/ martes 19 de febrero de 2019

El Archivo y El Teatro

Raúl Rico y Enrique Vega Ayala son los responsables del abandono del archivo histórico municipal como el alojar a la escuela de teatro en un edificio que fue construido para el archivo, de donde ha sido desalojado el grupo teatral en ausencia de Blancarte y en presencia de El Químico, el beatlefanático.

Lo evidente en el Instituto de Cultura, Turismo y Arte es la falta de espacios para cada actividad artística en el centro municipal de las artes, y si Blancarte anda en donde no está y Chang donde la puso el nepotismo, pues de los dos ninguno ni ninguna más que la pasión carnavalera de regalar boletos a la gente para las coronaciones carnavalescas.

En la administración de El Químico la cultura, el turismo y el arte son y serán el turismo cultural de la inercia por el hecho de que el paquete está hecho y rehecho para la concurrencia turística para el transcurrir del año sin prisas, siempre y cuando, no les falle la velocidad con la semana de la moto.

El protagonismo de El Químico, entre arrogante y sensiblero, nomás porque le está sacando la ropa sucia a los políticos gobernantes marismeños-mazatlecos que lo antecedieron y restregársela en la cara con la complacencia de la gente, no deja de mostrarlo tal cual es: un marismeño-mazatlecomontado en las Olas Altas de su egocentrismo-periférico a lo Higuera, López, Felton y Pucheta con los horrendos disgustos por los monigotes de la gente carnavalesca.

La escuela-taller de teatro, más que sentirse irrespetada porque el director Polo así lo siente, no debió aceptar el alojamiento en una de las plantas del archivo, pero si en el acomodo estuvo la comodidad de aceptar lo que ahora lo desaloja, porque Raúl y Enrique así lo determinaron con él, la falta de respeto por el artista local-marismeño-mazatleco ha sido y es evidente desde Ricardo Urquijo(+),José Luis Franco y Raúl Rico, privilegiando a Delfos, al coro Ángela Peralta y a Enrique Patrón de Rueda, haciéndolo Oscar Blancarte con Marco Antonio Lugo en taller de cinematografía y del cinematógrafo.

Si así como dice El Químico que dijo Beatriz Gutiérrez M. está interesada por el Archivo Histórico Municipal marismeño-mazatleco, pues adelante y que de una vez se revise el nombramiento de Enrique Vega Ayala como Cronista Vitalicio de la Ciudad Marismeña-Mazatleca, a pedido y dado entreel compadrazgo de Alejandro Higuera y Raúl Rico.

No estaría de más que El Químico entienda que su gente familiar y de gabinete no están capacitados y menos formados para lo que los puso a sus órdenes, pero si en el mandar-obedeciendo está lo que él manda y dispone pues hace tiempo que el Instituto de Cultura, Turismo y Arte está hecho a la costumbre y a la tradición carnavalera y carnavalesca de una burocracia que se disfraza de funcionarios culturales y decirse unos apasionados por el arte y la cultura, cuando la tradición y la costumbre son el negocio del espectáculo carnavalero, porque nunca ha sido ni es El Carnaval del Pueblo.

Para, El Químico, beatlefanático, tan contagiado y tan torruco, se quiere poner universal siendo tan localmente-marismeño-mazatleco, quizás sí o tal vez no, en algún lugar-pedestal de Olas Altas, espacial y contaminantemente visual y escultural frente a la Fonda de El Chalío, de donde Oscar Blancarte y las gaviotas le caguen la cálvica testa con los pájaros negros del adiós y del malhumor trienal.

El Químico ha sido magnánimo, pues a los muchachos del Polo-teatrero les ha facilitado una casona -en reparación- porque así encuentran el arte y la cultura: sobre y bajo los escombros oropelescos, peliculescos, artísticos, culturales, marismeños y mazatlecos del turismo cultural, mandándole una cartita el Dr. Arturo Santamaría Gómez al Presidente-AMLO-Morena (de y para) los mexicanos, y ponerlo al tanto de lo que El Químico no deja ser y hacer, al convaleciente y al ausente, de Blancartecon el despotismo-nepotismo Chang-Tostado que hay hacia el interior del Instituto de Cultura, Turismo y Arte, no informando-criticando acerca de la situación del archivo histórico municipal y del cual Santamaría se sirvió para sus investigaciones hemerográficas de altos niveles académicos historiográficos y contar con la finísima atención y amistad del Cronista de la Ciudad marismeña-mazatleca.

