/ jueves 28 de mayo de 2020

Atento aviso respecto a la Cloroquina

“Como parte de nuestra continua respuesta a la pandemia a nivel mundial, la OMS continúa trabajando agresivamente en investigación y desarrollo. Como saben, hace más de dos meses iniciamos el Ensayo de Solidaridad, para evaluar la seguridad y la eficacia de cuatro medicamentos y combinaciones de medicamentos contra COVID-19. Más de 400 hospitales en 35 países están reclutando pacientes activamente y se han inscrito cerca de 3500 pacientes de 17 países. El viernes, The Lancet publicó un estudio de observación sobre hidroxicoloroquina y cloroquina y sus efectos en pacientes con COVID-19 que han sido hospitalizados. Los autores informaron que entre los pacientes que recibieron el medicamento, cuando se usaron solos o con un macrólido, estimaron una tasa de mortalidad más alta” (Tedros Adhanom Ghebreyesus - Director General de la OMS)

La necesidad de encontrar un fármaco o una vacuna como una solución para frenar al SARS-CoV-2 han llevado a la utilización de diversos compuestos. La cloroquina es utilizada para el tratamiento del paludismo y en enfermedades autoinmunes. Recientemente se utiliza la administración de cloroquina; sola o en combinación con azotromicina como alternativa para tratamiento de COVID-19 incluso sin una clara evidencia de su beneficio.

Al inicio de la pandemia; en Francia se publicó un estudio en el que se afirma que la cloroquina y sus derivados tienen efectos positivos para el tratamiento de pacientes con el coronavirus. También el Presidente de Brasil recomendó a su población el consumo aun si presentan síntomas leves. La FDA dio la aprobación de emergencia de el uso de la cloroquina para tratar a pacientes de COVID-19. Desde el principio de la pandemia se ha adminsitrado a cientos de pacientes por no disponer de un tratamiento probado hasta el momento. Por otro lado; estudios preliminares respecto a la administración de cloroquina realizados en China, informaron que los datos no eran concluyentes y requerían de más estudios. En adición a esto; en Brasil se detuvo un estudio que evaluaba a dicho fármaco luego de que se observaran problemas cardíacos en las personas a las que se les administró.

Brasil es tercer país más afectado por COVID-19 y espera su máximo de personas infectadas para el mes de julio. La semana pasada, Brasil anunció que tratará con hidroxicloroquina a todos los contagiados de coronavirus y el Ministerio de Salud publicó un protocolo para el tratamiento de pacientes con COVID-19 con cloroquina.

A principios de abril, el Presidente Trump dijo “Compramos 29 millones de píldoras de hidroxicloroquina para tratar el coronavirus” “No tenemos tiempo para pasarnos cinco años investigando, la gente se está muriendo así que si la hidroxicloroquina funciona, es buenísimo. Sabemos que es bueno para la malaria, para el lupus, y sabemos que no mata a la gente, no tenemos nada que perder. Hay buenos indicios, hay que darle una oportunidad”.

La intención de todo es salvar vidas y no se puede escatimar nada en eso. Incluso; el Presidente de los Estados Unidos ha mencionado que ha tomado hidroxicloroquina sin tener una necesidad aparente.

Una farmacéutica suiza ha donado millones de dosis de hidroxicloroquina. En México donó 3,600 frascos de 100 tabletas de hidroxicloroquina hace unos días, para realizar pruebas en 20 000 pacientes con Covid-19.

En estudio realizado por Mandeep y colaboradores, publicado 22 de mayo en la revista The Lancet; se evaluó la efectividad de la cloroquina en pacientes hospitalizados entre el 20 de diciembre de 2019 y el 14 de abril de 2020 con resultado positivo a COVID-19. El análisis incluye a 671 hospitales de seis continentes que recibieron tratamiento en las primeras 48 horas posteriores al diagnóstico. Un total de 96 032 pacientes con una edad promedio de 53 años fueron incluidos en el estudio considerando factores tales como edad, sexo, raza u origen étnico, índice de masa corporal, enfermedad cardiovascular (y sus factores de riesgo), diabetes, enfermedad pulmonar, tabaquismo, condición inmunosuprimida y gravedad de la enfermedad basal.

En los resultados obtenidos no se pudo confirmar el beneficio de hidroxicloroquina o cloroquina al administrarse sola o con un antibiótico, en los en los pacientes con COVID-19. Por otro lado, en vez de ayudar a mejorar el estado de los enfermos; se encontró que cada regímen utilizado se asocia con una reducción de la supervivencia de los pacientes en el hospital y un aumento en la frecuencia de arritmias cardíacas cuando se usa para tratar COVID-19.

