/ jueves 17 de diciembre de 2020

Atento llamado a la población

“Esta semana, las vacunas contra Covid-19 comenzaron a implementarse en el Reino Unido, y esperamos que sigan más países. Tener vacunas seguras y eficaces contra un virus que era completamente desconocido para nosotros hace solo un año es un logro científico asombroso. Pero un logro aún mayor sería garantizar que todos los países disfruten de los beneficios de la ciencia de manera equitativa” (Tedros Adhanom - Director general de la Organización Mundial de la Salud).

En días pasados, el doctor Tedros Adhanom, Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió a México "tomarse muy en serio" la pandemia por coronavirus. Desde entonces nuestra respuesta es un semáforo en alerta, aumento en los contagios y en algunos estados los servicios de salud están al borde de la saturación.

Las autoridades no resolverán la situación aunque los indicadores muestran el elevado riesgo en el que estamos. La situación económica del país es complicada y muchas de las personas no pueden sostener otra larga cuarentena. Como sociedad tenemos necesidades para subsistir, un sector de la población realiza muchas actividades esenciales para nuestro desarrollo; y actividades como servicios sanitarios, alimenticios o de salud no se pueden detener. Se debe permitir que las personas que tienen la necesidad de trabajar fuera de sus casas lo hagan de manera segura y con la confianza de que no se van a contagiar. En nuestras manos está evitar contagios por actividades efímeras e innecesarias como fiestas o reuniones.

Los contagios se dan principalmente en lugares públicos, con poca ventilación y en donde hay mucha gente con poco distanciamiento físico y sin cubre bocas. Basta una persona contagiada para que contagie a decenas o miles. En un hogar una persona contagiada puede contagiar a toda la familia con los que bajan la guardia, con los que confía.

Las estimaciones de agencias y gobiernos en las que se esperaba que los días fueran horribles están a punto de volverse realidad. A pesar de saber cómo podemos controlar a la pandemia desde hace meses, no mantenemos las medidas sanitarias que ayudarían a detener las transmisiones del virus. Parece que el anuncio de la vacuna y saber de una posible solución a la pandemia nos hace caer en la confianza.

Se acerca la navidad y con ello reuniones de fin de año, posadas, pastorelas, comprar regalos, visitar amigos y familiares, entre otros. La temporada navideña representa un alto riesgo de contagio, debido a las actividades propias de la temporada, así como la llegada del invierno. Estamos a punto de perder lo poco que ganamos en meses de esfuerzo y sacrificio. Está latente la posibilidad de perder a alguno de nuestros conocidos, compañeros, amigos o alguno de nuestros seres queridos. Podemos evitar que una simple reunión se convierta en una lamentable tragedia.

Todos queremos celebrar, pero para ello necesitamos salir bien librados de estos tiempos aciagos, qué mejor que celebrar la salud y la vida, por lo tanto es momento de cuidarnos y esperar el momento propicio, no hagamos que esta navidad trascienda como "la última", nuestra o de un ser querido.

Vivimos momento críticos, puede haber más casos que al inicio de la pandemia, no puede ser que después de tanto esfuerzo, y con lo que hemos aprendido estemos peor que al inicio. Sumado a la gravedad que causa el Covid-19, el alto número de casos saturará a los servicios de salud. No podemos hacer reuniones, es necesario dejar de reunirnos y mantener las medidas de seguridad. Si es necesario salir, es necesario usar el cubrebocas.

Los hospitales públicos y privados serán insuficientes y el personal de salud está cansado, mantener o cuidar a un enfermo de Covid-19 en casa es muy costoso y complicado. Se especula que algunos hospitales cobran hasta un millón de pesos para asignar cama a un paciente con Covid-19 y algunas aseguradoras excluyen tratamientos y servicios contra la enfermedad. ¿Tenemos esa suma de dinero? ¿Qué necesidad tenemos de vivir estas complicaciones? Y dado el momento ni con dinero es posible conseguir hospital, es mejor cuidarnos y esperar para celebrar. Es momento de escarmentar en cabeza ajena y aprender de errores que sufren los demás. Por ejemplo en la Ciudad de México se han tomado medidas y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México junto con el Presidente de México, hicieron un exhorto a la población para que refuerce medidas de confinamiento y sanitarias, basado en algunas reglas a seguir, principalmente durante la temporada decembrina:

Si no tenemos nada verdaderamente importante, no salir a la calle.