Entonces, teatro-teatrero sí, archivo-archivero aún no.

Raúl Rico y Enrique Vega Ayala son los responsables del abandono del archivo histórico municipal como el alojar a la escuela de teatro en un edificio que fue construido para el archivo, de donde ha sido desalojado el grupo teatral en ausencia de Blancarte y en presencia de El Químico, el beatlefanático.

Lo evidente en el Instituto de Cultura, Turismo y Arte es la falta de espacios para cada actividad artística en el centro municipal de las artes, y si Blancarte anda en donde no está y Chang donde la puso el nepotismo, pues de los dos ninguno ni ninguna más que la pasión carnavalera de regalar boletos a la gente para las coronaciones carnavalescas.

En la administración de El Químico la cultura, el turismo y el arte son y serán el turismo cultural de la inercia por el hecho de que el paquete está hecho y rehecho para la concurrencia turística para el transcurrir del año sin prisas, siempre y cuando, no les falle la velocidad con la semana de la moto.

El protagonismo de El Químico, entre arrogante y sensiblero, nomás porque le está sacando la ropa sucia a los políticos gobernantes marismeños-mazatlecos que lo antecedieron y restregársela en la cara con la complacencia de la gente, no deja de mostrarlo tal cual es: un marismeño-mazatlecomontado en las Olas Altas de su egocentrismo-periférico a lo Higuera, López, Felton y Pucheta con los horrendos disgustos por los monigotes de la gente carnavalesca.

La escuela-taller de teatro, más que sentirse irrespetada porque el director Polo así lo siente, no debió aceptar el alojamiento en una de las plantas del archivo, pero si en el acomodo estuvo la comodidad de aceptar lo que ahora lo desaloja, porque Raúl y Enrique así lo determinaron con él, la falta de respeto por el artista local-marismeño-mazatleco ha sido y es evidente desde Ricardo Urquijo(+),José Luis Franco y Raúl Rico, privilegiando a Delfos, al coro Ángela Peralta y a Enrique Patrón de Rueda, haciéndolo Oscar Blancarte con Marco Antonio Lugo en taller de cinematografía y del cinematógrafo.

Si así como dice El Químico que dijo Beatriz Gutiérrez M. está interesada por el Archivo Histórico Municipal marismeño-mazatleco, pues adelante y que de una vez se revise el nombramiento de Enrique Vega Ayala como Cronista Vitalicio de la Ciudad Marismeña-Mazatleca, a pedido y dado entreel compadrazgo de Alejandro Higuera y Raúl Rico.

No estaría de más que El Químico entienda que su gente familiar y de gabinete no están capacitados y menos formados para lo que los puso a sus órdenes, pero si en el mandar-obedeciendo está lo que él manda y dispone pues hace tiempo que el Instituto de Cultura, Turismo y Arte está hecho a la costumbre y a la tradición carnavalera y carnavalesca de una burocracia que se disfraza de funcionarios culturales y decirse unos apasionados por el arte y la cultura, cuando la tradición y la costumbre son el negocio del espectáculo carnavalero, porque nunca ha sido ni es El Carnaval del Pueblo.

Para, El Químico, beatlefanático, tan contagiado y tan torruco, se quiere poner universal siendo tan localmente-marismeño-mazatleco, quizás sí o tal vez no, en algún lugar-pedestal de Olas Altas, espacial y contaminantemente visual y escultural frente a la Fonda de El Chalío, de donde Oscar Blancarte y las gaviotas le caguen la cálvica testa con los pájaros negros del adiós y del malhumor trienal.

El Químico ha sido magnánimo, pues a los muchachos del Polo-teatrero les ha facilitado una casona -en reparación- porque así encuentran el arte y la cultura: sobre y bajo los escombros oropelescos, peliculescos, artísticos, culturales, marismeños y mazatlecos del turismo cultural, mandándole una cartita el Dr. Arturo Santamaría Gómez al Presidente-AMLO-Morena (de y para) los mexicanos, y ponerlo al tanto de lo que El Químico no deja ser y hacer, al convaleciente y al ausente, de Blancartecon el despotismo-nepotismo Chang-Tostado que hay hacia el interior del Instituto de Cultura, Turismo y Arte, no informando-criticando acerca de la situación del archivo histórico municipal y del cual Santamaría se sirvió para sus investigaciones hemerográficas de altos niveles académicos historiográficos y contar con la finísima atención y amistad del Cronista de la Ciudad marismeña-mazatleca.

Entonces, teatro-teatrero sí, archivo-archivero aún no.

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