Debido a la necesidad de tener alternativas, y a la falta de un tratamiento específico se ha hecho uso de la cloroquina. Muchas personas han acopiado algunas dosis como medida preventiva. Se revende a precios elevados y de hecho está agotada en farmacias. En muchas casos ante la duda de infección por COVID; se le administra a los pacientes antes de tener un diagnóstico confirmado. Se puede administrar cloroquina a pacientes que tienen enfermedades cardíacas, lo que puede comprometer su situación. Hay quienes la toman sin necesitarla incluso sin receta ni supervisión médica. En dado caso; la receta de cloroquina se debería hacer con un análisis de riesgo en los pacientes. El estudio de Mandeep es de mucho interés dada la importancia de la cloroquina en la practica médica. Si aumenta el riesgo y reduce la supervivencia de los pacientes ¿Será que parte de los efectos que se observan a nivel mundial son por uso de la cloroquina? ¿Cuántos pacientes son y han sido tratados con cloroquina en México y en Sinaloa? ¿La cloroquina habrá complicado la pandemia? ¿Veremos la disminución o el aumento de casos sin el uso de cloroquina como tratamiento? ¿Cual es el efecto real de este fármaco en la pandemia?

A raíz de esto países como España, limitaron la distribución cloroquina contra el Covid-19 y ha ordenado que no siga en el mercado “hasta nuevo aviso”. El 26 de mayo, las Agencias de Salud del gobierno Francés anunciaron la suspensión de la administración de cloroquina en pacientes con COVID-19. Debemos de ser prudentes y cuidadosos en el uso de fármacos. Hasta el momento las autoridades no han informado su postura al respecto; pero seguramente se suspenderá el uso de cloroquina para pacientes con COVID. La cloroquina es segura en dosis controladas y precisas para tratar malaria y el lupus. Personas como el Presidente Trump la han tomado sin tener consecuencias, pero se debe tener cuidado. Las dosis donadas para los estudios se podrán utilizar en pacientes con enfermedad de lupus o canalizar a otro lugar.

Por ahora descartamos el uso de la cloroquina en el tratamiento de COVID-19, pero quedan otras alternativas más eficaces.

“Las otras armas del juicio continúan. Esta preocupación se relaciona con el uso de hidroxicloroquina y cloroquina en COVID-19. Deseo reiterar que estos medicamentos son aceptados como generalmente seguros para su uso en pacientes con enfermedades autoinmunes o malaria. La OMS proporcionará más actualizaciones a medida que sepamos más...Y continuaremos trabajando día y noche por soluciones, ciencia y solidaridad” (Tedros Adhanom Ghebreyesus - Director General de la OMS).

“Como parte de nuestra continua respuesta a la pandemia a nivel mundial, la OMS continúa trabajando agresivamente en investigación y desarrollo. Como saben, hace más de dos meses iniciamos el Ensayo de Solidaridad, para evaluar la seguridad y la eficacia de cuatro medicamentos y combinaciones de medicamentos contra COVID-19. Más de 400 hospitales en 35 países están reclutando pacientes activamente y se han inscrito cerca de 3500 pacientes de 17 países. El viernes, The Lancet publicó un estudio de observación sobre hidroxicoloroquina y cloroquina y sus efectos en pacientes con COVID-19 que han sido hospitalizados. Los autores informaron que entre los pacientes que recibieron el medicamento, cuando se usaron solos o con un macrólido, estimaron una tasa de mortalidad más alta” (Tedros Adhanom Ghebreyesus - Director General de la OMS)

La necesidad de encontrar un fármaco o una vacuna como una solución para frenar al SARS-CoV-2 han llevado a la utilización de diversos compuestos. La cloroquina es utilizada para el tratamiento del paludismo y en enfermedades autoinmunes. Recientemente se utiliza la administración de cloroquina; sola o en combinación con azotromicina como alternativa para tratamiento de COVID-19 incluso sin una clara evidencia de su beneficio.

Al inicio de la pandemia; en Francia se publicó un estudio en el que se afirma que la cloroquina y sus derivados tienen efectos positivos para el tratamiento de pacientes con el coronavirus. También el Presidente de Brasil recomendó a su población el consumo aun si presentan síntomas leves. La FDA dio la aprobación de emergencia de el uso de la cloroquina para tratar a pacientes de COVID-19. Desde el principio de la pandemia se ha adminsitrado a cientos de pacientes por no disponer de un tratamiento probado hasta el momento. Por otro lado; estudios preliminares respecto a la administración de cloroquina realizados en China, informaron que los datos no eran concluyentes y requerían de más estudios. En adición a esto; en Brasil se detuvo un estudio que evaluaba a dicho fármaco luego de que se observaran problemas cardíacos en las personas a las que se les administró.

Brasil es tercer país más afectado por COVID-19 y espera su máximo de personas infectadas para el mes de julio. La semana pasada, Brasil anunció que tratará con hidroxicloroquina a todos los contagiados de coronavirus y el Ministerio de Salud publicó un protocolo para el tratamiento de pacientes con COVID-19 con cloroquina.