Si hay necesidad de salir, guardar la sana distancia.

Comuniquémonos por teléfono o por videollamadas con nuestros familiares y amigos.

Estemos sólo los que habitamos la misma casa.

No hagamos fiestas ni reuniones con familiares o amigos.

Si presentamos síntomas como dolor de cabeza, fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cuerpo, habla de inmediato para recibir atención médica

Si presentas síntomas, procura hacerte una prueba en los quioscos que se instalaron en todo el país.

Acude pronto a la clínica, centro de salud o al hospital más cercano para atenderte.

No te esperes, sobre todo, si padeces enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión u obesidad.

Dejemos los regalos de Navidad para otro momento. Recuerda regala afecto, cariño, amor, no lo compres.

No hay mejor regalo en el mundo que la vida y la salud.

Debemos ser responsables en nuestro aislamiento, realizar el mayor número de actividades desde casa en medida de lo posible. Es necesario trabajar como sociedad para poder tener salud y un mejor 2021.

Llevamos mucho tiempo sin vernos, hemos estado distantes y sentimos la necesidad de vernos saludar y abrazarnos. En otro contexto esto sería lo lógico, normal y natural; en una situación como la que atravesamos esto puede resultar fatal. En otros casos al menos con ver las caras y los gestos de los que queremos es suficiente para saber y expresar lo que se siente. En este momento los cubrebocas impiden disfrutar una cara amable, algún detalle facial o una sonrisa, pero se puede ver en los ojos el reflejo el alma.

“2020 nos ha recordado que la salud es el bien más preciado del mundo. Frente a la pandemia, muchos países han ofrecido pruebas y tratamiento gratuitos para Covid-19 y han prometido vacunas gratuitas para sus poblaciones. Han reconocido que la capacidad de pago no debería ser la diferencia entre enfermedad y salud; entre la vida y la muerte” (Tedros Adhanom - Director general de la Organización Mundial de la Salud).

“Esta semana, las vacunas contra Covid-19 comenzaron a implementarse en el Reino Unido, y esperamos que sigan más países. Tener vacunas seguras y eficaces contra un virus que era completamente desconocido para nosotros hace solo un año es un logro científico asombroso. Pero un logro aún mayor sería garantizar que todos los países disfruten de los beneficios de la ciencia de manera equitativa” (Tedros Adhanom - Director general de la Organización Mundial de la Salud).

En días pasados, el doctor Tedros Adhanom, Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió a México "tomarse muy en serio" la pandemia por coronavirus. Desde entonces nuestra respuesta es un semáforo en alerta, aumento en los contagios y en algunos estados los servicios de salud están al borde de la saturación.

Las autoridades no resolverán la situación aunque los indicadores muestran el elevado riesgo en el que estamos. La situación económica del país es complicada y muchas de las personas no pueden sostener otra larga cuarentena. Como sociedad tenemos necesidades para subsistir, un sector de la población realiza muchas actividades esenciales para nuestro desarrollo; y actividades como servicios sanitarios, alimenticios o de salud no se pueden detener. Se debe permitir que las personas que tienen la necesidad de trabajar fuera de sus casas lo hagan de manera segura y con la confianza de que no se van a contagiar. En nuestras manos está evitar contagios por actividades efímeras e innecesarias como fiestas o reuniones.

Los contagios se dan principalmente en lugares públicos, con poca ventilación y en donde hay mucha gente con poco distanciamiento físico y sin cubre bocas. Basta una persona contagiada para que contagie a decenas o miles. En un hogar una persona contagiada puede contagiar a toda la familia con los que bajan la guardia, con los que confía.

Las estimaciones de agencias y gobiernos en las que se esperaba que los días fueran horribles están a punto de volverse realidad. A pesar de saber cómo podemos controlar a la pandemia desde hace meses, no mantenemos las medidas sanitarias que ayudarían a detener las transmisiones del virus. Parece que el anuncio de la vacuna y saber de una posible solución a la pandemia nos hace caer en la confianza.

