/ miércoles 6 de enero de 2021

2021 de retos y esperanzas

Acabamos de dejar atrás uno de los peores años de nuestra era. Sin lugar a dudas, el 2020 pasará a los libros de historia como un año trágico para la humanidad, un año en el que el mundo entero se vio ensombrecido por la aparición del nuevo coronavirus y la pandemia ocasionada por este. Sin embargo, con la frente en alto, llenos de esperanza, debemos de mirar hacia el futuro, reconocer los avances, reforzar lo aprendido y estar preparados para lo que depare este 2021.

El año que inicia será de importantes desafíos, tanto a nivel internacional como en nuestro país. Por un lado, está el reto logístico que significará la aplicación mundial de la vacuna contra la COVID-19 para lograr pronto una inmunidad de rebaño que permita reducir significativamente los contagios y los casos graves de la enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2. En su mensaje de fin de año, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, enfatizó la importancia de que la vacunación contra el coronavirus tenga el emblema de la igualdad y que los países subdesarrollados cuenten con las mismas posibilidades de vacunar a sus poblaciones que los países ricos.

Este mismo deseo ha sido remarcado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y por su equipo, quienes en diversas declaraciones han señalado que en México la vacunación será para todas y todos, sin importar su estatus económico. Al respecto, cabe tener en cuenta el dato positivo de que al 30 de diciembre de 2020 ya habían llegado a nuestro país 53 000 dosis de vacunas y que México firmó convenios por 1659 millones de dólares para la compra de hasta 200 millones de dosis. Son cifras alentadoras, pues nos encontramos todavía en un contexto de producción limitada de vacunas a nivel mundial y que México sea uno de los primeros países en recibir dichas cantidades y en sacar adelante tales contratos pone de relieve el esfuerzo que se ha realizado desde el Gobierno federal y alienta a que se continúe por ese mismo camino.

En el 2021 también seremos testigos de cómo la economía mundial se intenta recuperar tras la crisis derivada de la pandemia. El último informe del Fondo Monetario Internacional sobre las perspectivas económicas señalaba que abril de 2020 había sido el mes más duro para la economía mundial y que en el 2021 veríamos un crecimiento global de 5.2%, lo que implicaría un ligero avance hacia la senda de actividad económica para 2025 que se llevaba antes de la pandemia. El cierre de actividades comerciales llevó a naciones como Francia, la India, Italia y México, por mencionar algunas, a reducir su economía hasta en 9 puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero se proyecta que muchos de estos países cierren el presente año con cifras positivas gracias al gasto de los gobiernos, a la esperanza de los mercados en las vacunas y al desconfinamiento paulatino de las poblaciones.

En México podemos esperanzarnos con el hecho de que el dólar se ha mantenido relativamente estable después de haber llegado a más de 25 pesos y que, dentro de las economías emergentes, nuestra moneda es una de las que más se ha fortalecido frente a la divisa de los Estados Unidos en los últimos meses. También debemos de considerar que durante dos años consecutivos no ha habido los llamados “gasolinazos” que afectaban los bolsillos de muchas personas y que todo indica que a mediados de este año volveremos a los niveles de empleo anteriores a la pandemia.

Son datos prometedores, sin embargo, no hay que perder de vista que este año tendremos elecciones en nuestro país, lo que podría afectar muchas de las cifras actuales y las predicciones con las que se cuenta actualmente. El Proceso Electoral Federal 2021 será uno de los más grandes en la historia del país, pues se elegirán más de 20 000 cargos de elección popular, incluidas 300 diputaciones federales y 15 gubernaturas y, posiblemente, este será también uno de los más polarizados que se recuerden, debido a que representa la primera oportunidad que va a tener la oposición para revertir el viraje emprendido por el Gobierno de la Cuarta Transformación. Aunque no hay que olvidar que, justamente, los que ponen en juego sus posiciones son los contrarios a la 4T, por lo que será esta la que tiñe la gran oportunidad de quitarle a la oposición la mayor parte de los estados que hoy gobierna.

En el ámbito legislativo tenemos importantes tareas pendientes que esperamos puedan desahogarse este año en ambas cámaras, como la regulación del outsourcing y la cannabis, pero también es importante que trabajemos en temas tales como el del seguro de desempleo a nivel nacional, así como en regulaciones en materia de bienestar y de transparencia que contribuirán a aminorar los estragos del 2020.

Los hechos del año pasado tomaron al planeta entero por sorpresa, pero estos datos y proyecciones indican que el 2021 será el tiempo para reconstruir y que, si lo hacemos correctamente, no volveremos a la normalidad anterior al 2020, sino a una mejor, una nueva normalidad de mayor igualdad para todos. Bienvenido el año nuevo de retos y esperanzas.

