del corazón y de la memoria con los muertos, los desaparecidos y los desplazados del narcosicariato, y, los desconocidos del coronavirus en el país de las sombras espectrales, donde Vamos Bien.

Va lo que va para el Elector-Leedor: Joseph Pulitzer, en mayo de 1904, en un artículo que escribió para la North American Review, resumía su credo con estas palabras:

“Una prensa apta, desinteresada, generosa, con inteligencia formada para conocer el bien y con el coraje para hacerlo, puede preservar la virtud pública sin la cual un gobierno popular es una farsa y una burla. Una prensa cínica, mercenaria y demagógica acabará dando forma a un pueblo tan vulgar como ella misma.


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