Se acerca la navidad y con ello reuniones de fin de año, posadas, pastorelas, comprar regalos, visitar amigos y familiares, entre otros. La temporada navideña representa un alto riesgo de contagio, debido a las actividades propias de la temporada, así como la llegada del invierno. Estamos a punto de perder lo poco que ganamos en meses de esfuerzo y sacrificio. Está latente la posibilidad de perder a alguno de nuestros conocidos, compañeros, amigos o alguno de nuestros seres queridos. Podemos evitar que una simple reunión se convierta en una lamentable tragedia.

Todos queremos celebrar, pero para ello necesitamos salir bien librados de estos tiempos aciagos, qué mejor que celebrar la salud y la vida, por lo tanto es momento de cuidarnos y esperar el momento propicio, no hagamos que esta navidad trascienda como "la última", nuestra o de un ser querido.

Vivimos momento críticos, puede haber más casos que al inicio de la pandemia, no puede ser que después de tanto esfuerzo, y con lo que hemos aprendido estemos peor que al inicio. Sumado a la gravedad que causa el Covid-19, el alto número de casos saturará a los servicios de salud. No podemos hacer reuniones, es necesario dejar de reunirnos y mantener las medidas de seguridad. Si es necesario salir, es necesario usar el cubrebocas.

Los hospitales públicos y privados serán insuficientes y el personal de salud está cansado, mantener o cuidar a un enfermo de Covid-19 en casa es muy costoso y complicado. Se especula que algunos hospitales cobran hasta un millón de pesos para asignar cama a un paciente con Covid-19 y algunas aseguradoras excluyen tratamientos y servicios contra la enfermedad. ¿Tenemos esa suma de dinero? ¿Qué necesidad tenemos de vivir estas complicaciones? Y dado el momento ni con dinero es posible conseguir hospital, es mejor cuidarnos y esperar para celebrar. Es momento de escarmentar en cabeza ajena y aprender de errores que sufren los demás. Por ejemplo en la Ciudad de México se han tomado medidas y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México junto con el Presidente de México, hicieron un exhorto a la población para que refuerce medidas de confinamiento y sanitarias, basado en algunas reglas a seguir, principalmente durante la temporada decembrina:

Si no tenemos nada verdaderamente importante, no salir a la calle.

Si hay necesidad de salir, guardar la sana distancia.

Comuniquémonos por teléfono o por videollamadas con nuestros familiares y amigos.

Estemos sólo los que habitamos la misma casa.

No hagamos fiestas ni reuniones con familiares o amigos.

Si presentamos síntomas como dolor de cabeza, fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cuerpo, habla de inmediato para recibir atención médica

Si presentas síntomas, procura hacerte una prueba en los quioscos que se instalaron en todo el país.

Acude pronto a la clínica, centro de salud o al hospital más cercano para atenderte.

No te esperes, sobre todo, si padeces enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión u obesidad.

Dejemos los regalos de Navidad para otro momento. Recuerda regala afecto, cariño, amor, no lo compres.

No hay mejor regalo en el mundo que la vida y la salud.

Debemos ser responsables en nuestro aislamiento, realizar el mayor número de actividades desde casa en medida de lo posible. Es necesario trabajar como sociedad para poder tener salud y un mejor 2021.

Llevamos mucho tiempo sin vernos, hemos estado distantes y sentimos la necesidad de vernos saludar y abrazarnos. En otro contexto esto sería lo lógico, normal y natural; en una situación como la que atravesamos esto puede resultar fatal. En otros casos al menos con ver las caras y los gestos de los que queremos es suficiente para saber y expresar lo que se siente. En este momento los cubrebocas impiden disfrutar una cara amable, algún detalle facial o una sonrisa, pero se puede ver en los ojos el reflejo el alma.

“2020 nos ha recordado que la salud es el bien más preciado del mundo. Frente a la pandemia, muchos países han ofrecido pruebas y tratamiento gratuitos para Covid-19 y han prometido vacunas gratuitas para sus poblaciones. Han reconocido que la capacidad de pago no debería ser la diferencia entre enfermedad y salud; entre la vida y la muerte” (Tedros Adhanom - Director general de la Organización Mundial de la Salud).