Acabamos de dejar atrás uno de los peores años de nuestra era. Sin lugar a dudas, el 2020 pasará a los libros de historia como un año trágico para la humanidad, un año en el que el mundo entero se vio ensombrecido por la aparición del nuevo coronavirus y la pandemia ocasionada por este. Sin embargo, con la frente en alto, llenos de esperanza, debemos de mirar hacia el futuro, reconocer los avances, reforzar lo aprendido y estar preparados para lo que depare este 2021.

El año que inicia será de importantes desafíos, tanto a nivel internacional como en nuestro país. Por un lado, está el reto logístico que significará la aplicación mundial de la vacuna contra la COVID-19 para lograr pronto una inmunidad de rebaño que permita reducir significativamente los contagios y los casos graves de la enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2. En su mensaje de fin de año, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, enfatizó la importancia de que la vacunación contra el coronavirus tenga el emblema de la igualdad y que los países subdesarrollados cuenten con las mismas posibilidades de vacunar a sus poblaciones que los países ricos.

Este mismo deseo ha sido remarcado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y por su equipo, quienes en diversas declaraciones han señalado que en México la vacunación será para todas y todos, sin importar su estatus económico. Al respecto, cabe tener en cuenta el dato positivo de que al 30 de diciembre de 2020 ya habían llegado a nuestro país 53 000 dosis de vacunas y que México firmó convenios por 1659 millones de dólares para la compra de hasta 200 millones de dosis. Son cifras alentadoras, pues nos encontramos todavía en un contexto de producción limitada de vacunas a nivel mundial y que México sea uno de los primeros países en recibir dichas cantidades y en sacar adelante tales contratos pone de relieve el esfuerzo que se ha realizado desde el Gobierno federal y alienta a que se continúe por ese mismo camino.

En el 2021 también seremos testigos de cómo la economía mundial se intenta recuperar tras la crisis derivada de la pandemia. El último informe del Fondo Monetario Internacional sobre las perspectivas económicas señalaba que abril de 2020 había sido el mes más duro para la economía mundial y que en el 2021 veríamos un crecimiento global de 5.2%, lo que implicaría un ligero avance hacia la senda de actividad económica para 2025 que se llevaba antes de la pandemia. El cierre de actividades comerciales llevó a naciones como Francia, la India, Italia y México, por mencionar algunas, a reducir su economía hasta en 9 puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero se proyecta que muchos de estos países cierren el presente año con cifras positivas gracias al gasto de los gobiernos, a la esperanza de los mercados en las vacunas y al desconfinamiento paulatino de las poblaciones.

En México podemos esperanzarnos con el hecho de que el dólar se ha mantenido relativamente estable después de haber llegado a más de 25 pesos y que, dentro de las economías emergentes, nuestra moneda es una de las que más se ha fortalecido frente a la divisa de los Estados Unidos en los últimos meses. También debemos de considerar que durante dos años consecutivos no ha habido los llamados “gasolinazos” que afectaban los bolsillos de muchas personas y que todo indica que a mediados de este año volveremos a los niveles de empleo anteriores a la pandemia.

Son datos prometedores, sin embargo, no hay que perder de vista que este año tendremos elecciones en nuestro país, lo que podría afectar muchas de las cifras actuales y las predicciones con las que se cuenta actualmente. El Proceso Electoral Federal 2021 será uno de los más grandes en la historia del país, pues se elegirán más de 20 000 cargos de elección popular, incluidas 300 diputaciones federales y 15 gubernaturas y, posiblemente, este será también uno de los más polarizados que se recuerden, debido a que representa la primera oportunidad que va a tener la oposición para revertir el viraje emprendido por el Gobierno de la Cuarta Transformación. Aunque no hay que olvidar que, justamente, los que ponen en juego sus posiciones son los contrarios a la 4T, por lo que será esta la que tiñe la gran oportunidad de quitarle a la oposición la mayor parte de los estados que hoy gobierna.

En el ámbito legislativo tenemos importantes tareas pendientes que esperamos puedan desahogarse este año en ambas cámaras, como la regulación del outsourcing y la cannabis, pero también es importante que trabajemos en temas tales como el del seguro de desempleo a nivel nacional, así como en regulaciones en materia de bienestar y de transparencia que contribuirán a aminorar los estragos del 2020.

Los hechos del año pasado tomaron al planeta entero por sorpresa, pero estos datos y proyecciones indican que el 2021 será el tiempo para reconstruir y que, si lo hacemos correctamente, no volveremos a la normalidad anterior al 2020, sino a una mejor, una nueva normalidad de mayor igualdad para todos. Bienvenido el año nuevo de retos y esperanzas.