A principios de abril, el Presidente Trump dijo “Compramos 29 millones de píldoras de hidroxicloroquina para tratar el coronavirus” “No tenemos tiempo para pasarnos cinco años investigando, la gente se está muriendo así que si la hidroxicloroquina funciona, es buenísimo. Sabemos que es bueno para la malaria, para el lupus, y sabemos que no mata a la gente, no tenemos nada que perder. Hay buenos indicios, hay que darle una oportunidad”.

La intención de todo es salvar vidas y no se puede escatimar nada en eso. Incluso; el Presidente de los Estados Unidos ha mencionado que ha tomado hidroxicloroquina sin tener una necesidad aparente.

Una farmacéutica suiza ha donado millones de dosis de hidroxicloroquina. En México donó 3,600 frascos de 100 tabletas de hidroxicloroquina hace unos días, para realizar pruebas en 20 000 pacientes con Covid-19.

En estudio realizado por Mandeep y colaboradores, publicado 22 de mayo en la revista The Lancet; se evaluó la efectividad de la cloroquina en pacientes hospitalizados entre el 20 de diciembre de 2019 y el 14 de abril de 2020 con resultado positivo a COVID-19. El análisis incluye a 671 hospitales de seis continentes que recibieron tratamiento en las primeras 48 horas posteriores al diagnóstico. Un total de 96 032 pacientes con una edad promedio de 53 años fueron incluidos en el estudio considerando factores tales como edad, sexo, raza u origen étnico, índice de masa corporal, enfermedad cardiovascular (y sus factores de riesgo), diabetes, enfermedad pulmonar, tabaquismo, condición inmunosuprimida y gravedad de la enfermedad basal.

En los resultados obtenidos no se pudo confirmar el beneficio de hidroxicloroquina o cloroquina al administrarse sola o con un antibiótico, en los en los pacientes con COVID-19. Por otro lado, en vez de ayudar a mejorar el estado de los enfermos; se encontró que cada regímen utilizado se asocia con una reducción de la supervivencia de los pacientes en el hospital y un aumento en la frecuencia de arritmias cardíacas cuando se usa para tratar COVID-19.

Debido a la necesidad de tener alternativas, y a la falta de un tratamiento específico se ha hecho uso de la cloroquina. Muchas personas han acopiado algunas dosis como medida preventiva. Se revende a precios elevados y de hecho está agotada en farmacias. En muchas casos ante la duda de infección por COVID; se le administra a los pacientes antes de tener un diagnóstico confirmado. Se puede administrar cloroquina a pacientes que tienen enfermedades cardíacas, lo que puede comprometer su situación. Hay quienes la toman sin necesitarla incluso sin receta ni supervisión médica. En dado caso; la receta de cloroquina se debería hacer con un análisis de riesgo en los pacientes. El estudio de Mandeep es de mucho interés dada la importancia de la cloroquina en la practica médica. Si aumenta el riesgo y reduce la supervivencia de los pacientes ¿Será que parte de los efectos que se observan a nivel mundial son por uso de la cloroquina? ¿Cuántos pacientes son y han sido tratados con cloroquina en México y en Sinaloa? ¿La cloroquina habrá complicado la pandemia? ¿Veremos la disminución o el aumento de casos sin el uso de cloroquina como tratamiento? ¿Cual es el efecto real de este fármaco en la pandemia?

A raíz de esto países como España, limitaron la distribución cloroquina contra el Covid-19 y ha ordenado que no siga en el mercado “hasta nuevo aviso”. El 26 de mayo, las Agencias de Salud del gobierno Francés anunciaron la suspensión de la administración de cloroquina en pacientes con COVID-19. Debemos de ser prudentes y cuidadosos en el uso de fármacos. Hasta el momento las autoridades no han informado su postura al respecto; pero seguramente se suspenderá el uso de cloroquina para pacientes con COVID. La cloroquina es segura en dosis controladas y precisas para tratar malaria y el lupus. Personas como el Presidente Trump la han tomado sin tener consecuencias, pero se debe tener cuidado. Las dosis donadas para los estudios se podrán utilizar en pacientes con enfermedad de lupus o canalizar a otro lugar.

Por ahora descartamos el uso de la cloroquina en el tratamiento de COVID-19, pero quedan otras alternativas más eficaces.

“Las otras armas del juicio continúan. Esta preocupación se relaciona con el uso de hidroxicloroquina y cloroquina en COVID-19. Deseo reiterar que estos medicamentos son aceptados como generalmente seguros para su uso en pacientes con enfermedades autoinmunes o malaria. La OMS proporcionará más actualizaciones a medida que sepamos más...Y continuaremos trabajando día y noche por soluciones, ciencia y solidaridad” (Tedros Adhanom Ghebreyesus - Director General de la OMS).