/ sábado 9 de marzo de 2019

"DEMUÉSTRAMELO"

Cuantas veces escucho esa frase en mi oficina, de parte de un miembro de la pareja, que no le cree al otro, cuando éste le dice “te amo”.

-“Demuéstramelo”, -responde el otro-. “Porque no lo siento”, “Porque tus acciones dicen una cosa y tu boca otra”.

La demostración de ese amor, se da, entre otras cosas, con las demostraciones de afecto. Ese vínculo armonioso de lo que es DAR y RECIBIR.

El que da, espera recibir el equivalente. Y si uno da más que el otro, el que da más, se cansa, se desanima, se le apaga la llama.

La vinculación afectiva que es algo que aprendemos de niños, será una parte fundamental, cuando de hacer pareja se trata. Y son las demostraciones de ese amor que digo tenerte, las que reafirmarán en tu mente, la certeza de que te amo.

Espero de ti la caricia, el detalle, la mirada, el gesto… incluso el silencio, ese que tenemos mientras me miras y acaricias mis cabellos. O simplemente me deleito observando tu rostro.

Cualquier acción que hagas para agradarme o hacerme saber que te importo, que me quieres, que disfrutas de mi compañía, que quieres tiempo conmigo, le vendrá bien a esta relación.

Las personas que tienen conflicto en este tipo de demostraciones, son las que con mayor frecuencia terminan separadas, o con resentimientos o malos entendidos con la pareja. Pues envían el mensaje incorrecto.

Cuando no sabemos expresarlo, lo recomendable sería trabajar el niño interior si así lo creo necesario, y buscar la terapia. Porque no basta con decir simplemente “esta persona soy, esto es lo que hay y punto, al que le guste bueno, al que no… ni modo”. No. Porque en la edad adulta, podemos reconocer la importancia de aprender cosas nuevas que nos ayuden a tener mejores relaciones. En una plena consciencia de quién soy, por qué soy como soy, pero también desde esa decisión de amar a alguien que espera que se lo demuestre.

No basta con darlo por hecho. Hay que demostrarlo. Dentro del sano equilibrio de la reciprocidad.

Dichoso o dichosa eres si tu pareja te hace ver que hace falta reciprocidad. Hay quien se lo guarda y simplemente acumula resentimientos y dudas. Hablen. Digan las cosas sin miedo. Construir el amor es algo que requiere de muchas cosas, una de ellas, es esto de lo que hablamos. No lo eches en saco roto. Y piensa todo lo que puedes ganar, cuando aprendes a demostrar lo que sientes.

Amor llama al amor. Cercanía llama a compañía. Ternura llama a ternura. Consideración llama a consideración. Es un ganar – ganar entre dos que se aman. Que ya ganaron mucho cuando decidieron amarse. Pero que no basta darlo por hecho. O creer que el otro lo tiene totalmente claro.

Les deseo como siempre feliz fin de semana, nos leemos la siguiente semana y recuerda que “El mayor placer, te lo da el saber”.

Eugenia Flo, sexóloga sustantiva

eugeniasexologa@gmail.com

WhatsApp +(52-1) 669-154-5185

Cuantas veces escucho esa frase en mi oficina, de parte de un miembro de la pareja, que no le cree al otro, cuando éste le dice “te amo”.

-“Demuéstramelo”, -responde el otro-. “Porque no lo siento”, “Porque tus acciones dicen una cosa y tu boca otra”.

La demostración de ese amor, se da, entre otras cosas, con las demostraciones de afecto. Ese vínculo armonioso de lo que es DAR y RECIBIR.

El que da, espera recibir el equivalente. Y si uno da más que el otro, el que da más, se cansa, se desanima, se le apaga la llama.

La vinculación afectiva que es algo que aprendemos de niños, será una parte fundamental, cuando de hacer pareja se trata. Y son las demostraciones de ese amor que digo tenerte, las que reafirmarán en tu mente, la certeza de que te amo.

Espero de ti la caricia, el detalle, la mirada, el gesto… incluso el silencio, ese que tenemos mientras me miras y acaricias mis cabellos. O simplemente me deleito observando tu rostro.

Cualquier acción que hagas para agradarme o hacerme saber que te importo, que me quieres, que disfrutas de mi compañía, que quieres tiempo conmigo, le vendrá bien a esta relación.

Las personas que tienen conflicto en este tipo de demostraciones, son las que con mayor frecuencia terminan separadas, o con resentimientos o malos entendidos con la pareja. Pues envían el mensaje incorrecto.

Cuando no sabemos expresarlo, lo recomendable sería trabajar el niño interior si así lo creo necesario, y buscar la terapia. Porque no basta con decir simplemente “esta persona soy, esto es lo que hay y punto, al que le guste bueno, al que no… ni modo”. No. Porque en la edad adulta, podemos reconocer la importancia de aprender cosas nuevas que nos ayuden a tener mejores relaciones. En una plena consciencia de quién soy, por qué soy como soy, pero también desde esa decisión de amar a alguien que espera que se lo demuestre.

No basta con darlo por hecho. Hay que demostrarlo. Dentro del sano equilibrio de la reciprocidad.

Dichoso o dichosa eres si tu pareja te hace ver que hace falta reciprocidad. Hay quien se lo guarda y simplemente acumula resentimientos y dudas. Hablen. Digan las cosas sin miedo. Construir el amor es algo que requiere de muchas cosas, una de ellas, es esto de lo que hablamos. No lo eches en saco roto. Y piensa todo lo que puedes ganar, cuando aprendes a demostrar lo que sientes.

Amor llama al amor. Cercanía llama a compañía. Ternura llama a ternura. Consideración llama a consideración. Es un ganar – ganar entre dos que se aman. Que ya ganaron mucho cuando decidieron amarse. Pero que no basta darlo por hecho. O creer que el otro lo tiene totalmente claro.

Les deseo como siempre feliz fin de semana, nos leemos la siguiente semana y recuerda que “El mayor placer, te lo da el saber”.

Eugenia Flo, sexóloga sustantiva

eugeniasexologa@gmail.com

WhatsApp +(52-1) 669-154-5185

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